lunes, enero 16, 2012

Reflexiones post-navideñas

Acabados los fastos, casi al mismo tiempo que el escaso dinero que nos dejan, recuperado el ritmo cansino de este raro invierno y muy a pesar de los propósitos, el Húsar no puede por menos que volver a recobrar su bien probada vocación de fustigador de políticos palurdos, despertador de conciencias adormiladas y alentador de justas reivindicaciones; enfin que no nos callamos ni debajo del agua que nos roban del genocidio del valle de Riaño.

Claro que tampoco nos queda otra solución puesto que, como el rayo que no cesa, el decaimiento de esta sociedad es paralelo a la burla que de la misma hacen toda esta panda de inútiles políticos que nos ha caído en desgracia soportar; y, como además se han multiplicado más que una plaga de langostas africanas y hasta son más dañinos que ellas mismas, poco ha durado nuestro descanso y hasta nuestras buenas intenciones para este año que nos va a terminar de freir en la caldera hirviente de esta crisis cuyo fin ya nadie se atreve a pronosticar; a pesar de que, meses ha, algunos habían gritado, como Rodrigo de Triana, “tierra”, digo “brotes verdes”; comienza el Húsar a creer que hasta se los han comido, como el sabio de las hierbas.

Al paso que vamos, algunos van a comenzar a pedir el cumplimiento de las profecías de los mayas; al menos tendrán la satisfacción de partirse el pecho de la risa, viendo lo poco que les servirán, a los unos y a los otros, las primas de riesgo, las agencias de rating, la especulación desmedida, la acumulación de divisas, el desmoronamiento del estado del bienestar y hasta el cambio climático; esta pandilla es peor que las siete plagas de Egipto.

Pero, discúlpenos, respetado lector; una vez más nos hemos dejado llevar por la desazón, el enojo y hasta la amargura. Volvamos pues a nuestra Tierrina de referencia puesto que esas cuestiones macroeconómicas nos producen desasosiegos de un tamaño similar... y ni podemos con todo ni está bien que lo intentemos; “Cada cual con su pareja”, que diría don Juan Tenorio.
Muchas serían las noticias (y sus consecuencias) que podrían merecer hoy esta, que intentamos, serena reflexión: el fin de año, la deuda municipal, la deriva del leonesismo, las uvas tardías y la caraja que se ha montado en la red a su costa, las patadas, codazos y empujones para hacerse con el poder en el socialismo local, la reina de la Diputación que es una noticia en sí misma, la pestilencia que se adueñó de la urbe regia durante días, los EREs que nos persiguen a muerte, las empresas que cierran sin que nadie lo remedie, los autónomos que parecen haber sido declarados especie a extinguir, la pérdida de población que sigue desangrándonos, etc., etc. ¡Montones de alegrías, vaya!

Vamos a ser modestos y nos quedaremos únicamente con dos argumentarios de sendos personajes; por aguantar sus continuas bravatas y melonadas ya nos duelen hasta las meninges. Uno es el ínclito Oscarto, ese madrileño que contemplaba desde su atalaya segoviana, “toda Castilla-León” (o incluso en ocasiones "toda Castilla" a secas, nos preguntamos en este sinvivir que nos produce ¿verá tambien Santander, Logroño, Madrid y Castilla-La Mancha?) pero que no acertaba a contar más que ocho provincias (todos sabemos cuál le faltaba).

Después de los penosos resultados obtenidos encabezando el socialismo de por aquí y de por allá, y en característica común a todos los políticos, no encuentra más argumento que el de engolarse en su ignorancia arrogante, en su ineptitud demostrada, y faltar al respeto a todo lo que se menea; más bien despreciando cuanto ignora, que de eso sabía algo don Antonio Machado... aunque quizás el tal López ni tan siquiera lo intuya.

¡Pero qué mal lleva eso del “sentimiento leonés” nuestro madrileño-segoviano! Ni lo entiende, ni lo respeta (aunque afirme lo contrario con su boquita de piñón), ni le interesa una higa. Recordemos su retahila en una entrevista para el Diario de León (22.12.2011): “siempre he reconocido el sentimiento específico de León, pero a mi en la política no me sienta bien la boina”.

