Por el interés que la misma encierra, nos permitimos copiar la carta siguiente que fue publicada en el Diario de León digital. Un solo comentario, las negrillas son nuestras:
Consciente de las diferencias existentes entre los distintos pueblos que conforman el Estado, la Constitución en su artículo segundo reconoce el derecho de las diferentes regiones españolas a dotarse de autonomía. Esto sentó las bases del actual Estado de las Autonomías.
En este sentido los leoneses no entendemos por qué la región que alberga a nuestro pueblo, la región leonesa, ha venido siendo una excepción al respecto. ¿Por qué todas las regiones de España se han podido constituir en comunidad autónoma y no la leonesa? Razones históricas y culturales no nos faltan. Y, por otro lado, no olvidemos que a los leoneses se nos incluyó en un irregular proceso en una autonomía que no queríamos («por razones de Estado», se decía).
A algunos políticos leoneses les puede parecer esto entrar en un debate sin sentido (dicen interesadamente que no se puede «repensar» esta comunidad autónoma, que el mapa autonómico está cerrado, etcétera). Pero los que defendemos la Constitución Española y queremos a León no podemos cejar en el empeño de reclamar lo que es justo para nuestro pueblo, el derecho a ser iguales que las demás regiones; ni más ni menos.
La reforma del Estatuto de Autonomía de Castilla y León podría ser una buena ocasión para empezar a cambiar el status actual. León no se merece permanecer en la situación de abandono económico y de nuestro patrimonio cultural que viene padeciendo -basta comparar las estadísticas de 1983, año de nuestra inclusión en el ente autonómico, y los datos actuales-. Tampoco tenemos que seguir soportando la negación de nuestra identidad: se nos oculta ante la opinión pública como región, se dice que somos una provincia más dentro del ente «castellanoleonés» o «castellano y leonés» (¿es que acaso se puede ser dos cosas diferentes a la vez?). En este aspecto me vienen a la memoria las palabras de Julio Caro Baroja: «Para liquidar a los pueblos se comienza por despojarles de su memoria; se destruyen sus libros, su cultura y su historia. Y alguien les escribe otros libros, les da otra cultura y les inventa otra historia. Luego el pueblo comienza a olvidar lentamente lo que es y lo que era. El mundo a su alrededor lo hace más rápidamente».
Los leoneses no estamos reclamando ningún trato de favor, simplemente queremos devolver a esta región a la posición que debería esta ocupando y recuperar su reconocimiento a nivel institucional como la región diferenciada que es.
Alfonso González (León).
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