viernes, abril 23, 2021

MI 23 DE ABRIL

Una vez más llega el 23 de abril y la insistencia machacona de los mandamases de esta ya ni siquiera comunidad pues la misma hace aguas como cesto de vendimiar. Pero qué cansinos son algunos, qué manipuladores, qué desvergonzados, qué cínicos, qué groseros, qué arrogantes, qué vanidosos y qué insensibles ante la verdad de la historia que, de otro lado, declaran defender. Seguramente, no se habrá visto nunca utilización tan parcial de unos hechos, simplemente porque les conviene o porque el Pisuerga pasa por allí, que nada tienen que ver ni con el marco geográfico ni con el marco histórico ni con la veracidad de lo acontecido en lo que se denomina “Guerra de las Comunidades” (comuneros hubo en más de la mitad de España y, como apunte, para mayor escarnio, Burgos, la “Caput Castellae”, apoyaba al Emperador).

Ya en los comienzos de la democracia se había confundido comunero con comunista (una verdadera aberración histórica), pero estos aprendices de brujo, del aborto comunitario castellano-viejo, han intentado dar un paso más: convertir una derrota de los burgueses que se oponían al rey Carlos I (algunas de cuyas razones podrían hasta ser compartidas) en la fiesta de una comunidad autónoma, a todas luces anticonstitucional, fracasada y hasta cada vez más repudiada por la mayoría de los ciudadanos, y no solo los leoneses.

Su insolencia ha llegado, sin embargo, tan lejos en este 2021 de la pandemia y de la anulación de la voluntad por medio de leyes y disposiciones incomprensibles y contradictorias, amén de la igualitaria mascarilla que despersonaliza al individuo, que han decidido atacar a los más débiles de la sociedad, los niños, a los que, en una especie de juego alienante, harán jurar “por Castilla”. Y hasta en la leonesa Zamora... ¡Mamarrachos!

Métanse ustedes el juramento por donde les quepa y dejen en paz a los críos. Juren ustedes por quien les dé la gana, aunque sea por Belcebú, y váyanse a ese sitio tan repetido por el gran Fernando Fernán Gómez… ¡Ah! ¿Qué no lo recuerdan? “A la mierda”…, de la que nunca debieron salir, dada su capacidad para hacer el mal y su incapacidad para hacer el bien, empatizar con aquellos a los que dicen representar o, ni tan siquiera para comprender, de una vez, que en el País Leonés no conseguirán nunca, por mucho dinero que gasten, de ganar una sola voluntad para su causa... excepto, es verdad, los vendidos y los miserables, a esos seguidores de Judas, capaces de traicionar incluso a los de su familia.

En el ADN de los buenos leoneses hay la suficiente carga genética para seguir oponiéndose a sus intentos de conquista, como ya demostramos contra los romanos, los visigodos, los musulmanes o los franceses. Ustedes, comparados con aquellos, no son más que una anécdota, una simple mota de polvo que barrerán los vientos de la historia… más pronto que tarde. Tengan las maletas preparadas...

Y no olviden, tampoco, que nosotros, con la limitación que imponen las circunstancias actuales, seguiremos celebrando el 24 de abril y recordando a aquellos héroes que, los primeros, se levantaron contra los franceses al grito de “Leoneses, la patria está en peligro: FUERA LOS TRAIDORES”.

Húsar Tiburcio

jueves, abril 23, 2020

23 de abril

Pardiez, mi señor Padilla
qué suerte estar en Castilla;
aunque a decirle verdad
me duele la rabadilla.
Todo el día cabalgando
sobre esta incómoda silla.
Menos mal que nuestras huestes
nos esperan a la orilla
de Villa-lar bien nombrada.
Una extensa y grande villa
donde nos defenderán
de aquesta vil pesadilla.

Se confunde Maldonado
que aún somos del otro lado
y este vil emperador
con nosotros la ha tramado.
Los de Burgos se han vendido
y al aire nos han dejado
la parte de anatomía
que nunca osara nombraros.
Esa que llaman el culo
de la que usted se ha quejado
y a poco que no guardemos
podrá acabar profanado.

¿Y usted que dice don Bravo?
¿Es que mudo se ha quedado?
Es que huele a chamusquina
y detrás de ese collado
mucho polvo se levanta
y barrunto mil soldados
armados hasta los dientes
y ya nos han columbrado.
Ay, que temo lo peor,
que la soga está esperando,
o el hacha que duele más
pues ese golpe hace daño.

