Desde la página de la Fundación Gernika, creada por el Gobierno Vasco para acrecentar el sentimiento de pertenencia de los vascos a su comunidad nacional, se puede bajar un cómic protagonizado por el Erizo Zeledón, rebelde, renegado y subversivo, y la Comadreja Marijaia, amable y contemporizadora, cualidades plenamente demostradas en una viñeta en que incluso propina una colleja al Erizo llamándole pazguato. Ambos viven en el bosque y el Erizo quiere limpiar la pradera de carteles plantados por el Gobierno para indicar el emplazamiento de su nueva sede. Mientras ambos discuten son cazados por un funcionario que los lleva al edificio de las Cortes autonómicas donde son aleccionados sobre lo maravilloso que es el sistema a fin de que el díscolo Erizo, de regreso a su pradera, renuncie a todas sus ideas, a su “mala vida pasada” y aprenda a valorar el Plan de la Comunidad nacional aplaudiendo su implantación
¿Cuál sería la reacción de las cúpulas de los partidos nacionales ante semejantes hechos? ¿Cuál sería la reacción de las autoridades de la Junta de Castilla y León?
Le parece al Húsar estar escuchando al Sr. Rajoy, al Sr. Acebes o al Sr. Herrera clamando contra el deterioro de la convivencia “entre los vascos y vascas” y reclamando actuaciones del Gobierno de Zapatero en contra de las manipulaciones y lavado de cerebro de los niños vascos en las escuelas de las que sería una buena muestra el cómic preparado por la Fundación financiada con presupuestos autonómicos.
Pues bien, si en el relato que aparece en el primer párrafo de esta carta cambiamos “Fundación Gernika” por “Fundación Villalar”, Zeledón (que podría representar a Álava, según dicen "menos nacionalista que el resto del País Vasco") por Ordoño (nombre del más representativo de los Reyes de León) y Marijaia (que podría representar al Gobierno nacionalista del País Vasco) por Juana (nombre de una Reina castellana) obtendríamos un pequeño resumen de lo que la Junta de Castilla ¿y León? preparó para aleccionar a los niños, leoneses o castellanos, que viven en esta Comunidad birregional, manipulando la historia y tergiversando los hechos.
Entre otras lindezas aseguran que en Atapuerca surgieron los primeros balbuceos del sistema parlamentario. Supone el Húsar que basándose en la gran cantidad de documentos escritos de esa época y en el hecho de que, al parecer, al menos parte de los habitantes de dicho lugar fueron antropófagos.
Se habla de pasada de las primeras Cortes Europeas que fueron las Cortes de León, convocadas en dicha ciudad por el Rey Alfonso VIII de León (incomprensiblemente conocido como IX) en 1.188 (mientras en Castilla reinaba otro Alfonso, curiosamente conocido como VIII, pese a que, por más que busque, el Húsar no consigue encontrar los 7 anteriores Alfonsos del Reino de Castilla) y no se citan, para nada, las segundas Cortes, también convocadas en el Reino de León, en la Ciudad de Benavente (Zamora) por el mismo Rey en 1.202.
Al propio tiempo se hace decir al Erizo Ordoño, ya convenientemente programado, que “en la Edad Media había Cortes pero no había democracia”. Es una forma de aplicar criterios actuales a costumbres antiguas y una curiosa manera de educar las mentes infantiles, eliminando todo el rigor histórico que debiera mantenerse al efecto.
Este cómic, junto con otras iniciativas similares, se realizó para fomentar “el sentimiento de pertenencia a la Comunidad Autónoma”, al parecer inexistente después de 22 años de autonomía. Extraña manera de fomentar dicho sentimiento insultando a una de las dos regiones que componen esta Comunidad, por otro lado, anti-natural, siendo solo una pequeña muestra del “rigor científico” y “objetividad histórica” imperantes en las actuaciones de dicha Fundación.
También tiene su aquel que para negarse a rectificar las falacias y medias verdades que destilan desde su página web apelen a la libertad de expresión y digan, textualmente, que los contenidos de la página de la Fundación “no incluyen hechos o noticias sino opiniones e interpretaciones de la Historia”.
¿Saben los maestros y profesores de todos los colegios de la Comunidad Autónoma y los padres de todos los alumnos de la misma que lo que se enseña a nuestros hijos no es historia sino “opiniones e interpretaciones” que de la misma hace una Fundación privada, que funciona con capital público y presidida por un político que al propio tiempo preside la Cortes de Castilla y León?
¿Saben los visitantes de esa exposición titulada “Castilla y León, nuestras señas de identidad” que no les están contando la verdad, sino sus "opiniones e interpretaciones" que no se ajustan a la abundante documentación existente?
Es evidente que si la propia Fundación reconoce que no incluye hechos o noticias verídicos no tenemos que ser nosotros quienes lo demostremos, queda suficientemente demostrado por confesión de parte.
¿Hasta cuando tendremos que soportar los leoneses que con nuestro dinero se siga pagando a ineptos e ignorantes cuyo único fin es manipular la historia para seguir manteniendo sus poltronas maravillosamente pagadas mientras nuestra Región Leonesa pierde constantemente empleos y habitantes desde aquel aciago día en que nos incluyeron a la fuerza, con engaños, mentiras y al más puro estilo mafioso, en esta autonomía en la que una provincia crece a costa del empobrecimiento del resto?
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