Lavar en la presa de la Era del Moro
ATARDECER
Atardecer de mis sueños y esperanzas que te vas
como el ayer y el mañana ¿Por qué? ¿Por qué me
abandonas en esta soledad tan grande, que me
deja triste a solas con mis lágrimas inexpertas
de un mundo aún ignorado?
Atardecer quieto y callado, como... si no tuvieras
vida, como... si no existieras, que te mueres sin
un gemido, sin una pena.
Atardecer de mi vida que rompes con tu calma
eterna mis ansias dormidas por el paso de un tiempo
lleno de incredulidad.
Atardecer diáfano que llenas con tu dulzura de un
Sol vago allá en la lejana frontera, que te duermes en
brazos de tu amada la noche.
Atardecer de mi alma que disipa mis temores y tristezas,
dándome un placer infinito de goces rotos por el
despertar de un sueño, que sueño era.
Atardecer que te vas extendiendo sobre el valle
desierto durmiendo poco a poco, los cansados cuerpos.
Atardecer melancólico, como el viejo tañido de la campana
de la iglesia, que te marchas buscando
la oscuridad y el sueño eterno.
1 comentario:
Hola, he estado dando un repaso por google y he visto el blog vuestro y he llevado una grata sorpresa al ver el poema que puse el mes pasado.
Os doy las gracias porque os halla gustado y este ahí puesto.Lua
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