No me sea usted miedica
que la junta está esperando
para hacernos unos héroes
aunque ahora estén implorando
el perdón a este don Carlos.
Buen futuro esperarán
para dejar maqueado
este pueblo donde se oyen
ya las campanas sonando.
¿No las oís, buen Padilla?
¿No las oís, Maldonado?
Me cisco yo en su homenaje
si ahora se marchan volando
como asustados conejos
los traidores castellanos.

Así se escribe la historia
Y Castilla se ha apropiado
de una fiesta que no es suya
de otras tierras la ha robado
pues ni Bravo, ni Padilla
ni tampoco Maldonado
eran gentes de Castilla
ni de Putela, carallo.
Que uno era Salmantino
otro nacido en Toledo
y pa terminar la terna
otro guadalajareño.
¿Hasta cuándo sus mentiras
podrá aguantar el invento?
Este “aborto” mal parido
en bien de los pucelanos.

El Húsar Tiburcio

jueves, enero 02, 2020

Autonomía leonesa, ¿sí o no?

En fechas recientes prácticamente la totalidad de medios de comunicación a nivel nacional, se han hecho eco de las mociones aprobadas por diversos ayuntamientos de León comenzando por el de la propia capital pidiendo la formación de una autonomía propia para la Región Leonesa (Reino de León) formada por León, Zamora y Salamanca.

Ante algunas inexactitudes, errores y confusiones que se han transmitido al público en general, desde el Colectivo de Opinión “Tiburcio Fernández Álvarez”, nos parece importante explicar de forma sencilla el origen de la cuestión que nos ocupa.

Desde luego, y vaya por delante, lo que no se pide en dichas mociones ni a lo largo de la historia de esta reivindicación que ahonda sus raíces en el proceso autonómico de finales de los años setenta, es la independencia respecto de España, sino la autonomía de la región leonesa en igualdad de condiciones a como lo hicieron el resto de regiones. Aunque esta vez haya saltado la cuestión leonesa a los medios nacionales, esta no es una reivindicación reciente ni ocurrencia repentina como vamos a exponer.

Lo cierto es que el artículo 2 de la Constitución Española recoge “La Constitucion se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas”.

Entre las regiones de España que todos conocíamos en esa fecha estaban, la de Castilla la Vieja y la del Reino de León (no confundir con el Reino de León medieval). Sin embargo se partió de un ente preautonómico que englobó a ambas, en el que comienza la historia.


Entre otros requisitos, para formar una comunidad autónoma debía darse cumplimiento al artículo 143.2 de la Constitución Española “2. La iniciativa del proceso Autonómico corresponde a todas las Diputaciones interesadas o al órgano interinsular correspondiente y a las dos terceras partes de los municipios cuya población represente, al menos, la mayoría del censo electoral de cada provincia o isla. […]”. En el caso de la provincia de León lo que se produjo fue un fraude de ley en toda regla por la vía ordinaria del mencionado artículo 143.2 CE, y explicamos por qué, pues es bien conocido en la provincia de León, que en un 80% los ayuntamientos votaron negativamente a su inclusión en la Comunidad, sin embargo, estos acuerdos negativos provocaron que no se elevaron a públicos y así como la posterior visita de D. Gregorio Peces Barba (que había sido elegido Diputado por Valladolid y uno de los “siete padres de la Constitución” entre otro amplio abanico de méritos) y el entonces presidente provincial de UCD (que luego se convertiría en Ministro de Administración Territorial) D. Rodolfo Martín Villa para “recomendar” a los alcaldes y concejales de la provincia en la reunión que mantuvieron en la Escuela de Ingeniería Técnica Agrícola, el voto favorable a la integración de la provincia en el ente preautonómico. Se adoptan nuevos acuerdos municipales con numerosas imprecisiones en actas, que más bien parecen encubrir disidencias, entre otras, las de concejales que decidieron no ir a votar, tales como omisión del número de asistentes, nombres de los votantes, forma del voto e incluso los preceptivos quórum de 2/3. También es conocida la falta de preaviso de 48 horas y la repetición de votaciones hasta conseguir el resultado deseado. Sin embargo a las provincias de Santander y Logroño se les permitió abandonar el ente preautonómico sin grandes trabas, mientras se obligó a permanecer a la provincia de León, de forma que la de Valladolid quedara centrada en el nuevo mapa.

