Para todos aquellos que dicen que "no se puede replantear el Estado cada 25 años", aquí va una muestra del sentir leonés sobre esta ¿comunidad? o más bien régimen colonial en lo que concierne al Reino de León ¡Y luego dirán que habíamos estado callados! Una muestra más, para que vayan aprendiendo que "la cuestión leonesa", "la desazón leonesa", "el problema leonés", "la reivindicación leonesa" u otras denominaciones similares vienen coleando incluso desde mucho antes de este parto de los montes que trajo al mundo un "ente bicéfalo"; eso sí una pobre cabecita y un enorme cabezón.
"La cuestión leonesa" Graciliano Palomo. La Crónica de León, 22/04/1992
Cuando ya se han cumplido 10 años del Estatuto de Autonomía de Castilla y León, se ha puesto de actualidad la posible modificación del título VIII de la Constitución o se presenta la "administración única" como culminación del proceso descentralizador, la "cuestión leonesa" sigue latente e incluso reverdecida en la mente de muchos habitantes y oriundos de León.
Parece ser un lugar común que el diseño autonómico adoptado por los representantes políticos en los primeros años de la década pasada, no fue debatido ni sentido como propio por una buena parte de los leoneses. Aquella definición regional fue recibida en nuestra sociedad con indiferencia y a beneficio de inventario. Desde entonces hemos venido sufriendo las consecuencias de esa inhibición original en forma de arrebatos, demagogia, oportunismo y, sobre todo, frustraciones.
En estos diez años, además, ha sido prácticamente imposible un debate serio sobre el lugar de León en el mapa autonómico. "La cuestión leonesa ha sido monopolizada y utilizada como arma arrojadiza o instrumento electoral sin respeto para instituciones democráticas ni personas. Una discusión que debía ser por y sobre leoneses se ha convertido sistemáticamente en una reyerta entre y contra leoneses.
Quizás ahora se reúnan las mínimas circunstancias que posibiliten una reflexión colectiva, serena y madura sobre lo que se ha convertido en extraña asignatura pendiente de nuestra sociedad, es decir sobre la asimilación definitiva y consciente o la revisión de nuestro asiento autonómico actual.
Una mínima sistematización del conjunto de cuestiones a debatir se puede condensar en las respuestas que se den a las dos preguntas siguientes: ¿Nos encontramos, los leoneses, plenamente identificados social y políticamente con el presente y el futuro de la Comunidad de Castilla y León? ¿Consideramos adecuada a nuestras necesidades y una planificación económica, de comunicaciones, educativa, tecnológica,etec., que hace a Leon subsidiario de la global para la cuenca del Duero? Una respuesta consensuada a estas interrogantes es condición necesaria para superar los complejos autosuficientes o victimistas que nos asaltan y que son a la vez causa y coartada de la parálisis de nuestra sociedad y de sus instituciones representativas."
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