Tras las recientes declaraciones de la Ministra Calvo en León explicándonos lo mucho que, tanto este gobierno como los anteriores, han hecho por nuestra Catedral (efectivamente, no hay más que ver la precaria situación en que se encuentra) y que ella quiere que se declaren las vidrieras Patrimonio de la Humanidad (pobrina, con los buenos deseos que ella tiene y no lo consigue...), nuestro amigo Teodemundus nos ha hecho llegar su opinión que, seguidamente, reproducimos:
Las declaraciones de esta "buena" mujer, que no se caracteriza, precisamente, por tener opiniones muy fundadas sobre las cosas, primando más en ella aspectos de corte demagógico y partidista, no deberían sorprendernos, aunque, naturalmente, nos duelen en el alma; pero no por lo que haya dicho o pueda decir sino porque ya es echar sal en la herida de la incomprensión, el desprecio, la burla, la vejación, la humillación, el escarnio y casi la irreverencia contra todo lo que, por principio, lleve el calificativo de LEONÉS.
Parece como si cualquier desharrapado, cualquier mindundi, cualquier acomplejado, cualquier necio metido a políticucho vividor, tuviera el derecho y casi la obligación de curar sus trastornos mentales metiéndose con nostros, insultándonos, despreciándonos y algunos, incluso, robándonos.
¡YA ESTÁ BIEN!
Y estos cobardes que se esconden, que hacen declaraciones de buenos propósitos, que incluso se apuntan a alguna de nuestras manifestaciones, que nos toman por tontos de Coria... ¿hasta dónde pretenden llegar? ¿hasta las próximas elecciones que les consoliden (en un caso) o les acerquen (en otro), de nuevo, al pesebre donde seguir engordando sus impúdicas barrigas y sus indolentes cerebros? ¿Hasta cuándo y hasta dónde vamos a seguir tolerando tamaña vulgaridad, semejante cobardía y parecida indecencia política?
¡YA ESTÁ BIEN!
Teodemundus (un pelín cabreado)
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