Los argumentos esgrimidos por entonces de “razones de estado” así como de “reforzar el poder concéntrico del estado” no debían ser muy sostenibles ya entonces porque si no hubiera sido mucho más coherente y justo haber recurrido a la vía del artículo 144 CE (sustitución de la iniciativa de las Corporaciones locales por las Cortes Generales en interés general, estos fueron los casos de Madrid y Segovia) de lo que es fácilmente deducible que más que razones de estado eran razones de partido y seguramente en algún caso personales, por ello en lugar de acudirse a la vía del artículo 144 CE se prefirió acudir a la del artículo 143.2 en fraude de Ley. De hecho nunca nos han explicado exactamente en qué consisten dichas “razones de estado” ni el “reforzamiento del poder concéntrico del estado”.

Como prueba del desmán tenemos las propias declaraciones de D. Rodolfo Martín Villa que preguntado en rueda de prensa en 1979 sobre la conveniencia para su partido de la inclusión de la provincia en “Castilla-León” responde: “la autonomía de León para UCD, no es, ni lo será nunca, una cuestión de partido sino una cuestión leonesa. Precisamente cualquier conexión con provincias o regiones vecinas favorecería a UCD como partido: en Asturias la incorporación de nuestra provincia en el ente autonómico supondría obtener la mayoría de UCD en ese ente, mayoría que hoy ostenta la unión PSOE-PCE; en Castilla, Santander y Galicia, la incorporación leonesa acrecentaría notablemente la mayoría de UCD”. Después de que Martín Villa reconociera expresamente en su respuesta que interesaba a su partido la opción Castilla-León, esta será la opción que, pasadas las elecciones de 1979, adopte UCD, independientemente de los deseos de sus votantes.

Durante el proceso electoral de 1979 destaca la figura de Baldomero Lozano (PSOE) pues se pronunció favorablemente a la autonomía leonesa llegando a afirmar: “tengan ustedes la plena seguridad de que los diputados y concejales que el PSOE obtenga en las elecciones defenderán la opción autonómica León sólo”. Durante la campaña electoral se defiende “León sólo”. Finalizadas las elecciones desgraciadamente muere Baldomero. El PCE siempre mantuvo la posición de León con Castilla.

Tras las elecciones de 1979 se realizan varias encuestas a fin de obtener un sondeo sobre la voluntad de los leoneses de la provincia de León. En ellas las opciones preferidas son León sólo o con Zamora y Salamanca, no observando ninguna de ellas, como primera opción, la de León con Castilla.

Pasadas las elecciones UCD es el ganador y sin embargo en acuerdo de marzo de 1979 adopta la opción “Castilla-León”, acorde con los intereses de UCD en ese momento, en lugar del referéndum que siempre habían insinuado.

El PSOE, por su parte, en Congreso de noviembre de 1979 resuelve: “La opción León solo encubre dejar la provincia al margen del proceso autonómico en manos de la derecha”. Continúa concluyendo que “se han de establecer contactos inmediatos con Asturias, Zamora y Salamanca y Castilla la Vieja”. Es decir no importa con quien haya de unirse ni la voluntad de los leoneses a quienes representan sino que la provincia no quede en manos de la derecha, o lo que es lo mismo, intereses partidistas a corto plazo.

Al final los grandes partidos, de una u otra forma, convierten el proceso en una razón de partido, para lo que se han servido de la excusa de “reforzar el poder concéntrico del estado” que como podemos comprobar en nada ha servido contra los nacionalismos. Si Martín Villa hubiese velado por el interés del Reino de León, ¿hubiera seguido en los puestines y con los sueldazos que siguió?

A las provincias leonesas de Zamora y Salamanca tampoco se les dio la opción de elegir, no se puede olvidar que directamente fueron incluidas en la preautonomía aún a sabiendas de que pertenecían a la Región denominada “Reino de León”. Debe hacerse notar que las regiones se encuentran perfectamente definidas en el Decreto-Ley de 30 de noviembre de 1833, conocido popularmente como “Ley de Javier de Burgos” por el que se crea la división REGIONAL y provincial, dividiendo aquellas en 49 provincias. Si la Constitución Española reconoce el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones ¿Por qué se crea una autonomía birregional del Reino de León con Castilla la Vieja y se plantea su preautonomía sin consultar a los integrantes de dichas regiones? De esta forma queda desnaturalizado desde el inicio del proceso preautonómico el Reino de León, de forma que lo único que quedan son iniciativas provinciales para separarse de la preautonomía, no iniciativas regionales, con lo que se exige algo insólito, una suerte de inversión de la carga de la prueba, el ejercicio de separación de cada una de las provincias para luego recuperar la Región, ejercicio al que no fue sometida ninguna otra región española.