Frase lapidaria, si señor, pero de una estupidez palmaria; solo demuestra el vacío intelectual que brinca solitario por su cabeza. Si alguna vez vio, al menos por el forro de un libro, algo que se pareciera a la Lógica, seguro que es de los que siguen confundiendo “la gimnasia con la magnesia”, y eso por ser un poquitín educado. De cualquier modo, ya lo habíamos comprobado, señoritingo suyo; a usted y a los de su catadura les sienta mucho mejor un tipo de sombrero que le era muy propio a los aprendices de caciques que se paseaban (y puede que aún se paseen) por las cálidas tierras del Sur. No se esfuerce entonces en parecer otra cosa; no le va.

Otra perla para la colección y otra muestra más de su ignorancia con la realidad leonesa: “En León, como en otros sitios, se ha dado siempre una impresión quejosa, el discurso de que nos han olvidado, pero eso no significa que no se tenga que defender el sentimiento leonés” (Necesita el Húsar, con urgencia, un nigromante, un exegeta o por lo menos un intérprete, ante tal despliegue de ciencia... suya y paciencia nuestra; y el optalidón, por favor).

Pero hete aquí que, de sorpresa en sorpresa, el que puede aún llevar más lejos al partido socialista, incluso hasta la desaparición total, nos descubre por fin lo que el entiende por “leonesismo”: “quien mejor ha defendido ese sentimiento ha sido J. L. R. Zapatero desde la presidencia del Gobierno...”.

¡¡¡Cielos!!! ¡Y nosotros sin enterarnos... y con estos pelos! Claro que ya nos habíamos comenzado a maliciar la cosa cuando se manifestaba, tan abiertamente, a favor de la autonomía y defendía, sin que le dolieran prendas, la identidad... castellano-leonesa, ¿no es cierto, señor usted? ¡Pero cómo se puede ser tan lerdo, tan cerril y tan retorcido! ¡Y, para colmo, todavía sostiene, sin que se le caiga un pelo de las pestañas, eso que nadie entiende ni entenderá nunca de “defender ese sentimiento en positivo”! Anda que si lo hubieran defendido en negativo, el “Oeste” sería menos que la reserva de Jerónimo.

Tenemos también un segundo plato en el menú... aunque la interesada está más bien hecha a posar siempre en primer plano, fiel a la doctrina aquella del “que hablen de mí aunque sea mal”.

Pero no les vamos a hablar de nuevo de sus dietas fraudulentas, de las oposiciones impugnadas, de los gastos supérfluos, de las mordazas a los medios, de los doce puestos que ocupa, del dinero que se lleva crudo ni del carbón que le trajeron los ciudadanos (y mira que la lista podría extenderse...); tan solo haremos mención a la última “escurrencia” de “la reina del palacio”. Se necesita tener mala baba, además de una cultura histórica cercana a la que podría manifestar un macaco cangrejero, para intentar verdernos la envenenada idea de presentar en Fitur, a bombo y platillo castellano, la “Red de Villas Históricas del Reino de León”.

¡Fantástica idea!, dirían algunos, y, sin duda un paso más en nuestro deseo de reconocimiento por parte de los demás pueblos de España... Pero ahí está el truco; fíjense, si no, en los nombres y en el, una vez más, reduccionismo absurdo de un reino convertido, por malvadas artes, en una “provincia”, y además de segunda fila. Por ello, no se imaginarán ustedes, crédulos míos, que estos lumbreras están hablando de otra cosa que las villas de la provincia de León... y ni siquiera de todas.

Una vez más y ante tanta manipulación interesada, alguien podría preguntarse, ¿pero no se les pueden parar los pies a estos malintencionados personajillos que están causando tanto daño a la “reivindicación leonesa de León” y a nuestra desesperada búsqueda de reconocimiento de las raíces? ¿Para qué sirve tanto defensor del pueblo, del común o de la madre que los trajo al mundo?

domingo, enero 08, 2012

Para que no lo olvides (18ª entrega): Por la unidad de Castilla

Este es el título de un interesante artículo publicado el miércoles, 5 de Octubre de 2011, festividad de San Froilán, patrono de la Diócesis de León, en el blog "Desde la Tierra de Uceda (http://blogdejosemanuelsanz.blogspot.com).

