¿QUO VADIS LEÓN? (I parte)

Hace algo más de un año que ¿"nuestro paisano"?, José Luis Rodríguez Zapatero, es Presidente del Gobierno de España, los leoneses (al menos, algunos) recordamos perfectamente el día en que ganó las elecciones cuando afirmó, con la solemnidad que le caracteriza, que no nos fallaría. La mayoría de la gente de esta tierra tan maltratada, tan vilipendiada y tan olvidada de los poderes públicos, sigue esperando que así sea.

Eso sí, desde entonces hemos visto un Consejo de Ministros en León y una visita del Canciller Schroeder, muy útiles para que su ciudad salga en todos los medios de comunicación pero totalmente insuficientes si las medidas tomadas por el Gobierno se reducen simplemente a eso. Fuegos artificiales quemados, quizás inútilmente, a orillas del Bernesga.

Es cierto que también parece que el INTECO va dando sus primeros pasos pero hasta que el mismo se concrete no podemos olvidar que va a ubicarse en la antigua sede del Banco de España que se cerró en León (¡qué ironía! ¿no nos prometieron que León sería la capital económica de la Comunidad Autónoma?) bien es cierto que no por culpa del Sr. Rodríguez Zapatero sino con la valiosa colaboración de la entonces Consejera de Hacienda, Isabel Carrasco (leonesa, dicen, para más INRI). En este sentido no podemos olvidar que la responsabilidad más inmediata para con nuestra Región Leonesa le corresponde a la Junta de Castilla y León pero no es menos cierto que el Presidente del Gobierno de España, a pesar de ser leonés parece no conocer cual es la realidad de su tierra, probablemente crea que con nombrar a los leoneses en un par de discursos ya se solucionan nuestros problemas. Si así fuere, ¡qué inocente es el pobre o que mal informado está el hombre!

Y la realidad más dura es, sin embargo, que Salamanca, León y (sobre todo) Zamora, es decir el País Leonés, ven día a día como sus problemas de desempleo, despoblación, regadíos, medio ambiente, protección de sus monumentos, de su patrimonio cultural y de su lengua se van agravando ante la impasibilidad y el estoicismo, cuando no la mala voluntad, de la Junta de Castilla, solo preocupada por la creación y fomento de “un sentimiento regional” en una Comunidad birregional y una extraña vertebración del territorio que nadie entiende, ni comprende, ni comparte.

¿Cómo es posible todo esto? Muy sencillo, mediante la destrucción de todo lo leonés y su sustitución por lo castellano y dedicando a esta ardua labor todas sus fuerzas, no sólo a través de la Fundación Villalar y el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua, consagrado, en cuerpo y alma, a la defensa de la lengua castellana (¡como que la misma, una lengua internacional con 400 millones de hablantes, necesitara ser protegida por parte de un gobierno paleto y pueblerino! ¡Labor ímproba la suya! pero ¿no era ése uno de los objetivos fundacionales de las academias?) sino también a través del Convenio con la Xunta de Galicia para enseñar Lengua y Cultura gallegas en lugares tan alejados del Bierzo occidental como puede serlo la propia Ponferrada e incluso hasta la mismísima Astorga donde, al parecer, ya hay un proyecto para la implantación de la enseñanza del gallego. ¡O tempora, o mores!

Continuará