Sin duda el Reino de León no debe ser más que nadie pero tampoco menos, por lo que el planteamiento lógico y coherente hubiera sido el contrario, formar la preautonomía del Reino de León y en tal caso de operar algún cambio sería el de la provincia o provincias que no estuviesen conformes con dicho planteamiento, para formar parte del ente preautonómico birregional, o de cualquier otro en su caso.

Algo es cierto por encima de todo y es que si se unen dos regiones será para algo, y ese algo no puede ser otro que salir fortalecidos, sin embargo lo único que hemos conseguido en el Reino de León, desde que formamos parte de esta autonomía inventada, es ser cada día menos, más débiles y más pobres, no así en la provincia vallisoletana de la que era diputado elegido D. Gregorio Peces Barba que no ha hecho más que beneficiarse económicamente a costa de defender la unidad de la autonomía. Los datos económicos y de población en la región leonesa no han hecho más que descender hasta ocupar los puestos de cola de las provincias españolas.

Tememos que los intereses fueran ajenos a cualquiera de las tres provincias leonesas y lo ocurrido en el proceso autonómico de la provincia leonesa que no pasaba y en nuestra opinión sigue sin pasar por el aro, es la prueba. Con seguridad la opción de “León sólo” era elegida por la ciudadanía y muchos políticos en la provincia de León como mal menor ya que la preautonomía impuesta incluía las tres provincias, y la iniciativa para salir de ella correspondía a cada provincia.

Volviendo al tema provincial de León, tras la entrada en funcionamiento del órgano preautonómico castellano y leonés, a cuya creación contribuyó la Diputación Provincial de León en acuerdo de 1980, la misma institución leonesa revocó en 1983 su primer acuerdo, justo cuando el proyecto de Ley Orgánica entraba en el parlamento español. La existencia de acuerdos contradictorios y cuál era el válido fue resuelta por el Tribunal Constitucional en 1984 a favor del primero por entender que una vez integrada la provincia en dicho órgano es dicho órgano el que debe adoptar la decisión. Tras dicha Sentencia se produjeron en León diferentes manifestaciones, algunas numerosas, a favor de la opción León sólo, que según algunas fuentes congregó a un número cercano a los 90.000 asistentes, siendo una de las mayores concentraciones celebrada en la ciudad en el período democrático. (Pica en el enlace activo para ver la manifestación)

Todo el proceso autonómico estuvo plagado de manifestaciones desde el momento en que a nivel político se empezó a barajar la opción de la integración “castellano-leonesa”. Sin embargo no conocemos hasta la fecha ninguna a favor de la integración con Castilla en tierras leonesas.

Como puede observarse estamos ante un proceso plagado de traiciones, de decir hoy lo que el pueblo quiere escuchar para recoger votos y hacer mañana lo que le interesa al partido sin importar a quienes se está representando y ésta es la realidad de la cuestión leonesa. Visto el proceso autonómico a que fue sometido el Reino de León y en especial la provincia de León en su intento de abandonar el ente preautonómico, claramente podemos concluir con el Profesor D. Francisco Tomás y Valiente su acertada opinión que, de forma tan clara, queda recogida en el Prólogo del libro “El Antiguo Reino de León” cuyo autor es Anselmo Carretero Jiménez: “En más de un caso, y desde luego en el de León y Castilla, su composición (no quiero hablar de fronteras) se discutió, porque era discutible con la mano en la historia, y no siempre se acertó. Mitos, embrollos, secuestros y olvidos puede que tuvieran ahí su nido. Pero también intereses partidarios, caciquismos locales y provinciales, equilibrios electorales y repartos de zonas de influencia, fueron claves de un presente político apresurado y frívolo en ocasiones. Es muy posible, por lo que a León (reino leonés, país leonés) se refiere, que su inserción en la actual comunidad fuera un error y no sólo acaso por razones historicistas”. Ahora nos preguntamos ¿Es éste un modelo de integración a exportar y de futuro? No creemos que nadie en su sano juicio exportara la integración leonesa como modelo a ningún otro ámbito porque no resulta ejemplar precisamente.

