José Antonio Pascual, catedrático de Lengua Española en la Universidad Carlos III y miembro de la Real Academia de la Lengua, en la inauguración del Congreso "Menendez Pidal y el dialecto leonés" organizado por el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua, leonés de Salamanca, nacido en 1.942, se identificó como "castellano viejo".
Tras repasar, una y otra vez, las provincias de Castilla la Vieja (Santander, Burgos, Logroño, Soria, Segovia, Ávila, Palencia y Valladolid) el húsar no duda que, en su ya lejano bachillerato elemental, el catedrático Pascual siguiera con aprovechamiento la asignatura de Lengua y Literatura pero se pregunta ¿cómo es posible que con esos conocimientos aprobara la asignatura de Geografía de España? ¿Cómo es posible que un catedrático universitario demuestre este desconocimiento, este empecinamiento o este embrutecimiento?
Con ejemplos como éste, no es de extrañar que la calidad de la enseñanza esté bajo mínimos, pues con unos cuantos docentes universitarios como éste ¿qué podemos esperar de los alumnos?
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