El Húsar no puede por menos que llevar, de nuevo, a su pluma (a pesar de haber hecho ya una incursión anterior en “Vivan las caenas y otras lindezas semejantes”), matizados por su malicia natural, algunos de los comentarios que proliferan, estos últimos días, por foros, chats, blogs, periódicos y emisoras varias de esta “nuestra tierra” y aledaños.
En primer lugar ha surgido, con un intento de apabullante cientifismo y una virulencia dignos, como siempre, de mejores causas, la polémica por el 24 de abril.
Debemos señalar, para que, en la medida de lo posible, sepamos todos de lo que estamos hablando, qué representa esta fecha, lo que significó y, sobre todo, lo que viene significando. Trata (observen ustedes el escándalo) de recuperar la memoria de un hecho, como la mayor parte de los ocurridos a lo largo de la historia de este pueblo, poco conocido y, seguramente, peor interpretado. Sí, por los unos y por los otros, convenimos en ello, mas esto no nos priva de razón.
No acertamos a comprender, de todas formas, cuál es el mecanismo que, ante situaciones como la que comentamos, se pone en marcha, en la cabeza de determinados individuos que conviven con nosotros pero que, incluso en confesión pública de algunos de ellos, no se sienten leoneses ni les importa, en modo alguno. Claro está; ellos han nacido en Asturias, Galicia, Extremadura o vaya usted a saber y, por lo mismo, parecen gozar de todos los pronunciamientos y eximentes para entrar a saco (probablemente porque con el saco lleno salen) en cuanto pueda referirse al ser o sentir leonés. Sin embargo que nadie ose criticar ni su historia (si es que la tuvieron), ni sus símbolos ni sus leyendas; saltarían al cuello de quien se atreviere, le declararían “persona non grata” (ejemplos tenemos, a pesar de que algunos critiquen la paja y no vean la viga), le lanzarían un terrible “conxuro” o, incluso, si pudieran, resucitarían a Torquemada (castellano de pro, por cierto, y, por lo que podemos juzgar, integrista digno de ser imitado en estos tiempos de democracia vigilada).
Pero hay algo que, sin embargo, no podemos por menos que reconocerles: inteligentes no deben ser mucho (a los hechos y a la trayectoria profesional nos remitimos), pero listos y aprovechados más de lo que aparentan. Oportunos, puede que tampoco, pero oportunistas y ventajistas; de los del as en la manga, si te descuidas. ¿Respetuosos con las ideas de los demás…? Ni se les pida; ellos se sienten ungidos de la sabiduría que les proporciona el pensamiento único y atados a la noria de los intereses del poder, darán mil vueltas hasta desgastar los cangilones frotándolos contra un fondo del que ya no se extrae más que miserable arena y alguna que otra inmundicia.
Su táctica es la de entender lo que leen a la medida de sus intereses y adaptándolo a una previa argumentación preparada. Luego, ya de nada servirá el que tú trates de desdecir lo que ellos dicen que dijiste; el daño está hecho, la cizaña sembrada y, en el corazón de los pusilánimes, la duda ensombrece, cual arboleda frondosa, la más tímida de las luces que puedan marcar un camino de esperanza. Eso es puro ventajismo, mala voluntad y puritita manipulación que ya no engaña más que al que quiere dejarse seducir por silbidos de... ¿serpientes envidiosas?
Pero, vamos a ver, listillos de tres al cuarto; ¿dónde, cuándo o quién ha hablado de que aquí hubiera franceses, en el día de autos, de que se hubieran producido asesinatos o motines, ni menos aún, de que el hecho tuviera, en aquellos momentos, algo que ver contra los castellanos? No ignoramos, claro está, que en otros lugares de España se produjeron acontecimientos semejantes, incluso en días anteriores a esa concreta fecha, pero, por más que la mala bilis les empuje a continuar escribiendo en contra, seguirán dándose de bruces contra unos hechos incontestables que, ni aún algún “intelectual”, de firma, (¿?) se ha atrevido a negar.
