No salgo de mi asombro. Desde que "nuestro" sedicente leonés, presidente a la sazón de esta cosa que llamamos España (por mor de la costumbre, sabe usted…, porque, por lo demás, ¡vive Dios que no lo vemos!), acuñó la frase de que el término de nación española es discutido y discutible, no paran de salirle imitadores, tratando de mejorar (o empeorar, según se mire) el “conceto”, la noción o el principio filosófico que sustenta el dicho aserto.
Ya nos produjo un pasmo (casi le cuesta un ingreso en el SACYL a nuestro intrépido Húsar que, sin embargo, se repuso al ver las siglas y temerse lo peor) intentar comprender que la nación es discutible pero ¡que nadie toque a esta región de regiones tan bien regionada; temblarían hasta las columnas del templo de Salomón o mejor aún las que sujetan el mundo mundial.
Y, mientras tanto, el leonesín de a pie, como el Húsar, sigue de sobresalto en sobresalto, candidato, a este paso, a un infarto de "suyocardio". No hay jornada en que estos aprendices de brujo (sí, acertaste: los políticos acastellanados) no nos hagan tomar la correspondiente pastilla, en forma de declaración, cada día más chorra, tonta, lela o, incluso, de lo más irritante.
Solo dos recordatorios para hoy; por no fatigar a nadie ni sobrepasar la dosis permitida. El "lindacara" Patxi, tan vasco él que se apellida López, se molesta porque las Comunidades de su entorno (esos inventos, que un día, alguien que confundió la pastilla de las once y se había, sin duda, metido una ración de güisqui superior a la habitual, diseño para nuestra desgracia) “quieren combatir los privilegios que tienen las empresas que se instalan” en esa parte de la Iberia que, ¿por qué no decirlo?, se encuentra en el origen, al menos especulativo, de muchos de los males de la Región Leonesa.
El "bueno" (¿?) de López ha llegado a afirmar ahora que “España no es un estado uniforme”, siguiendo, claro está, la doctrina del jefe catalán que afirmaba aquello del “regionalismo asimétrico”. ¡Valiente listo, el lindakara! Claro que no lo es; ¿a nosotros nos lo vas a recordar? En León, sin ir más lejos, hace un frío que pela y además no tenemos playa. ¡Claro que no debe ir por ahí el razonamiento, “conceto” o exabrupto de don Patxi…!
¿Pero, acaso, por estas tierras leonesas, alguien lo dudaba? Hay españoles de primera, de segunda, de tercera y leoneses, que, como no nos ampara la constitución, debemos colegir que no lo somos… Cierto, ¿no?
Con ser esto ya inaudito, molestoso e intolerable, me irritan aún más las manifestaciones saduceas, preñadas de falsedad, cinismo y mala milk, del señor (¿?) de Santiago Juárez; este gallito del corral castellano que se encocora, a menudo, demasiado a menudo, contra los leoneses, que ve la paja en el ojo del vasco y no ve la viga en “la terrible estepa castellana”; cual Júpiter Tonante, escupe fuego por la boca contra el blindaje del concierto vasco, pero sigue poniendo todos los medios para amordazar, acogotar y, a poder ser, rematar a un pobre león famélico y descangallau que debería, más bien (si tuvieran alguna sensibilidad), inclinarles a la pena por su lastimoso estado.
Portavoz que porta-voceas, la próxima vez, antes de hablar, deberías preguntarte por la “uniformidad” de tu comunidad (que no la nuestra, por convicción), en la que el porcentaje de la renta, separa a algunas provincias en más de 40 puntos, en la que destrozáis (o pretendéis hacerlo) a los que se os oponen, precisamente, para mayor gloria vuestra y escarmiento de los demás. Debéis conocer bien aquel refrán tan castellano que dice: “desvestir un santo para vestir otro”; al menos así lo practicáis.
¡Si los cínicos volaran no os haría falta Villanubla…!
Ya nos produjo un pasmo (casi le cuesta un ingreso en el SACYL a nuestro intrépido Húsar que, sin embargo, se repuso al ver las siglas y temerse lo peor) intentar comprender que la nación es discutible pero ¡que nadie toque a esta región de regiones tan bien regionada; temblarían hasta las columnas del templo de Salomón o mejor aún las que sujetan el mundo mundial.
Y, mientras tanto, el leonesín de a pie, como el Húsar, sigue de sobresalto en sobresalto, candidato, a este paso, a un infarto de "suyocardio". No hay jornada en que estos aprendices de brujo (sí, acertaste: los políticos acastellanados) no nos hagan tomar la correspondiente pastilla, en forma de declaración, cada día más chorra, tonta, lela o, incluso, de lo más irritante.
Solo dos recordatorios para hoy; por no fatigar a nadie ni sobrepasar la dosis permitida. El "lindacara" Patxi, tan vasco él que se apellida López, se molesta porque las Comunidades de su entorno (esos inventos, que un día, alguien que confundió la pastilla de las once y se había, sin duda, metido una ración de güisqui superior a la habitual, diseño para nuestra desgracia) “quieren combatir los privilegios que tienen las empresas que se instalan” en esa parte de la Iberia que, ¿por qué no decirlo?, se encuentra en el origen, al menos especulativo, de muchos de los males de la Región Leonesa.
El "bueno" (¿?) de López ha llegado a afirmar ahora que “España no es un estado uniforme”, siguiendo, claro está, la doctrina del jefe catalán que afirmaba aquello del “regionalismo asimétrico”. ¡Valiente listo, el lindakara! Claro que no lo es; ¿a nosotros nos lo vas a recordar? En León, sin ir más lejos, hace un frío que pela y además no tenemos playa. ¡Claro que no debe ir por ahí el razonamiento, “conceto” o exabrupto de don Patxi…!
¿Pero, acaso, por estas tierras leonesas, alguien lo dudaba? Hay españoles de primera, de segunda, de tercera y leoneses, que, como no nos ampara la constitución, debemos colegir que no lo somos… Cierto, ¿no?
Con ser esto ya inaudito, molestoso e intolerable, me irritan aún más las manifestaciones saduceas, preñadas de falsedad, cinismo y mala milk, del señor (¿?) de Santiago Juárez; este gallito del corral castellano que se encocora, a menudo, demasiado a menudo, contra los leoneses, que ve la paja en el ojo del vasco y no ve la viga en “la terrible estepa castellana”; cual Júpiter Tonante, escupe fuego por la boca contra el blindaje del concierto vasco, pero sigue poniendo todos los medios para amordazar, acogotar y, a poder ser, rematar a un pobre león famélico y descangallau que debería, más bien (si tuvieran alguna sensibilidad), inclinarles a la pena por su lastimoso estado.
Portavoz que porta-voceas, la próxima vez, antes de hablar, deberías preguntarte por la “uniformidad” de tu comunidad (que no la nuestra, por convicción), en la que el porcentaje de la renta, separa a algunas provincias en más de 40 puntos, en la que destrozáis (o pretendéis hacerlo) a los que se os oponen, precisamente, para mayor gloria vuestra y escarmiento de los demás. Debéis conocer bien aquel refrán tan castellano que dice: “desvestir un santo para vestir otro”; al menos así lo practicáis.
¡Si los cínicos volaran no os haría falta Villanubla…!
1 comentario:
Más que uniforme, es deforme.
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