¡Cuánto bobo cría el pan...!
Otra metedura de pata y van... Con toda la parafernalia que corresponde a este período de "ponedura" de primeras piedras (que, por cierto, se resisten, y no por culpa suya, a tener compañía), asistimos atónitos a una nueva "confusión"; en este caso referida a la denominada "aplicación informática del León Medieval" que, para que se den idea de lo aseadita que hubiera debido salir, ha costado la nada despreciable suma de 180.000 euros de los del curso legal ese.
La escandalera que se ha montado, tras las quejas de Pro-identidad Leonesa y Promonumenta no es para menos; no hay vez que alguien intente meter la nariz en la historia del Reino de León que no se vea, asimismo, en la obligación de meter la pata (¿además de la cuchara?). Y la historia ha trascendido después de haber, no sólo lanzado a los espacios infinitos la mentada aplicación sino que los enteradillo de turno ya se habían apresurado a editar 5.000 copias y distribuido algunas.
¿Qué hacemos ahora con el resto? ¿Las destruimos o nos aprestamos a mantenerlas en alguna caja fuerte en espera de que adquieran el suficiente valor, testimoniando, si hacía alguna falta, la estupidez de ciertos personajes que creen haber escalado las más altas cimas del saber? ¿Cómo reparamos el daño causado? ¿Y quién va a pagar, ahora también, estas alegrías, producto, quizá por la fecha, de alguna limonada semanasantera mal bebida y peor meada? ¿Los mismos de siempre? ¡Ah!, entonces me quedo tranquilo. Pensaba, inocente de mí, que asumiría los gastos el culpable material de los hechos o el responsable político de los mismos... ¡Ufffffff, el Húsar no tiene remedio, es de un ingenuo...!
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