Tras las manifestaciones que se han producido, todavía multitudinarias en la provincia de León, con asistentes zamoranos y salmantinos, así como las celebradas en Salamanca y en Zamora, después de 36 años de autonomía impuesta, hay un hecho destacable ante la última reforma del Estatuto de Autonomía de Castilla y León. Este hecho fue la propuesta de UPL en la Diputación de León del proyecto de Estatuto, aprobado por la absoluta abstención de los grupos parlamentarios PP y PSOE, que recogía el proceso por el que la provincia de León y el resto de provincias leonesas si así lo decidían, podrían iniciar su proceso de segregación de la Comunidad de Castilla y León para formar la ya ansiada “Comunidad Leonesa”. Como era previsible, el proyecto fue rechazado por las Cortes de Castilla y León en Valladolid, pero no deja de ser un hecho la postura de la Diputación, que sigue dando aire, esperanza, y más ganas de luchar, si cabe, a todos los leoneses de bien para que algún día se haga justicia a nuestra querida tierra.

Manifestación 1984 https://youtu.be/yTP0Uy0FpP8 (unos 90.000 asistentes, hubo más manifestaciones tanto anteriores como posteriores)

NB: para la elaboración de este artículo, se ha utilizado como principal documento base para citas, datos etc, entre otras fuentes el libro “Proceso autonómico leonés” de David Díez Llamas S.l.: Grupo Autonómico Leonés, 1982 (León: El Taller de Copias. ISBN 84-300-7753-7

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jueves, enero 17, 2019

Desde el río... todo mío

Llevaba nuestro húsar casi dos años retirado en sus cuarteles de invierno, ante la sensación (terrible) de llevar años, más de trece, predicando en el desierto, concretamente desde que el 11 de septiembre de 2005 publicamos nuestra Arenga del Húsar Tiburcio.

Pero, una vez más, tenemos que "agradecer" a un alcalde de Valladolid (en esta ocasión del PSOE, como en anteriores ocasiones hiciera su homónimo del PP) las "banderillas de fuego" que debieran espolear a todos los leoneses (de las tres provincias) y a todos los castellanos (de las otras cinco provincias del engendro autonómico) a salir a protestar a calles y plazas por la sinrazón de semejante división autonómica, inventada hace 35 años por oscuros intereses políticos y cuyo único fin, a las pruebas nos remitimos, ha sido que una ciudad (ni siquiera una provincia) se convierta en una "gran urbe" no por méritos propios sino a costa del empobrecimiento de todo cuanto le rodea.

Vamos que la famosa frase que da título a este artículo "Desde el río... todo mío", adquiere todo su significado cuando escuchamos a un alcalde de Valladolid, sea del partido que sea.


No es que las declaraciones del actual regidor pucelano nos pillen de susto ya que, en fecha tan lejana como julio de 2009, siendo todavía jefe de la oposición, ya dejaba claras sus ideas y opiniones al declarar que: "dispersar el tráfico aéreo por cuatro aeropuertos es pretender lo imposible y va en detrimento de los intereses de la comunidad", como fácilmente podemos comprobar en la denuncia del Húsar de aquel momento: "Los mismos perros... con distintos collares".

Pero no nos malinterprete, amigo lector, esta idea tan "sui generis" de acabar con la despoblación rural primando a una sola ciudad a costa de todos los pueblos y ciudades que la rodean, no es una "humorada" de un político, tampoco es una "ocurrencia" de los sucesivos regidores pucelanos, no, es una política, perfectamente pensada, planificada y puesta en práctica sistemáticamente por la Junta de "CasPucela y LePucela" y tolerada, e incluso apoyada, por los sucesivos gobiernos centrales cualquiera que sea su signo.

En una comunidad autónoma, inventada por la mera anexión de provincias de dos regiones diferentes con el único fin de conseguir que Pucela fuese "el centro" de algo, las prioridades han estado siempre claras y el negarse a verlas es más un ejercicio de ceguera voluntaria que de ignorancia.

El 14 de octubre de 2005, el Húsar publicaba Despoblación y Autonomía denunciando, con los datos de entonces, que, entre los años 1981 y 2004, la Comunidad Autónoma de Castilla y León perdió un total de 81.145 habitantes, lo que representaba un 3,15% de la población total.

Sin embargo, dicha pérdida de población se repartía de modo totalmente desigual entre las dos partes (por su procedencia) de la auton-NO-mía: el País Leonés perdió 66.777 habitantes, es decir un 6,02% de su población inicial. Salamanca y León con 16.736 y 24.648 habitantes menos perdieron el 4,55% y el 4,76% respectivamente mientras que Zamora con 25.393 habitantes menos perdió un 11,34% de su población, cualquiera de ellas por encima de la media autonómica.

