Bajo este título, nuestro amigo Victor nos ha enviado el siguiente artículo de opinión, junto con la foto que lo acompaña. Al Húsar solo le queda añadir que el "maravilloso cátering" llegó desde Soria y el vino desde Pucela. ¡Oh, cielos! ¡que raro! las ganancias marcharon para Castilla ¿cómo es posible?
En tiempos bíblicos, cuenta la historia que Esau hijo de Isaac vendió su primogenitura por un plato de lentejas, desde entonces se le recuerda como un ser débil que vende un bien mayor, por una comodidad mundana y pasajera...
Hola compañeros:
Siento haber tardado tanto en enviar la prometida foto del "plato de lentejas" con el que nuestro cainita "hermano" castellano pretende comprarnos pero en esta época mi agenda social esta hasta la bandera y no pudo ser enviarla antes.
Ademas, no necesito explicaros que aún me duran los efectos de la rabia e indignación contenidas (para no mandarlo todo al cuerno) después de ver cómo se ridiculiza a un Pueblo como el leonés y un pueblo como Riaño con una pantomima semejante a la que en el día de ayer se "perpetró" en el corazón mismo de un crimen humano y ecológico aun tan reciente.
Lo de ayer en Riaño me produce escalofrios, vergüenza, indignación, rabia... y un sinfín de sentimientos encontrados que se resumen en la frase con la que he abierto este correo.
"Mi reino por un plato de lentejas", exclamó Esaú una jornada en que volvía exhausto del campo y Jacob, que no era tonto, se convirtió en el primogénito que heredaría el reino.
Solo que en esta ocasión es Castillón quien da el mísero plato de lentejas a un León, representado en su mayoría por jubilados "hambrientos" de sus pensiones de jubilación, que aceptan el plato de lentejas a cambio de un Reino que nunca les enseñaron a defender.
Y nosotros, hijos e hijas de un magnífico Reino comprado y vendido a precio de risa (con el beneplácito de la administración reinante), lloramos impotentes la pérdida de un reino que, en justicia, habría de pertenecernos por derecho.
Espero que esta foto de una mísera bandeja de alimentos y sus "satisfechos" comensales sirva para ilustrar el desastre que el dinero castellano está fabricando poco a poco.
Un abrazo
Victor (Leonés y Pendonero)
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