Afortunadamente queda gente con memoria, ya que se trata de un blog castellano que propugna la unidad de Castilla pero con las ideas claras puesto que se refiere a las dos Castillas, Vieja y Nueva pero, lógicamente, sin incluir al Reino de León, como podéis ver en el mapa adjunto que copiamos de dicho blog:


También en dicho blog hemos encontrado una Acción promovida en Actuable por la Asociación Socio-Cultural Castilla que lleva por título "Por la unidad de Castilla" y os animamos a apoyar dicha petición en el siguiente enlace: (http://actuable.es/peticiones/por-unidad-castilla)

Y sin más, os dejamos el artículo mencionado:

Desde los archivos: León y Castilla la Vieja

En esta ocasión voy a tratar un tema meramente de erudición historicista, pero que me resulta interesante y por ello inicié mi particular "pequeña gran investigación" al respecto: se trata de la identidad histórica y los límites de los Reinos de León y Castilla. Mucho se ha debatido al respecto, y a buen seguro se seguirá debatiendo en el futuro, pero cada uno en esta vida ha de forjarse su visión, particular y personalísima, con aquellas fuentes que haya consultado al respecto. Y en mi caso no las creo malas.

Centraré el origen del estudio en el periodo 1158-1230. La elección de este periodo no es casual, y es que ya por aquél entonces las fronteras del territorio castellano se encontraban relativamente consolidadas; resaltando aquí la gran similitud del marco castellano heredado por Fernando III en 1217 con los territorios que han venido considerándose tradicionalmente "las dos Castillas": Castilla la Vieja y Castilla la Nueva.

Es por ello que podemos considerar a este periodo comprendido entre 1158 y 1230 como el espacio donde Castilla se configuró definitivamente como entidad política claramente diferenciada dentro del contexto peninsular y desarrolló plenamente su personalidad histórica.

Desmontaremos (con relativa contundencia) la "indefinición" aparente de Valladolid y Palencia, en cuanto tierra de frontera. Esa indefinición no es tal, sino que se produjo en el siglo XVI tras la creación de las provincias fiscales y la ruptura del ordenamiento jurídico castellano.

Es comúnmente sabido que las ciudades de Valladolid y Palencia estaban ya en manos castellanas en tiempos de Alfonso VIII. No solo eso, sino que así permanecieron durante toda la Edad Media. Los archivos nos desvelan que no cabe duda alguna en la pertenencia de ambas provincias actuales a Castilla.

La frontera entre los Reinos de León y Castilla fueron, en todo caso y durante toda la Edad Media, las delimitadas al oeste de las merindades de Liébana-Pernía, Saldaña, Carrión, Campos, Infantazgo de Valladolid y Comunidades de Villa y Tierra de Medina, Arévalo, Ávila y Béjar.

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¿En qué fuentes me apoyo para hacer esa afirmación?

En primer lugar, en el Tratado de Fresno-Lavandera (1183), rubricado por Fernando II de León y Alfonso VIII de Castilla, donde fijan los límites de ambos reinos. El contenido del mismo puede seguirse en el siguiente enlace: http://www.ceinos.com/fresno_lavandera.htm

En segundo lugar, en el Tratado de Tordehumos (1194), rubricado esta vez por Alfonso IX de León y Alfonso VIII de Castilla, donde restablecen los límites de sus reinos, ya que tras unas escaramuzas, ofensivas y contraofensivas, algunas plazas habían cambiado de dueño. El Tratado de Tordehumos viene a restaurar la situación de forma práctica a las fronteras definidas en el anterior de Fresno-Lavandera.

