jueves, mayo 04, 2006

INFLACIÓN DE PERLAS… CULTIVADAS

Las declaraciones de nuestros “eximios” gobernantes, o de los que aspiran (con poca convicción) a serlo, darían todos los días motivos para la sorpresa, la chanza, la broma, la burla, y el escarnio; pero también para la indignación y el cabreo más absolutos.

Tiempo habrá (cuando los grupos leonesistas sean capaces de vertebrar un verdadero órgano de expresión) de hacer esta necesaria exégesis diaria, aunque solo sea para sacarles los colores, aviso para incautos navegantes y necesaria cura mental que nos impida volvernos majaretas; de momento habremos de conformarnos con algunas pinceladas que, en este y en otros blogs, marcan el devenir y el “buen obrar” de semejantes “prohombres”.

Sin entrar hoy en una consideración sobre las recientes opiniones de Judás Iscariote (perdón, quería decir de Martín Villa), lo que el Húsar promete hacer en un próximo futuro, no les quepa duda, comentaremos, brevemente, alguna de las “perlas” con las que han sembrado la tierra leonesa el “presi” de la cosa esta y su mamporrero político oficial, el “tío Ángel” (Villalba, claro, ¿podía ser otro?). Para que no se pierdan ni resbalen sobre ellas (es muy peligroso), se las numeraremos convenientemente.

1.
Hay una primera que nos causa espanto: ¡“el presi Herrera” se ha vuelto ahora filólogo…! ¿Pero no tiene ya bastante con meter la pata como político (dudo que esto sea una profesión, pero, a decir verdad, la cosa produce buenos dividendos y, a mucha gente, le permite llevar una vida de lo más regalado…) que tiene que irrumpir en otros jardines?

Lean, frótense los ojos y luego pásmense: “La 'y' es algo más que una conjunción copulativa, es un nombre propio. León es una referencia”. Pues sí, así como lo ven. ¡Y se ha quedado tan ancho! Nueva gramática acuñada por el lenguaje políticamente correcto, que de otras correcciones adolece… ¡no vea usted cuánto!

Uséase, que dirían en mi pueblo, esta gente que no sabe que uno más uno son dos (suspenso en matemáticas) y que no hace nunca la concordancia cuando utiliza esta dualidad como sujeto, por ejemplo: “Castilla y León es / dice / tiene / necesita”, etc., (suspenso en lengua), encuentra ahora la cuadratura del círculo convirtiendo una ‘y’ en “un nombre propio”. ¿O es que se refieren a León? Sr. Herrera, hasta ahí ya nos lo habían enseñado en la escuela: “los nombres propios se escriben con mayúscula”. O ¿es que pensaba acaso que León era un adjetivo, un apelativo, un calificativo o un simple epíteto? (consejo, “de gratis”: hay excelentes diccionarios que le aclararán el significado de estas palabrejas).

¡Que no, hombre, que no! Que su jerga ya nos suena a monserga; no nos dé más la paliza con estos hallazgos lingüísticos, guárdese la lengua y déjenos en paz…

Pero, esperen, queridos lectores; esto, por más que les sorprenda, no se ha acabado aún.

2. En referencia a la famosa, y al parecer ya consensuada, reforma del Estatuto, argumentó (si es que este incomprensible disparate es un argumento) “nadie sobra pero todo el mundo es imprescindible, hacerlo con generosidad y con inteligencia porque ahí está la clave de vuestra fortaleza”. ¿Dónde se manifiesta ahora su conocimiento de la sintaxis? La conjunción empleada, adversativa, por más señas, no parece ser la más adecuada para el uso que se le pretende dar. Y, por otro lado, cualquier inteligencia media (evidentemente, ellos son superiores) se preguntaría ¿pero qué diablos quiere decir este hombre con la frasecita…? Un sinsentido más que añadir a la enorme colección que ya atesoramos de nuestro conspicuo presidente.

3. Es, también, de agradecer que el primero de los ciudadanos de Castilla y León, venga, de vez en cuando a traernos una inyección de moral (ahora, al parecer, ejerce como psicólogo, en sus ratos de asueto); no se puede entender de manera diferente otra de sus atinadas expresiones: “no hay ningún motivo para un complejo de inferioridad en la provincia”.

¡No me diga! ¡No me lo puedo creer! ¡Gracias por sacarnos de nuestras atávicas confusiones y de nuestra cazurrería consumada! Aunque tengo, para mí, que este rollo lo repetirá en cada uno de los lugares a los que se presenta luciendo palmito… (o lo que sea).

¿Pero quién le ha dado a usía el permiso para concluir (en este sesudo análisis) que por aquí estamos acomplejados? ¡Lo que estamos es cabreados, que no es lo mismo, oiga! Lo que estamos es hartos de tanta tontería, de tanta tomadura de pelo, de tanta manipulación y de tanto latrocinio como los que se vienen practicando contra el Reino de León, que, por cierto, no se resume, como ustedes repiten (y el eco de sus escribidores a sueldo también), en una cuestión provincial. León es una Región, conformada a través de muchos siglos, con unas características propias y con una territorialidad definida, aunque, desde la Junta, se intente todo tipo de maniobras para ocultarlo, negarlo, despreciarlo o vejarlo.

4. Otra sorpresa, no exenta del consiguiente sarcasmo. Según los medios, hasta en dos ocasiones, Juan Vicente Herrera precisó la “enorme vitalidad, el orgullo y la recuperación de lo propio” que están llevando a cabo los leoneses, como respuesta velada a las declaraciones del ex ministro Martín Villa en las que criticaba el centralismo de la comunidad.

Pero, bueno ¿ahora esto es calificado como un mérito? ¿No era este sujeto el mismo que nos retrataba con el regalo de aquel famoso adjetivo de “cavernarios”, hace apenas unas semanas, por hacer lo mismo que ahora parece alabar? ¡Toma coherencia! Se habrá preguntado alguna vez (intuimos que sí, puesto que hacen, precisamente, lo contrario) dónde estaría lo leonés (cultura, costumbres, lengua, historia, folklore, etc.) si hubiera el mínimo apoyo institucional y no se pretendiera, en esta continua ceremonia de la confusión “regional”, ocultarlo detrás de ese nuevo e híbrido apelativo de "castellanoleonés". Su problema está, justamente, en que, por más que lo intentan, al menos por el momento, no lo han conseguido; es más, cada vez se incorporan nuevos convencidos leonesistas que no se resignan a ver perpetrado este etnocidio, desde los poderes públicos y con la complicidad de algunos supuestos intelectuales…

5. Y ahora un breve recuerdo (no se merece más) para esta patética figura del “tío Ángel”, modesto y resignado lugarteniente del “presi”, que representa su triste papel de bufón de la corte pucelana, con más pena que gloria, y cuya vocación parece ser la de perpetuarse en una cómoda oposición (se vive muy tranquilo sin tener que tomar decisiones y los dineros caen del árbol de los contribuyentes sin mayores esfuerzos). En comentario hecho a la prensa, este desdichado “no dudó en calificar de muy inteligente la alocución del presidente”. “Creo que a estas alturas ya nadie duda del papel que ha de tener León dentro de la comunidad y estas palabras lo ratifican”.


Probablemente a él no le quepa ninguna duda (quizá sea porque tampoco tiene espacio para ello), pero, por el contrario, a mí me siguen quedando todas. Si no saben, ni siquiera, qué es León ni lo que han querido y quieren los leoneses… mal camino llevamos para que acierten en algo. Sería tanto como acertar los números del sorteo de los euromillones. O más…

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