Bajo el título de "León de arriba, León de abajo", y en un epígrafe denominado "Reportaje: Pulsando el ambiente" se puede descubrir qué grado de atrevimiento, ignorancia y estupidez alcanza quien pretende hacer periodismo seudocientífico de la más baja calificación.
Vean, si piensan que exageramos o no creen lo que afirmamos. "La calle se divide entre el apoyo decidio al leonesismo como única solución para mejorar la situación de la provincia y quienes consideran que los nacionalismos son perjudiciales" .
- El título, ya, es bastante esclarecedor. Hacer el juego estúpido de una comparación, aparentemente jocosa, de una justa y necesaria reivindicación, con las típicas peleas entre Villaarriba y Villaabajo, demuestra hasta dónde alcanza la inteligencia del firmante del artículo, su sensibilidad y su respeto por opiniones diferentes de la suya, seguramente, pero tan respetables y tan legítimas como cualquier otra... o más ¿por qué no?
- La ceremonia de la confusión sigue servida por estos pobres escribidores, siempre llenos de complejos y con un deseo enfermizo de rendir pleitesía al amo. ¿Ejemplos? "Lo de que si León, que si Asturias, me parece que a mí me da lo mismo", o seguir insistiendo sobre "la provincia", cuando de lo que se habla es de una región, no deja de ser sorpresivo si no fuera reiterativo y malintencionado.
Preguntas inocentes del Húsar: ¿Se ha molestado usted, señor Miguel Angel Zamora, en saber de qué estamos hablando? ¿Ha leído usted algo (si no teme aprender, acaso contaminarse con "nocivas" doctrinas, y tener que apear alguno de sus tópicos) sobre la reivindicación leonesa? El sujeto va tan lejos en su osadía que se atreve a remachar, probablemente queriendo hacer, de nuevo, la gracieta del día: "Un estudiante con beca Erasmus pone paz..." ¿Pero, cuándo se declaró la guerra, si puede saberse? ¿Contra quien? ¿Y de qué paz estamos hablando? ¿Es la misma que persigue con ahinco, un tanto enfermizo, ZP? Porque, al menos por lo que oímos y leemos, aquella hasta es buena, justa y saludable... Naturalmente León es otra cosa, claro... - Las opiniones de alguno de los entrevistados (si es que hubo realmente alguna entrevista), son de lo más peregrino, desinformado, falto de rigor e incluso de respeto por las convicciones de los demás. Si ya parece sospechosa tanta insistencia en la expresión de que "el leonesismo es un invento", se remacha con un adjetivo que, aplicado al sustantivo en cuestión, no sostiene ni el más mínimo análisis histórico. ¿Dónde encontrar una justificación para calificarlo de "radical y extremo"? ¿Sobre qué fundamentar esta tan gratuita afirmación? ¿Se atreverían a opinar de igual modo sobre cualquier otro partido regionalista que lo único que hace es luchar por los intereses de su tierra? ¿Acaso sienten un frustrante complejo por lo que ocurre en determinados territorios donde los nacionalismos dicen lo que dicen y hacen lo que hacen? ¡Vayan a contárselo a ellos, oiga! ¿Disparan, quizá, por elevación o son, simplemente, bobalicones mal informados? Claro que, por lo que leemos a continuación, parece que la persona debe hacer bueno aquel refrán de "Dime de lo que presumes y te diré de lo que careces".
Consejo por consejo: si usted opina realmente que "la única forma de curarlo es viajar más a menudo y leer un poco de vez en cuando", estamos dispuestos a suministrarle una amplia bibliografía para que se informe y opine luego con conocimiento de causa. ¿O es que lo que se escribe sobre otros temas que no sean los que coinciden con sus opiniones apriorísticas ya no le interesan o no merecen su credibilidad?
Y con respecto a lo de viajar; prescindiendo de que, con toda seguridad, algunos hemos viajado más que usted, los leoneses, para su propia desgracia tienen que viajar por obligación, léase, para que lo entienda claramente, que se van de aquí por falta de oportunidades; pero le aseguro que eso no solo no les "cura" sino que les hace más convencidamente leonesistas (Según la RAE, leonesismo es "Amor o apego a las cosas características o típicas de la región leonesa"). Ve usted, su tesis no tiene el más mínimo sentido. Palabrería insulsa y apreciaciones del todo huecas; nueces vanas o podridas...
Lo único que sus opiniones demuestran, si acaso, es que la Junta y la Fundación Villalar no han perdido todo su tiempo, pues han conseguido inocular su veneno en débiles mentes como la suya. Considere, entonces, bien invertidos sus impuestos... - Sobre el cientifismo de este tipo de "encuestas" es preferible no gastar ni el tiempo ni las energías, pues razonar sobre cinco pretendidas manifestaciones, recogidas al vuelo "a la puerta del Ayuntamiento" es, pura y simplemente, un ejercicio de elucubración, un divertimento para desocupados, una pérdida de tiempo y una muestra más de que, como el Pisuerga pasa por ahí, hay que dar jabón al que manda. ¡Pues eso!
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