Hace aproximadamente un año que envié a los periódicos la carta que incluyo a continuación sin que, hasta la fecha, haya cambiado la situación por lo que sigue siendo de plena actualidad. La carta en cuestión fue publicada por Diario de León, periódico que en un alarde de "libertad de expresión" cortó todo lo que aparece escrito en negrilla."Solo nos faltan las plumas". Eso es lo que pienso cada vez que oigo hablar a "nuestros" políticos del "Plan del Oeste" o de las "Provincias del Oeste" y debe ser por eso que desde la Fundación Villalar se ven legitimados para decir que no existimos. Parece que no somos leoneses sino pobladores del Oeste, vamos, en otras palabras, indios susceptibles de ser expulsados de sus tierras para que los "buenos de la peli", "los rostrospálidos", puedan campar a sus anchas por ellas, anulando nuestra identidad y nuestra cultura. Tal vez lo próximo sea internarnos en reservas para que no estropeemos el paisaje.
Hablando en serio, ¿por qué ese rechazo a nombrar al Reino de León? ¿De qué tienen miedo? ¿Tan terrible resulta nuestro nombre? Porque resulta mucho más sencillo decir León en vez de “el Oeste de la Comunidad”; claro que tal vez lo que debemos hacer los leoneses es empezar a hablar del “Este de la Comunidad” cada vez que queramos referirnos a los restos de Castilla la Vieja que junto con el Pais Leonés o Región Leonesa forman esta anti-Comunidad.
Como decía aquel chiste "desde que los porteros han pasado a llamarse “empleados de fincas urbanas”, la vida se está haciendo muy complicada".
Xana
Postdata: Probablemente ante lo que estamos es ante la más que juiciosa definición hecha por Diógenes Laercio de lo que algunos entendían por un hombre: "un animal de dos patas y que no tiene plumas". Según refieren las crónicas, él se presentó con un pollo desplumado y afirmó: "Ateniénses, he aquí un hombre".
Los leoneses, con plumas o sin plumas, pero, como decían en mi pueblo, cacareando...
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