Eso es lo que tenemos todo el derecho a celebrar, a divulgar y a reivindicar. ¿Que el hecho ocurrió el día 24 de abril y que la víspera intentan imponernos una fiesta que no aceptamos como nuestra…? “Se siente…” ¿Que dicha fecha y su oportunidad puede servirnos para seguir reivindicando nuestra identidad? ¿Y qué? ¿Que el hecho permite extrapolar hacia una situación actual de colonización no querida, según se viene manifestando, de forma reiterada? ¡Pues vale! ¿Que este tipo de manifestaciones fastidian al poder, estropean, en horas, la labor de propaganda alienante, de meses, e impiden la consolidación de esta situación de neocolonialismo? Es tan lícito como que nos encontramos en democracia y, con el respeto debido (también para nosotros), podemos y debemos seguir expresando nuestras opiniones y nuestras convicciones, aunque no coincidan con las suyas o se opongan a la verdad oficial. Por cierto, nunca, en la ceremonia de recuerdo a los héroes leoneses, se ha producido ningún tipo de disturbio ni de insultos contra nadie, lo cual suele ser, sin embargo, habitual en la campa de ese lugar del que no quiero acordarme…, regado y alimentado con el dinero de nuestros impuestos.
¡Qué triste es ver a ciertas personas arrastrar el poco prestigio que puedan tener, tratando de seguir, cual perrito faldero, la voz de un amo que, para colmo, no les tiene el más mínimo aprecio! Y, por cierto; ¿cuándo un estudio serio sobre la fiesta de Villalar como “símbolo de las libertades castellanoleonesas”? ¿Cuándo una monografía (creo que ya las pagan al peso) que venga a demostrar que la revuelta, revolución o guerra de las comunidades vino a significar “un símbolo de identidad para Castilla y León"? ¿Cuándo el articulín que justifique, siquiera, la existencia de “la fundación” para “crear y desarrollar la conciencia regional”? Y, sobre todo, no nos den las gracias por estas ideas; visto que ustedes no han tenido la ocurrencia, se las cedemos de gratis… total.
Una segunda conmoción que ha venido a tergiversar, al parecer, el orden establecido en el mundo mundial es el anuncio de un posible estudio para que, si se encuentra suficiente respuesta afirmativa se pueda poner en marcha, en algunos colegios de la ciudad de León, un plan piloto para ofrecer, como materia de enseñanza extraescolar (sí, al mismo nivel que la guitarra, el ballet, el kárate o el arte floral japonés) algo que, sin escándalo alguno, la propia UNESCO ha denominado la “lengua leonesa”. Pues bien, hasta los pilares del mismísimo templo de Zeus, allá en el Olimpo, han debido temblar a causa del seísmo.
¡Pero ante qué mala gente estamos! Lo que, más arriba, argumentamos sobre la manipulación queda patente aquí ante la forma en la que algunos lo presentan en una encuesta pública que copiamos:
“¿Qué te parece la solicitud que hará el Ayuntamiento de León a la Junta para implantar el 'leonés' como materia optativa en la enseñanza provincial?”
Esto, parodiando lo que decía, de su parroquia, el cura de un pueblo próximo al mío, es la frase de las tres mentiras:
a) No se trata de ninguna solicitud
b) No sería una materia optativa
c) Tampoco el límite vendría establecido por el entorno provincial.
¡Ole, ole y ole! ¡Viva la libertad de información y viva la transparencia informativa! Si la verdad nos hará libres, ante situaciones como esta, camino nos queda para lograrlo.
Tampoco tienen desperdicio los diferentes comentarios vertidos en contra de esa posibilidad…; pero tiempo habrá para expresar nuestra visión sobre el asunto.
3 comentarios:
Estimado Hermenegildo:
Sólo aportaré una cosa a tu "interesante" escrito: por más que moleste, el 24 de abril de 1808 no ocurrió lo que os hubiera gustado que ocurriera y con tanto boato pensais celebrar. Esa es la realidad. Un saludo.
Oscar González García
Creo que sería necesario que el Húsar escribiera una Tribuna en el Diario de León para poner al señor Decano en su sitio.
No puede ser que, por ejemplo, la manipulación deliberada de los libros de texto que estudian nuestros escolares (reconocida por el propio Procurador del Común) no le haga al señor Decano ni mover un dedo, y el hecho de que se celebre, por fin" una fiesta leonesa le irrite de semejante forma.
Qué cruz Señor!!
Hola Oscar:
En primer lugar decirte que somos un colectivo de opinión por lo que nuestros escritos no son obra de una sola persona así que no entendemos muy bien tu personalización.
En segundo lugar, nos gustaría que nos aclarases ¿qué es lo que a nosotros nos hubiera gustado que ocurriera el 24 de Abril de 1808? porque a juzgar por tu comentario debes saber mucho más que nosotros sobre nuestros gustos.
En tercer lugar, si, según te has identificado en la prensa, pretendes ser historiador, por favor, no pongas en boca ajena lo que nunca dijeron.
Un consejín "de gratis", suele ser interesante contrastar las opiniones antes de responderlas.
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