En tercer lugar, el Libro Becerro de las Behetrías de Castilla (1352). En este caso nos encontramos con que los reinos de León y Castilla se habían unido en la misma Corona en 1230, por lo que llevaban 122 años unidos. Sin embargo, el Rey Pedro I encarga en 1352 un censo que inicialmente se intituló "Becerro de las Merindades de Castilla", aunque algún copista posterior lo cambió de nombre. Este censo establecía los territorios situados en el Reino de Castilla como tal. Y en él se siguen incluyendo dentro del Reino de Castilla las merindades de Liébana-Pernía, Saldaña, Carrión, Campos y el Infantazgo de Valladolid. Asimismo, las Comunidades de la Tierra de Medina, Arévalo, Ávila y Béjar siempre han estado en Castilla y nadie ha puesto en duda tal extremo.

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En las imágenes que se ven he realizado una identificación municipal de todos los lugares, villas y despoblados que definen los tratados de Fresno-Lavandera, Tordehumos y el Becerro de las Behetrías de Castilla. Con toda esa información es posible saber cuál es la frontera histórica de León y Castilla, no sin esfuerzo, ya que la labor identificatoria municipio a municipio es tremendamente ardua.

Se puede además afirmar que, tras la unión de ambos reinos en la Corona junto con Galicia, Asturias, Vascongadas, etc, ambos reinos mantuvieron sus límites, como bien se nos indica en el Becerro de las Behetrías.

Todas las merindades existentes (incluidas las de la frontera) se agrupaban en otra entidad mayor que las englobaba, la Merindad Mayor de Castilla, donde al frente se situaba el merino, nombrado directamente por el Rey. Las anteriores merindades (Carrión, Saldaña, etc) se llamaban por tanto merindades menores. La Merindad Mayor de Castilla fue una institución que estuvo vigente durante toda la Edad Media.

En tal caso, y ya que hemos podido comprobar que ambos reinos de León y de Castilla mantuvieron su clara delimitación durante todo el medievo, ¿Cuándo comenzó la confusión? Estudiando otras fuentes también es posible ver el momento de la maraña: la ruptura de los ordenamientos jurídicos leonés y castellano por parte de los Reyes Católicos con la creación en 1502 de las "Provincias Fiscales", o lo que es lo mismo, la amalgama de distintas merindades, comunidades de villa y tierra y señoríos puestos de forma un tanto confusa bajo la égida recaudatoria de una ciudad, donde se situaban los funcionarios reales.

 
Los Reinos de León y Castilla, 1760.
La distribución de las provincias fiscales del siglo XVI se puede consultar en: http://books.google.es/books/about/Censo_de_Poblacion_de_Las_Provincias_Y_P.html?id=XC94FY7YNjMC&redir_esc=y

La única función que se persigue en este caso es fiscal, y por ello poco a poco se va desmantelando toda la estructura institucional castellana para dar apetito a las nuevas necesidades recaudatorias de los Austrias.

Por tanto, sin referencias oficiales ni acceso a información posible, los geógrafos y los posteriores intendentes reales vuelven a fijar por error la frontera en el río Pisuerga, dejando las ciudades de Valladolid y Palencia de la parte del Reino de León, como cuando Castilla era todavía un condado. Supone por tanto un retroceso de medio milenio. Así, las merindades de las actuales Palencia y Valladolid, instituciones típicamente castellanas, aparecen "como por ensalmo" incluidas en diversos mapas y provisiones de los siglos XVI, XVII y XVIII dentro del Reino de León. Recordemos que con estos "deslices" se está violando un ordenamiento jurídico que llevaba vigente nada menos que 300 años, el de la Merindad Mayor de Castilla, que comprendía la práctica totalidad de las actuales Palencia y Valladolid.

Se llega así al siglo XIX con una ensalada geográfica que es como para tomarse una tila, y cuya responsabilidad no es de nadie más que de los Habsburgo, que permitieron este desbarajuste territorial con tal de esquilmar más eficazmente hasta el último real de los campesinos, ya fueren leoneses o castellanos, que a efectos del retintín de las monedas, lo mismo daba.


