miércoles, abril 03, 2013

Para que no lo olvides (22ª entrega): Identidad útil

Cuceando por la red y por diversos papeles que guarda por su indudable interés, encuentra el Húsar un artículo (¡mira que tiene manía...!), de fecha 27 de Septiembre de 2009, firmado por las iniciales S. E., publicado en El Norte de Castilla y que llevaba por título:


con el siguiente subtítulo: ”Las conclusiones del foro sobre 'La identidad útil' de Castilla y León resaltan la «amalgama de ventajas» de vivir en una comunidad que debe huir de complejos".

Han pasado más de tres años y medio, y van treinta desde que se inventaron el engendro, y las cosas siguen igual, erre que erre: la Junta dilapidando nuestro dinero para, sin éxito, inventarse una identidad, y nosotros, por lo menos algunos, denunciando unas prácticas, cuasifascistas (o sin el cuasi) y etnocidas con las que, con todo el poder que da el dinero, producto del saqueo de nuestros impuestos, tratan de hacer desaparecer de la faz de la tierra cualquier atisbo de identidad leonesa.

Por ello, no nos resistimos a copiar el artículo en cuestión, intercalado, no podíamos dejar pasar la ocasión, con nuestros comentarios:


La identidad se hace, no nace (iluminado que es el buen hombre, ¿no?; ¡y nosotros que creíamos que era lo contrario...! y seguramente el resto del mundo) y la de Castilla y León debe abandonar complejos y «evitar visiones pesimistas o mortificadoras». Ésta es una de las conclusiones del Banco de Expertos (no me haga usted contarle la fábula del burro asesor del hombre del tiempo...) promovido por la Consejería de la Presidencia tras el primer seminario público que celebró el viernes, en Valladolid, y que dio vueltas a la idea de la identidad de la comunidad como algo útil, pragmático (ni tanto que ha convertido esa ciudad en un agujero negro que lo engulle todo...).

«Las identidades se construyen, se crean y se recrean, no son entes preexistentes», apuntan los expertos. Ésta es la idea que da el primer empujón a la tarea de los pensadores, que reconocen que parten de una conciencia regional «modesta», marcada por una querencia provincianista y local que se impone a la autonómica. Esa identidad recatada, humilde, sobria, de hoy, se fundamenta en la histórica vinculación de «la vieja Castilla» con el «todo unitario de España» y un regionalismo que surge «a la defensiva», frente «a las pretensiones autonomistas y lo que se consideraban privilegios de las regiones periféricas». Poco contribuyeron a fortalecer el sentimiento de región los pensadores de la Generación del 98, al identificar Castilla con España, y el nacionalcatolicismo franquista, «que terminó por difundir una imagen poderosa y excluyente de estas tierras, a modo de macizo de la raza plena e intransigentemente identificado con la dictadura», apunta el elenco de conclusiones del foro.

Hay que reconocer que estos dos párrafos no tienen desperdicio ya que, no solamente confiesan que van a “fabricar” una identidad, lo que presupondría su inexistencia sino que, por si hubiera dudas, admiten expresamente que parten de una “conciencia regional modesta”. Pero lo que es auténticamente para enmarcar o para que alguien les suelte una coz en pleno cerebelo, a ver si despiertan de sus sueños imperiales, es que para hablar de “identidad regional” se refieran, únicamente, a la “vieja Castilla”, olvidando, interesadamente, a las tres provincias que constituyen el País Leonés y que, además, en esta autonomía inventada, la vieja Castilla está incompleta (faltan las provincias de Santander y Logroño). Claro que, de tan "vieja" ya chochea, está atacada de demencia senil o la persigue insistentemente, un alemán, con aviesas intenciones, llamado Alzheimer... ¿Por qué no se toman la pastilla adecuada y nos dejan a los demás en paz?

La situación actual de una comunidad autónoma que no surge por la reivindicación de sus gentes, sino que tiene en las élites de los partidos políticos a «sus verdaderos creadores» y las causas históricas que cimentan el «escaso papel que desempeñan los elementos identitarios como motores de la autonomía» sirvieron a los expertos que promovieron el debate para plantear las líneas que deben dirigir la 'construcción' de esa «identidad práctica», de futuro.

