Que ya estamos en plena feria de la vanidades electoreras es algo que no ignora ni el más tierno de los infantes de a 2.500 €. Sorprende, sin embargo, que los encargados de montar la ceremonia del encantamiento previo al voto, los hechiceros mayores de cada una de las tribus, logias, partidos o mafias varias, los hipnotizadores prestos siempre a perpetrar todo tipo de entontamiento colectivo…, pretendan que sigamos dando de sí nuestras descomunales tragaderas (hemos entrenado ya demasiadas veces, es cierto, con ruedas de molino) hasta ser capaces de morder el anzuelo y zamparnos un AVE con su vía de ancho europeo incluida. ¿Pero no habíamos quedado en que el animalito a sacrificar en el menú navideño de este agonizante 2007 venía adornado de pelo y no de plumas? ¡Que no es lo mismo, oiga! Que, al menos, el pelo de conejo, según reza el refrán, debe ser extremadamente caro y, sin embargo, las plumas no servían más que para confeccionar plumeros con los que limpiar las chapas de las cocinas económicas de nuestros pueblos.
Esta reflexión, a modo de preámbulo, viene a propósito de lo que nos cuenta la prensa, en estos días en los que, con jaranas varias, excesivo y casi amoral boato, insulsos, manidos y ya rancios discursos, además de los acostumbrados y casi vomitivos cortes de cinta (con banderita “tu eres linda”, por supuesto), se celebra la llegada de cierta avecilla sietemesina, un tanto bizca, tocada del ala y paticoja.
¡No vean ustedes la que se ha preparado! Hasta nuestros próceres y otros mandamases varios han llegado a discutir por un quítame allá este sitio que me pertenece, esta invitación que no me ha llegado a tiempo, esta carbonilla que me ha fastidiado el traje o este soterramiento que no he promovido. Mas, ¡regocíjense todos ustedes, los de siempre ya están servidos! Y, como en esta “gran región”, “en esta nuestra comunidad”, lo tuyo es mío y lo mío lo vendo como si lo fuera, ¡”ya tenemos AVE” en el Este y León! ¿Que no llegará hasta la capital de ese incorregible, mostrenco, rebelde y montaraz Reino del Norte, “al menos hasta 2012”? ¿Qué importa?
Naturalmente, según nuestro bien amado alcalde (el de los ramalazos leonesistas… cuando “toca”), «el viaje en tren a Madrid tendrá ahora una duración menor a las tres horas del trayecto en coche». Todo ello viene a confirmar que, para algunos o más bien para los de siempre, lo verdaderamente importante es seguir dando carrete al personal, arguyendo que basta con “reducir el tiempo entre León y Madrid”, lo que parece haberse conseguido.
Pero, por otro lado, no se me pierdan un segundo argumento, de peso (o de PSOE); es el siguiente «El coste es más bajo, pues ahorras el peaje y los leoneses también se verán beneficiados por un menor riesgo de accidentes o multas»… ¡Y se quedó tan ancho…! ¡No, si ya dicen algunos que “no hay mal que por bien no venga”! Aunque, en éste, como en demasiadas circunstancias, tanto políticas como económicas, ya podía cumplirse aquel otro adagio que reza: “no hay mal que cien años dure” (ni cuerpo que lo resista que se dice con "retranca leonesa" por nuestros pueblos); y esto, para la eternidad castellana que nos pronostican, no dejaría de ser un consuelo…
Sin embargo, por los aciertos anteriores, me fío yo muy poco de estos adivinos de todo a cien; ¡no dan ni una! Primero que si el famoso pájaro llegaría, epatándonos con su vuelo rasante, en 2008 (promesa expresada tras el consejo de Ministros celebrado el León el 23/07/2004); luego que si, probablemente, en 2010 (seguro que para no estar ausente de los fastos del León Real…o virtual, que lo mismo nos sorprenden con otro pase mágico, y entre jamalaji, jamalaja, también nos lo terminan birlando…); no deja de haber otros que barruntan que lo veremos surcar, raudo y veloz, la campiña leonesa, en 2012 (buen motivo para otro entretenimiento electoral), mas, lo peor de todo es que, en estos momentos de recogida de resultados, la situación la pintan más que calva, pues ni el propio ZP se atreve a pronosticar ya una fecha… y ¡mira que es osado el hombre, para estas cosas!
No falta, por otro lado, quien pretenda seguir calentando la oreja leonesa, en su papel de guardián de la tribu con vocación de esquirol en contra de aquellos a los que dice representar, léase "Miguelito" el de San Andrés, quien, cualquier día será capaz de reeditar el milagro de los panes y los peces o de convertir en AVE, cualquier pajarraco, aunque sea un pájaro de mal agüero; como en el chiste del lepero, un pavo le serviría o puede que algún grajo despistado, parroquiano inveterado de las torres de la catedral. En efecto, trata de que nos tomemos en serio el hecho de que “el primer tramo (de doce) de la línea de alta velocidad que unirá Palencia con León (¡pero si en León las obras avanzan menos que un cangrejo asustado!), va a comenzar en breve, cuando, en realidad, las primeras obras solo afectarían al 7’6 % del recorrido, no estando, algunos de los otros once tramos, ni siquiera presupuestados; y eso sin hablar de la integración del ferrocarril en Palencia ciudad, algo que, por lo que nos dicen, no está, a fecha de hoy, ni en el mundo de los posibles. Pero si avanzamos ¡Y pensar que, por la capital del mundo mundial de esta su comunidad, se propagó el infundio de que el tren llegaba a la misma, sin llevar a cabo los trabajos del soterramiento (lo que conllevaría un derroche enorme de millones, puesto que las obras actuales no servirían de nada), para que llegara lo más rápidamente posible a León, según la promesa hecha por el Sr. Rodríguez…! Item más, que “si pudiera llevarlo a León, sin pasar por Valladolid, así lo haría el Gobierno del Sr ZP.. ¡Qué desprendidos, que sufridos! ¡Pobrecitas víctimas que deben sacrificarse, asumiendo nuevas competencias, soportando obras, creciendo en infraestructuras e incluso aceptando una capitalidad que nadie quiere, y que tan pocos beneficios produce…!
Desde luego, estos aprendices de brujo, como esos otros políticos que se dedican a las artes adivinatorias, deberían apuntarse a un cursillo, con la máxima urgencia. ¡Anda que si su porcentaje de aciertos está en consonancia con lo que pronostican en y para León, o hacen un Master, a toda prisa, o se van, de una vez, a freír puñetas.
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