Sin embargo, en 1833 se crean las actuales provincias en España de forma cierta y en vigor (hubo proyectos anteriores que no pasaron de la hoja del papel). Así, el Ministro de Fomento Javier de Burgos, que tuvo muchísimos errores en la creación de las provincias actuales (separó Comunidades de Villa y Tierra y municipios unidos durante siglos adscribiéndolos a provincias diferentes, lo que supuso un trauma social para buena parte del campesinado), sin embargo, no anduvo tan errado a la hora de llevar a cabo la regionalización de la meseta norte. Y esto es así porque, en el fondo y con las fuentes bibliográficas en la mano, podemos decir sin temor a equivocarnos que vino a restituir en gran medida lo que por derecho había sido la personalidad de las gentes del centro de la submeseta norte durante siglos.

martes, enero 03, 2012

Misa de Pontifical y Responso por los Reyes de León: 6 de Enero de 2012

Como es tradicional en estas fechas, nuestros amigos de la "Muy Ilustre, Real e Imperial Cofradía del Milagroso Pendón de San Isidoro" organizan el próximo viernes, 6 de Enero, festividad de los Reyes Magos, a las 12,30 horas una Misa de Pontifical, celebrada por el Sr. Obispo de León, el toresano, y por tanto leonés, D. Julian López en la Real Basílica de San Isidoro, con posterior Responso Oficial por los Reyes de León en el Panteón Real de la Colegiata.

Miembros de la Muy Ilustre, Real e Imperial Cofradía del Milagroso Pendón de San Isidoro con el Pendón de San Isidoro (o de Baeza) ante la fachada de la Real Colegiata Basílica

Como es tradicional, ambos actos religiosos contarán con la asistencia de los caballeros y damas de la Real e Imperial Cofradía y con la actuación de la Coral Isidoriana.

La "Muy Ilustre, Real e Imperial Cofradía del Milagroso Pendón de San Isidoro", fue fundada por Alfonso VII el Emperador (único emperador coronado de toda la península) en el año 1147, tras la conquista de Baeza, siendo la Cofradía más antigua de las existentes en la actualidad en todo el territorio nacional.

Emblema de la Cofradía

1.102 años después de la Fundación del Reino de León, animamos a todos a que se acerquen hasta la Real Basílica a fin de honrar la memoria de los Reyes de León a quienes en su conjunto debemos el primer Fuero de León de 1.017 (con derechos tan actuales y poco comunes hace 1.000 años, como la inviolabilidad del domicilio y a cuya imagen se otorgaron todos los demás del Reino y que sirvieron de inspiración a diversas constituciones de estados modernos), la convocatoria de las primeras y segundas Cortes democráticas del Mundo (las de León en 1.188 y Benavente en 1.202) y la fundación de la Universidad más antigua de España (la de Salamanca en 1.218).

Vista del Panteón minutos antes del responso del año 2010

Nuestro Colectivo de Opinión se une a lo manifestado en diversas ocasiones por ComunidadLeonesa.ES Coordinadora de la que somos socios fundadores, e insiste en que "TODOS los leoneses (y por extensión los españoles y los europeos) debemos sentirnos orgullosos de nuestra historia, nuestra cultura y nuestra identidad y buena forma de demostrar dicho orgullo es rindiendo público homenaje a aquellos Reyes que hicieron grande al Reino de León "antes de que Castilla tuviera leyes", como muy bien dice nuestro himno.

Somos hijos y herederos de un glorioso pasado y merecemos, como cualquier persona libre, poder decidir nuestro futuro. En nosotros está recuperar el orgullo de ser LEONESES y no quedarnos impasibles ante el nuevo colonialismo que, además de hundirnos económicamente, persigue despojarnos de nuestra cultura, nuestra identidad y hasta nuestro nombre."

Inauguración del Monolito conmemorativo del 1100 Aniversario del Reino de León por el Abad de la Real e Imperial Cofradía, el Alcalde de León y el Abad de San Isidoro

¡¡¡VIVA EL REINO DE LEÓN!!!

¡¡¡PUXA'L PAÍS LLÏONÉS!!!