¡Con esto ya se han salido y hasta podríamos decir que han hecho pipi fuera del campo! ¡Y mira que ya es difícil, con lo grande que es...! Un lugar de honor, en la antología del disparate, merece esto que acabamos de leer; se pregona y se reconoce, sin ningún tipo de rubor, que la comunidad autónoma que padecemos tiene «en las élites de los partidos políticos a sus verdaderos creadores» , además de que confiesan haber promovido el debate para «plantear las líneas que deben dirigir la 'construcción' de esa ‘identidad práctica’, de futuro». Luego acusarán a los “nacionalismos periféricos” de ¡¡¡inventarse la historia y manipular a la sociedad!!! ¡Tipejos así merecerían ser exiliados lejos, donde no pudieran seguir emponzoñando a la sociedad, a cambio de vivir como señoritos de cortijo extremeño del siglo XIX. Como vulgarmente suele decirse “Ningún cagau se huele”.

Reorientar el trabajo

El primer paso es huir del «pesimismo congénito» y las «ideas preconcebidas» sobre realidades como la despoblación, el paro o «la supuesta debilidad del carácter emprendedor del castellano y leonés». El mensaje es fuera complejos.

Con presencia de ánimo alta, el segundo paso será reorientar los trabajos de construcción de esa identidad. La trabazón entre lo español y lo castellano y leonés es tan estrecha que minará cualquier intento de edificar una identidad para la comunidad basada en la diferencia. Bastan dos ejemplos, la lengua y la riqueza del patrimonio histórico y natural abanderan las señas de identidad autonómica, pero también las de España. Los expertos aconsejan encarrilar los trabajos hacia una identidad «integradora» y abandonar la línea «excluyente».

Otra prueba más de que algunas mentes “pensantes” creen posible seguir con sus inventos. Parece que se dicen: “Si fue posible inventarse una comunidad autónoma ¿por qué no vamos a inventarnos una identidad para dicha comunidad?" Y como tienen el poder, el dinero y el BOCYL, boceras o vocero, que tanto le da al Husar, pues ¡hale! a ello que andamos desocupados...

En este nuevo campo, Castilla y León es toda «potencialidades» para el 'banco de pensadores'. La lengua común, el patrimonio, la naturaleza, la gastronomía, la extensión territorial, el diálogo social, «e incluso rasgos culturales propios, a veces un tanto vulgarizados, como la lealtad y la reciedumbre», conforman una «amalgama de ventajas» para «reactivar la confianza de la gente de Castilla y León, fortalecer los perfiles de una comunidad interior y amplia, diversa y abierta, tolerante, con capacidad de recepción y muchas vecindades». Nueve regiones españolas y dos de la vecina Portugal rodean Castilla y León. Y como aglutinadores, el Duero en el interior y la montaña en los bordes regionales. Y con eso, a trabajar.

No deja de ser curioso, viendo este párrafo, que un programa de ordenador sea más inteligente que un “caterva de sabios”, llamada “banco de pensadores” a sueldo de la Junta. Tal vez se pregunte el avispado lector del por qué de este comentario del Húsar y la respuesta es muy sencilla. El “es” que aparece tras “Castilla y León” aparece subrayado como error. Es bastante evidente que para Word, como para la gramática española, dos sujetos unidos por una conjunción copulativa, Castilla Y León, siguen siendo DOS sujetos y por lo tanto deben llevar el verbo en plural. Pero ¿qué mas da? Si me apetece, cambio la gramática, la historia, la geografía y hasta las matemáticas. Mira tú que si en Vayadolor uno más uno sigue siendo uno... o puede que uno y medio. A saber.

