Don Mariano nos dice, de forma distraída, que la reforma laboral que viene le va a costar una huelga general. ¿Y quien te la va a hacer Marianico? ¿Los sindicatos que tú das de comer y que sin tu ayuda se morirían de hambre? Los sindicatos sirven para adormecer al obrero, para hacer de malos cuando el gobierno lo requiere, para convocar huelgas cuando el ejecutivo de turno necesita hacer ver ante Europa que son los más duros del sur... sirven para todo menos... para proteger de verdad al que vive de un sueldo ganado honradamente. Mariano y sus secuaces, como todos sus predecesores, son fantoches cuyos hilos son manejados por un puñado de feroces e insaciables alimañas. El pueblo desunido e incapaz de pensar de forma libre y autónoma, es una marea amorfa que se mueve al son que los fantoches tocan. Son nombrados ministros personas que pertenecieron a bancos que causaron la crisis, se “reducen” los sueldos a los directores de cajas que han arruinado en vez de meterles en la cárcel y para mas INRI solo se les reduce el sueldo base, no así los complementos y dietas, que estos se pueden subir el doble si quieren y compensar así con creces la bajada que nos dice el gobierno. Se están riendo de forma estruendosa en nuestras narices y nosotros ensimismados con Mou y Guardiola, con sálvames y acorralados, con olas de frío y de calor inexistentes, con Garzones, Gürteles, con el “y tu mas...”. Carnaza variada con la que alimentar y aniquilar el cerebro de la chusma. Yo me niego a ser así pero sin pretenderlo y precisamente por ello ¿seré una pieza más de este entramado endiablado? O despertamos todos a la vez de esta pesadilla o como continuemos pensando en que un príncipe azul lo va a hacer con un dulce beso, vamos a seguir en este mal sueño unos cuantos siglos. Yo intento espabilarme con todas mis fuerzas cada día porque solo pensar en un beso de Juan Carlos, Felipe o Leticia, hace que mi pesadilla se convierta en horror, angustia, pavor, pánico, estremecimiento, consternación, ansiedad, temblor, espanto...
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