El pasado día 7 de Julio leyó el Húsar con perplejidad el siguiente titular: Matías Llorente podría salvar hoy la cabeza a Fernández e Ibán al aportarles sus avales en la guerra del PSOE (http://leon.elsoplon.net/2011/07/matias-llorente-podria-salvar-hoy-la-cabeza-a-fernandez-e-iban-al-aportarles-sus-avales-en-la-guerra-del-psoe//). No deja de tener su aquel que sea un "indepediente" (Matias Llorente no es afiliado) quien tenga que "salvar la cabeza" de la directiva de un partido en contra de sus afiliados.
Todos sabemos que en política hay que cuidarse, por orden de peligrosidad, de los adversarios, de los enemigos y de los compañeros de partido (léase, incluso, en sentido inverso), pero ¿tan mal están las cosas tras los resultados del 22-M que hay que utilizar a "los de fuera" contra "los de dentro"?
Por otra parte, estando de acuerdo con la postura de los críticos, puesto que si la Diputación representa a los pueblos de menos de 20.000 habitantes, lo lógico es que los diputados provengan de dichos pueblos y no se debería "premiar" con una prebenda, como es la Diputación, a quienes han fracasado, (en ambos casos, además, bastante estrepitosamente) en sus feudos particulares (León y San Andrés) sino a quienes han mantenido o mejorado sus resultados, puede uno preguntarse por qué, hasta ahora, mientras estuvieron en el Palacio de los Guzmanes, no dijeron ni una palabra para defender esa postura y solo se acordaron cuando, a dedo, lo mismo que les dieron, les quitaron, es decir "el momio".
Y por último, una reflexión para los que aceptan cualquier cacicada si es "de los suyos" ¿A donde va un partido que premia a dos perdedores (Iban y Gancedo) llegando a crear un cisma, simplemente para dejarlos "colocadines" durante cuatro años? ¿Que democracia hay en el PSOE leones cuando los críticos no hacen más que pedir que no haya represalias? ¿Seguimos con aquello de que "el que se mueve no sale en la foto"? ¿Puede, sinceramente, algún leonés confiar en que cualquiera de esos representantes van a defender nuestros intereses como pueblo cuando están más preocupados por pelear entre sí "a cara de perro", con los propios miembros de su partido, en un "quítate tu para ponerme yo" perpetuo que poco o nada tiene que ver con el espíritu de servicio a la comunidad que, se supone, debiera guiar las actuaciones de los políticos?
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