sábado, agosto 08, 2009

IKEA: Valladolid, perro del hortelano

Nuestros amigos del Colectivo Ciudadanos del Reinu de Llión, nos envían el siguiente correo que han remitido a los medios de comunicación y que, incomprensiblemente, en alguno de ellos, ha sido publicada, exclusivamente, bajo la firma del Presidente del Colectivo pero sin aludir a dicha condición como si lo enviase a título personal.

Desconocemos si se trata de un error o de un horror, es decir si ha sido una equivocación involuntaria o, por el contrario, se trata de "rebajar" conscientemente la importancia de la denuncia haciéndola aparecer como hecha por un particular. (Ya sabéis, piensa mal y... ¡acertarás!)

Simplemente queremos comentar que compartimos totalmente el sentir de nuestros compañeros de Ciudadanos del Reinu de Llión en cuanto a lo que sucede con "el agujero negro que todo lo absorbe". Bastó que Zamora mostrara interés por la instalación de IKEA para que la Junta, que no deseaba verlo instalado en Pucela, súbitamente, encontrara que era un proyecto imprescindible para Valladolid.

Y aquí llega la pregunta del millón ¿donde están los "aguerridos" políticos de las provincias leonesas para defender los intereses zamoranos?

Sin más comentarios, porque teme el Húsar que se le "caliente la boca", os dejamos el texto arriba citado, con la consabia advertencia de que las negrillas son del mismo:


A la vista de las últimas noticias acontecidas en torno al que podríamos llamar “asunto IKEA” ha quedado clara una cosa respecto de la relación Junta de CyL-Zamora: la Junta no quiere que Zamora tenga un futuro y hará lo indecible para que ésta no lo tenga. Si hace semanas asistimos al ataque de miembros de la Junta a la decisión de los obispos de la comunidad autónoma de fijar la sede de la Fundación Edades del Hombre en Zamora, consiguiendo los ‘junteros’ que dicha sede se quedase en Valbuena de Duero (Valladolid) quedando para Zamora una mísera subsede que no aportará prácticamente nada a la ciudad (como si los zamoranos no aportasen impuestos a la Junta).

Ahora con la polémica de IKEA se ha creado un nuevo pulso entre Valladolid y Zamora. La provincia pucelana manifestó que no quería el IKEA en ella negándole la licencia de obra a la firma sueca (se supone que por no dañar a las fábricas de muebles de Medina del Campo), tras lo cual nosotros mismos pedimos que se hiciese desde las instituciones un esfuerzo para que la misma se instalase en Zamora por aquello de dar un impulso a la maltrecha provincia zamorana, ante lo cual la Junta ya ha respondido, y su respuesta ha sido clara: IKEA se instalará en Valladolid o en ningún lado, y ante la posibilidad de que se instale en Zamora se instalará en Valladolid sí o sí.

Es decir que Valladolid es como el perro del hortelano, que ni come ni deja comer. Y ante todo este desprecio de la Junta a Zamora nos preguntamos: ¿Dónde están las instituciones zamoranas y sus representantes? ¿Por qué se mantienen callados?

Es por todo ello, por lo que exigimos a las instituciones zamoranas y del resto del País Leonés a que hagan un frente común para que los puestos de trabajo que dicha firma cree se queden en territorio leonés, concretamente en Zamora. Y especialmente hacemos un llamamiento al señor Maíllo y a la señora Valdeón para que den la cara por Zamora en este asunto, ya que si pueden hacerse tantas fotos con los miembros de la Junta creemos que también estarán capacitados para defender los intereses zamoranos en este asunto en el que han quedado callados y no han movido un dedo hasta el momento. Zamora tiene una mejor situación geográfica para albergar dicho centro de IKEA que Valladolid y ante tantos años de desmanes institucionales merece un futuro digno que sólo recuperará fijando población joven y creando puestos de trabajo. La instalación de IKEA en Zamora puede ser la primera piedra para ese futuro, hagamos un trabajo serio y coloquemos dicha piedra.

1 comentario:

elialalric dijo...

La Junta solo quiere que tenga futuro Pucela y Castilla. Todo lo que vaya a beneficiar a las provincias leonesas se empeñan en rechazarlo.

Por desgracia los que calientan sillones en las provincias leonesas siguen empeñados en seguir ordenes de partido antes que defender a aquellos que representan y así nos va.

¿Cuando los leoneses, sean de la provincia que sean, se vana dar cuenta que sus gobernantes solo barren para la casa pucelana y dejan abandonada la suya?