Durante el mismo período, las provincias castellanas del engendro, perdieron 14.369 habitantes, es decir un 0,98% de su población, muy por debajo del 3,15% de la media autonómica..

Pero lo que supera cualquier límite imaginable es que hace más de trece años, tal y como el Húsar se hizo eco el 25 de octubre de 2005 (Despoblación rural. ¿Solución? Más centralismo), un demógrafo, Guillermo Ramírez, "casualmente" de Valladolid, pretendiera "colarnos" su fórmula mágica según la cual "no existe ninguna medida poblacional capaz de atajar la pérdida de habitantes y hay que cambiar los paradigmas de valores y de vertebración social. Así Valladolid tiene que aumentar su población hasta un mínimo de 500.000 habitantes para generar una mayor atracción económica, social y cultural". (Ver información de ICAL del 17.10.2005 en el siguiente enlace: Valladolid sólo crece por el centralismo político que acapara, según un estudio).

Una vez más, el Húsar, perplejo, se pregunta, en una comunidad autónoma que no llega a dos millones y medio de habitantes y en una provincia que en su totalidad tiene, precisamente, medio millón de habitantes ¿de dónde pretende sacar este iluminado los 200.000 habitantes que le faltan a Pucela?

Con lo único que podemos estar de acuerdo es con la última frase (excepto con su empeño en llamar "regionales" a unas instituciones que son autonómicas en un engendro BIrregional) del autor de semejante estudio poblacional: "[Valladolid] Sólo crece por el centralismo político, de no haberse asentado las instituciones regionales, su crecimiento hubiera sido mínimo", realidad que parecen ignorar uno tras otro, los dos últimos alcaldes pucelanos ya que atribuyen a su ciudad una serie de méritos que, en realidad, se limitan a la política de la Yunta de centralizar absolutamente todas las instituciones e, incluso servicios como Correos (con la sinrazón de que si enviamos una carta o paquete desde Coyanza hasta León, hará un "hermoso recorrido turístico" que le llevará de viaje a Pucela ida y vuelta) o la Hemodonación (así la sangre donada en cualquier provincia de este engendro de comunidad, viaja a Pucela donde se analiza, descompone y almacena y desde donde vuelve a viajar a sus puntos de origen, a veces a carreras, cuando se necesita en los mismos) con el correspondiente aumento de empleo, directo e indirecto para el "furacu prietu" en que se asientan y por el que desaparece la inmensa mayoría del presupuesto autonómico, en detrimento del resto de ciudades y provincias del engendro que padecemos.

sábado, marzo 18, 2017

MAS PEPISTAS QUE EL PEPE

Sí, ni se han equivocado ustedes ni el propio Húsar se ha confundido de tecla; todo el mundo, sin embargo, conoce la expresión, casi homónima, "ser más papista que el Papa". Sin embargo, dada la falta de referentes, en este sentido, no estorbará que recordemos brevemente que la frasecita en cuestión se utiliza para referirse a determinadas personas que ponen, en un asunto, creencia, doctrina, etc., más empuje o preocupación que quien estaría más directamente afectado por ello. Este tipo de individuos (o grupos) se suele caracterizar por mostrarse incluso mucho más dogmáticos, intransigentes y hasta sectarios a la hora de interpretar dicha doctrina. En resumen, pretenden ser mejores que el propio original y, en la mayor parte de las ocasiones, ocultan un evidente complejo de inferioridad puesto que no se consideran a sí mismos como alguien que forma parte de la más pura ortodoxia, de ser digno de figurar entre los verdaderamente elegidos, por lo que tienen que hacer más méritos a cada momento; especialmente a costa de aquellos, de su mismo colectivo, en el caso muy especial de los colaboracionistas, a los que incluso imitan acaso sin saberlo. No vamos a ser tan retorcidos...

A la luz de estas reflexiones, los leoneses tenemos un nuevo (¿nuevo?) y grave problema. En este engendro autonómico del agrado de tan pocos, que podríamos afirmar que solo lo defienden quienes se aprovechan directamente de él, ha llegado el momento del relevo del Señor de las Provincias. Y, en esta pelea de gallos que se anuncia desde la “meseta castellana”, han aparecido dos personajes que, aunque nacidos en “el oeste de la comunidad” y, por lo tanto, en los límites del Reino de León, Región Leonesa o País Leonés, no tienen conciencia de ser LEONESES, ignoran lo que significa la identidad e incluso reniegan y abominan de sus raíces. Mira que, según avanzan los tiempos, es realmente una postura bien triste. Pero, los demás debemos ponernos en lo peor.