Y por si a alguien le quedan dudas, adjunto al propio artículo, nos facilitan las líneas maestras que proyectan seguir para fabricar una identidad de nuevo cuño. Ríase Ud. de las manipulaciones de los “malos, malotes” nacionalistas periféricos a los que tanto critican y a los que, en su fuero interno, envidian como el que se quedó tuerto para que el otro se quedara ciego:


IDENTIDAD PROPIA

Línea de meta: El objetivo final es construir una identidad de Castilla y León «pragmática» que ponga en valor «las oportunidades de futuro» de la comunidad «en la España de las autonomías».

Punto de partida: Se parte de una conciencia regional «modesta» en un territorio con «querencias provincianistas» y locales que provoca «serias dificultades» para generar en la ciudadanía una vinculación afectiva hacia la comunidad. No ayuda «el pesimismo congénito» sobre la «supuesta debilidad» de Castilla y León.

Causas históricas: El tímido regionalismo que se generó aquí surgió «a la defensiva», frente a los supuestos privilegios de la periferia, por la vinculación de «la vieja Castilla» a la idea de España. A esa identificación contribuyeron los pensadores de la Generación del 98 y luego el nacionalcatolicismo franquista.

Padres políticos: Con esos mimbres, el nacimiento de Castilla y León como comunidad autónoma fue fruto del empeño de la élite política, no de una reivindicación ciudadana.

Integradora, no excluyente: No tiene cabida una identidad excluyente al compartir señas de identidad como la lengua o el patrimonio histórico con España. Hay que reorientar el trabajo hacia una conciencia integradora que conjugue «la riqueza de la diferencia con las ventajas de la lealtad constitucional».

«Amalgama de ventajas»: El diálogo social, la calidad de vida, la lengua, el patrimonio histórico y natural, la gastronomía, la extensión y rasgos «culturalmente propios», a veces «vulgarizados», como la «reciedumbre y la lealtad», pueden afianzar una identidad que reactive «la confianza de la gente» en una comunidad «diversa, tolerante y con capacidad de recepción».

Efecto frontera: Nueve regiones españolas y dos lusas abrazan la comunidad. Esa vecindad debe traer ventajas económicas y sociales.

El Duero y la montaña: El Duero es elemento integrador en el interior y la montaña, en los bordes.

Por último, y por si faltaba algo, tenemos que resaltar la “independencia” de El Norte de Castilla y su “gran respeto” por la libertad de expresión puesto que, pese a indicar en el encabezamiento de la noticia que ésta tenía 25 comentarios, todos han sido borrados. ¡El crimen siempre deja huella, señor manipulador...! Mucho se teme el Húsar que serían del mismo tenor que el dejado por el mismo Húsar (previsoramente guardado) y que también ha desaparecido. Os lo dejamos a continuación para terminar este artículo que esperamos os haya prestado, aunque, justo es reconocerlo, nos pone de un mal café que ríase usted de la leche... que ya ni les nombro para no hacerles el juego:

Desde luego, para semejante viaje ¡no necesitaban albardas! ¡¡Hay que tener arrancadeiras para decir «Las identidades se construyen, se crean y se recrean, no son entes preexistentes» y luego quejarse de que “los nacionalismos periféricos” manipulan e inventan la historia!! ¿Cómo llaman estos “expertos asalariados” a la invención de una identidad si no es manipulación?

Lo único que nos queda claro es que en esa búsqueda de identidad los leoneses de las tres provincias estamos totalmente fuera de lugar ya que la identidad que, según confesión propia, tratan de inventar se fundamenta en la histórica vinculación de «la vieja Castilla» con el «todo unitario de España», así que por nosotros, los leoneses, los restos de Castilla la Vieja que quedan en esta Comunidad pueden inventarse lo que les dé la gana (aunque duda mucho el Húsar de que burgaleses, sorianos, abulenses y segovianos estén muy por la labor y no le queda clara la postura palentina) pero que nos dejen a nosotros tranquilos con nuestra identidad, nuestra cultura y nuestra lengua ya que, por mucho que se empeñen, seguiremos siendo lo que siempre fuimos: LEONESES Y ORGULLOSOS DE SERLO.

¡Y ahora vas y lo cascas!

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