Alfonso IX ¿rey de Castilla?... ¡pues va a ser que no! (2ª entrega)

Siguiendo con esta denuncia, nuestra colaboradora Xana nos ha hecho llegar varias cartas que algunos de sus collacios también han remitido al diario El País, así que las iremos colgando en sucesivos días, animando a todos nuestros amigos y visitantes, a que también envíen sus rectificaciones a las direcciones redaccion@elpais.com y redaccion@prisacom.com:

DIARIO EL PAÍS

Respetado Sr. Director:

Leo, indignado y horrorizado, una noticia, firmada por PAOLA OBELLEIRO - A Coruña - 16/07/2008 , en este diario de su digna dirección que, resumidamente, dice, en uno de sus párrafos: “el 1 de junio de 1208 Alfonso IX, entonces rey de Castilla y de Galicia, decidió fundar una población "en el lugar llamado Crunia, al lado de la torre faro"

En estos tiempos de respeto por la diferencia, de búsqueda, en algunos casos desesperada, de raíces, de intentos de protección de “lo propio”, causa, cuando menos, asombro tener que seguir tolerando afirmaciones tan poco científicas como la que antecede. No necesito, seguramente, recordarle que nunca existió tal rey en Castilla y que Alfonso (denominado el noveno, en la historia de nuestro país), fue hijo de Fernando II, cuyo padre, Alfonso VII, el Emperador, coronado en la ciudad de León, el 26 de mayo de 1135, dividió sus reinos entre sus hijos, quedando para su segundogénito, el citado Fernando, el Reino de León. Debemos aceptar, entonces, como verdad histórica incontrovertible que tanto Fernando II como su hijo Alfonso IX, nacido de su unión con Urraca de Portugal, fueron “reyes privativos de la Corona Leonesa” que englobaba, sucintamente, los territorios de Asturias, Galicia, la columna vertebral del Reino de León y la Extremadura (leonesa).

Afirmaciones de otro tenor, vengan de donde vengan o con los fines que persigan, no son otra cosa que falsedades, errores que molestan a la inteligencia y no hacen sino confundir la, ya de por sí, poco conocida y ninguneada historia del Reino de León y de la Corona Leonesa que, por otro lado, y en resumen, fue cabeza de cinco reinos, de dos naciones, que supo coronar al único emperador español y que fue capaz de poner al propio rey por debajo de la ley, según se desprende de los “Decreta”, emanados tras las Cortes Leonesas de 1188.

Con el ruego de su publicación, de una necesaria rectificación y de un respeto para nuestra común historia en el futuro, quedo, Sr. Director, a su entera disposición y agradezco, de antemano, el interés que pueda prestar a este ahogado grito de un pueblo, excesivamente callado ante este y otros hechos semejantes, pero no por ello menos digno de ser tenido en consideración que cualesquiera de los otros que componen este mosaico multicolor que denominamos España.

Sincera y respetuosamente

Hermenegildo López
Catedrático de Filología