jueves, febrero 11, 2010

con la hiel en los lábios...


La miel bajaba (mayo de 2007) en un hilo fino, casi de seda.

A algunos les parecerá un título ocurrente. Pues: va en respuesta, aclaración, explicación y queja al que nos regala hoy el decano de la prensa leonesa:


Miren ustedes que yo me prometo cada día admirar tranquilamente una buena noticia... O callarme, simplemente. Pero no me dejan. Hoy vienen unos "varios técnicos de la Junta de Castilla y León",- según cuenta DL -, a desayunarnos con una teoría muy dulce para los males de Escalada. Muy dulce y muy peregrina. Y, como todas las teorías que nos cuentan, muy volatil. Más que las abejas mozárabes.

Lo de las abejas en Escalada viene de lejos. Sin ir muy atrás, de mayo de 2007. Yo ya lo dije. Pero de otro modo. Y antes lo dijo Amado Cancelo, muy educado, pero sin pelos en la lengua. Y antes,- muchos años, ¡y siglos! -, los mayordomos del Priorato de San Miguel de Escalada. Estos sí que sabían detrás de lo que andaban , sin ser "técnicos varios"... Entonces se convivía con las abejas, y hasta se sacaba beneficio de ellas para el Monasterio. Hoy se las fumiga, se las mata. Y antes de eso, se les echa las culpas.
enjambre de abejas en mayo de 2007

Nosotros no habíamos dicho que los problemas de las humedades vinieran del techo. Ni del cielo. Como su propio nombre indica (humedad, viene de humus, tierra, suelo), vienen -¡siempre lo han hecho! - del santo suelo, que rodea las dos iglesias. Ambos templos sufren esas filtraciones, que nadie ha arreglado todavía. Y en rincón del nor-oeste de la iglesia mozárabe hay una solera humedecida. Y no endulzada, como ahora nos cuentan. Se ve en la foto:


humedades (de humus: tierra, suelo) en enero de 2010

En el ábside izquierdo de dicha iglesia hay humedades donde se encuentran pared y suelo, muy cerca del altar. Podría pasar lo mismo que acaeció al ara del ábside derecho, que ya se cayó hace algún tiempo, porque el suelo se hundió debajo de su peana, como se ve en la foto:

ara por el suelo

Y no fue precisamente por el vuelo de los enjambres de las dulces moscas.

Las cosas que suceden en San Miguel de Escalada - y las que no suceden; que hay pecados de omisión muy graves... - no acontecen por culpa de las abejas. Ni de algunas moscas cojoneras.

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1 comentario:

HúsarTiburcio dijo...

Pretender justificar con la miel de un enjambre de abejas unas humedades como las que ilustran estas fotos es pretender llamarnos tontos, o algo peor. ¿A quien quieren engañar?

Pero los responsables no son solo los "varios expertos de la Junta" sino también los corifeos que les jalean. En nuestros pueblos se dice que "tanto peca el que mata, como el que tira de la pata". Y las palabras, en cuanto se refiere a las justificaciones del deterioro de nuestro patrimonio, no son inocentes.