Ambos leoneses, aunque no se sepan ni se reconozcan como tales, en sus convicciones más íntimas, seguramente se consideran castellanos de segunda fila, por lo mismo, intentarán, con sus discursos y futuras actuaciones, hacerse perdonar su falta de pedigrí.

Lo que hemos visto y padecido hasta hoy en los ataques a nuestra identidad, a nuestra cultura, costumbres, economía, supervivencia, en suma, no será nada comparable con lo que nos espera cuando ambos a dos comiencen a exponer su particular visión sobre la Comunidad que nos subyuga, nos acogota, nos asfixia, nos oprime y nos esclaviza. Como pequeña muestra, esta es la opinión de un periodista del régimen castellano referida a uno de ellos: “Antonio Silván es un leonés que lleva a Castilla y León en el corazón”. ¡Mal compañero, diría un cardiólogo...!

Es algo tan repetido, a lo largo de la historia, que, salvo rareza que no prevemos en esta ocasión, solo nos quedará esperar y constatar, más pronto que tarde, que León y lo leonés serán los grandes perdedores, una vez más, en esta fiesta macabra, en esta cámara de los horrores. A alguien, con mala conciencia, se le ocurrirán nuevas ideas para revitalizar la fundación Villalar, lo de la Tierra de Pavor, lo de los productos castellanos, lo de la comunidad viva (en tierra muerta) y toda esa serie de majaderías sin sentido que padecemos, desde hace más de treinta años. Con estas campañas bobas, caras y sin sentido no pretenden ni siquiera vender más; sólo una cosa: terminar con todo lo que no sea la doctrina oficial castiespañola representada por una serie de iluminados cerealistas que acometieron, en su complejo de inferioridad frente a las autonomías periféricas y separatistas, la tarea de crear una enorme extensión de terreno (“sumando nada a la nada”, que diría Carlos Santos de la Mota), que consiguiera hacerles frente. Aquello de “los intereses de Estado” del muy democrático Martín Villa. De ese modo habrían conseguido ser el centro para presumir de ser el centro y justificarse como el centro más centrado de la centralidad. Pura tautología estúpida pero interesada...

Mas, como la cosa iba, incluso, contra la propia Constitución que acababan de aprobar (aquello de las “regiones históricas”), a continuación, había que hacer callar algunas bocas discordantes (a algunos les metieron literalmente las lentejas como al pato francés), propagar doctrinas ridículas, cambiar la historia a capricho y arruinar a las zonas disidentes. ¿En qué difiere esto de lo que nos enseña la historia?

Las mismas causas siempre han producido idénticos resultados… salvo que, en algún momento, la masa social se canse y mande al paro (no vamos a decir a la guillotina, que ya estamos en otro momento de la historia, aunque no lo parezca) a quienes, amparándose en aquello de son o se ven como los elegidos, empobrecen a sus representados y envilecen cuanto tocan. Y mira que la cosa tarda...

jueves, marzo 02, 2017

Para que no lo olvides (23ª entrega): El invento "del maligno" sigue sin funcionar

Ahora que "algunos" (evidentemente los que se benefician de ellos) celebran el 34º aniversario del Estatuto de Autonomía (de la vergüenza), bueno es recordar lo que hace nueve años escribía al respecto Jaime Alfaro. (¡Qué victimismo más leonés! O... ¡cielos! ¡¡¡no puede ser cierto!!! Lo escribían desde ¡¡¡Castilla!!! ¿Será posible que no piensen así sólo los "cavernarios leonesistas"?

Bueno, dejémonos de sarcasmos (dirigidos especialmente a los leoneses serviles) y sigamos con el artículo de hace nueve años pero que podría estar escrito ayer, con la advertencia de que, como en otras ocasiones, las negrillas son del Húsar.

¡¡Que vos preste!!


Castilla y León, 25 años después...el invento sigue sin funcionar (http://breviariocastellano.blogspot.com/2008/03/castilla-y-len-25-aos-despusel-invento.html)

Por Jaime Alfaro

Nos encontramos desde hace unos años en la vorágine política de la aprobación de nuevos estatutos de autonomía, que han traído como consecuencia fuertes tensiones. Hace unos días se conocía la noticia sorprendente de la posible paralización momentánea de la tramitación del nuevo estatuto de Castilla y León. ¿Las razones? La posible inclusión de una cláusula en el preámbulo que reconociera la existencia de dos regiones distintas en esa autonomía.

