Nuestro Colectivo de Opinión acaba de recibir el siguiente correo desde Villafrades de Campos al que hemos contestado con el que copiamos a continuación:
Estimados amigos:
Mi nombre es Maite y os escribo este mail desde Villafrades de Campos (Valladolid). He visitado el sitio relacionado con el Húsar Tiburcio Fernández y he quedado bastante sorprendida. Resulta que, hasta dónde nuestras investigaciones alcanzan, el heróico Húsar era natural de Villafrades de Campos, en la provincia de Valladolid, un pequeño pueblo de apenas 100 habitantes. No pretendo acabar de un plumazo con vuestra "no capitulación" ante las "presiones de la Junta de Castila" pero la realidad es esta: Tiburcio Fernández nació en Villafrades de Campos, Valladolid, y en nuestro poder obra su partida bautismal que así lo demuestra. Si tenéis alguna duda de lo que os cuento, o si queréis contactar con nosotros, cosa que me alegría de veras, podéis hacerlo en el e-mail: mamiriol@hotmail.com. Y si queréis que nos conozcamos estaremos el próximo día 30 de septiembre en la Plaza Mayor de Astorga, dónde, en el marco de las Jornadas Napoleónicas, rendiremos un sentido homenaje a nuestro heróico paisano en la recreación que se hará de su muerte.
Sin más, de verás que espero noticias vuestras porque leoneses, castellanos o castellanoleoneses, todos admiramos al Húsar y hemos de hacer que su figura se conozca y se reconozca aún más.
Un saludo
Respetada señora:
Agradecemos su, al menos en apariencia, "envenenada" información, pero, queremos tranquilizarla, en varios sentidos. No ignorábamos, en efecto, la procedencia del Husar Tiburcio Fernández, ni siquiera la polémica sobre su segundo apellido, su(s) hermano(s), etc. Nos consta que existen, incluso, algunas páginas web del propio pueblo en las que se aluden a éstas y otras cuestiones relacionadas con el mismo. Es más, algunos miembros del colectivo conocemos perfectamente, y también por otras cuestiones, el pueblo de referencia. Sin embargo, (no se olvide que la historia está ahí y que ya no puede ser cambiada, aunque, especialmente en estos últimos tiempos se intente, de manera poco honesta y menos científica) y teniendo en cuenta que, a lo largo de mucho tiempo esas tierras pertenecieron tanto al Reino de León como a la Región Leonesa y que la propia ciudad de Valladolid fue fundada por el Conde Ansúrez, por expreso deseo de su rey y precisamente “para evitar el avance de los castellanos” (¡qué ironía!), no hemos visto ningún tipo de inconveniente en adoptar este nombre para intitular nuestro colectivo de opinión; incluso, si consideramos que, como por aquí se dice, “no se es de donde se nace sino de donde se pace” y reparando que la gesta heroica del cabo de húsares tuvo lugar, por cierto, en la leonesa ciudad de Astorga, frente a un invasor (en este caso francés), los fundadores de este colectivo no han dudado en hacer suya la conocida frase del mismo (“yo no capitulo”), naturalmente y como se afirma en la presentación, con las salvedades que la democracia impone y que, por otro lado, queremos significarle, en modo alguno, se han aplicado con esta tierra leonesa.
No hay, pues, motivo de sorpresa ante lo que usted haya visto o leído ni supone un escándalo cuanto nos comenta ni vamos a rasgarnos las vestiduras por el hecho que relata ni abandonaremos nuestra “no capitulación” contra la Junta de Castilla (como usted bien dice ¿o le ha traicionado el subconsciente?); nos asiste el derecho de opinión, de libre expresión (casi ya es lo único que nos queda) y nos vemos en la absoluta obligación de luchar contra todo lo que suponga una vejación, una ocultación o cualquier otro tipo de agravio (económico, político, social, histórico, lingüístico, costumbrista, etc.) para con lo leonés o los leoneses.
En el respeto, sin embargo, a lo castellano y los castellanos (como al resto de los pueblos y regiones de España), reclamamos el mismo para nosotros, para nuestras cosas y para nuestra forma de ver el mundo, al tiempo que no entendemos ni entenderemos nunca ese extraño hibrido de lo castellanoleonés, más propio de un epíteto despreciable por lo que encierra de sumisión al poder, a las nuevas modas y a lo políticamente correcto (al menos para determinada gente y en los momentos actuales) o, simplemente, más cercano a una desviación psicológica que, de ser verdad (si alguien se creyera, realmente, ambas cosas a la vez), debería ser atentamente estudiado por los profesionales de la psiquiatría. En palabras de uno de nuestros escritores actuales, Julio Llamazares, lo de castellano-leonés es lo mismo que, en el pasado, el calificativo de austro-húngaro, “pero en pobre”, o tan imposible de consolidar como lo de servo-bosnio; eso sí, de momento, sirve para que algunos vividores se aprovechen de este pueblo y de la buena fe de sus gentes.
No renunciamos tampoco al encuentro que nos propone; no tememos a la discusión ni al debate de ideas, pues nos sobran razones y argumentos para nuestra lucha. El problema es que ese día varios miembros del colectivo estarán en Madrid por el simple motivo de la presentación de la plataforma ComunidadLeonesa.ES, en la que el mismo se encuentra integrado junto con otras 15 asociaciones que buscan sus mismos objetivos de respeto y reconocimiento para la Región Leonesa.
Un atento saludo del húsar que sigue y seguirá sin capitular.
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