Así pues polémica servida. Tuvimos ocasión de asistir a un lamentable espectáculo protagonizado por la clase política de Castilla y León con grandilocuentes declaraciones acerca de "mapas cerrados","polémicas zanjadas","provincialismos" y demás. Muy demócratas estos señores. Defensa histérica de sus poltronas y de la "institución" que les da de comer.

En el origen de toda esta polémica se encuentra el pacto de gobierno suscrito en el ayuntamiento de León entre el PSOE y la Unión del Pueblo Leones, de marcado carácter leonesista, que ha provocado un giro del PSOE leonés a favor de las posiciones de reconocimiento de la dualidad del engendro autonómico.

El agua no llegará al río. La burocracia de la Jjunta” con base en Valladolid se encargara de que el nuevo estatuto no admita la más mínima disidencia en cuanto al posible cuestionamiento de la inventada autonomía.

En todo caso, su histerismo es nuestro regocijo. 25 años después, con un lavado de cerebro a la población constante empleando para ello una cantidad incontable de dinero , las cosas siguen como al principio El invento no se consolida y la oposición en León es incontestable.

A favor de la Junta está el hecho de que la oposición a la autonomía solo esta organizada políticamente en la provincia de León y en una medida mucho menor en la de Zamora. Es hora del despertar del resto de las provincias de León y de Castilla. Evitemos que puedan celebrar otro aniversario....en eso estamos algunos.

domingo, febrero 26, 2017

Coplillas carnavaleras

En aqueste año de gracia,
que venimos de estrenar,
en riña andan los políticos
por ver quién joroba más
a este pobre León nuestro
que dando tumbos está,
envuelto en contradicciones
y sin saber ya en qué dar.

Dicen que ha bajado el paro
¿y cómo no va a bajar,
si aquí no se queda nadie?
Todos tienen que emigrar.

En nuestras cuencas mineras
nos han jodido el carbón,
y delante las narices
pasa el de la importación;
pero no digamos nada
¡qué falta de convicción!
pues mira que pone empeño
la casta en la solución...
Entre todos la mataron
y ella sola se murió.

En algo somos modelo
en la manipulación;
Prensa, tele y hasta radio
se aplican en la función.
Un tal Goebels estaría
satisfecho y contentón
de ver cómo todos copian
aquella gran invención.
¿Que hay que mentir? pues se miente
¡Menuda preocupación!
Bien dicen que la mentira
es arma de persuasión,
de medrar en la política
y hasta de revolución.
Que pregunten al coleta,
a Bescansa o a Errejón.
Esto es solo una colonia;
no me lo tomen a mal,
pero sobran los indicios
para así calificar
lo que ocurre en la Tierrina.
La cosa pinta fatal.

Tienen de ejemplo la leche,
esa que le dicen Lar;
ya se vendió a la tortolla
como otros tantos y más.
Mas los buenos leoneses
nunca deben de comprar
lo que tenga la tortolla;
se pueden envenenar
o contraer una gripe
de gran castellanidad.
Líbranos Señor del trago,
se los lleve Satanás.

Y no me olvide una cosa,
al leer o ver un CYL,
no piense ya en nada bueno,
le toman por imbeCYL.

ImbeCYL será el paleto
que aqueste engendro inventó,
y el que con él cohabita
no debe olvidarse, no,
que peca el que mata o roba,
también el que consintió.

No me sea pues imbeCYL
y apréndase la lección.
Facilito se lo pongo:
acuérdese de León
que se nos está muriendo
y no se mueve ni Dios.
Que el buey suelto bien se lame,
y solo quiero a León,
con Zamora y Salamanca
que esa sí que es mi región
y no los nuevos inventos
de algún que otro fascistón.

No se fíe de políticos,
esos no están pa ayudar;
si acaso a la su “famiglia”
como dicen por allá.

Aún quedan miles problemas,
podrán pues continuar
sumando coplas a coplas
para este engendro tumbar,
que, de otro modo, me temo
que lo quiere perpetuar;
levantemos la cabeza
y con ello la moral,
y luchemos por lo nuestro;
de fuera nadie vendrá
a sacarnos de esta farsa,
de esta tremenda maldad
que nos sume en la miseria
y no cabe aguantar más.
Que cuando quedemos cuatro
solo habremos de apagar
la luz, y cerrar la puerta;
todo se consumará.

Y entre bromas y entre veras
Hemos llegado al final;
Si algo bueno hemos escrito
Algo bueno quedará.