sábado, agosto 29, 2009

LECTURA DE LA PRENSA

Recibimos un comentario, firmado por Francisco Iglesias Carreño, a un retrato aparecido en la prensa del pasado 10 de agosto de 2009.

Se trata de una manipulación, (¡otra más! y van...) de la imagen de nuestro último rey privativo, Alfonso IX de LEÓN, al que "adornan", ¡pásmense Uds.! ¡con dos castillos y dos leones!



Imagen de Alfonso IX de León, antes de ser manipulada

¡Debiera caérseles la cara de vergüenza! Claro que para eso, ¡hay que tenerla!

Os dejamos el correo de Paco Iglesias, en el que, como es habitual, las negrillas son del Húsar:

El sabor de la matutina lectura de la prensa, en esta época estival, nos permite un acercamiento a la realidad (¿ o irrealidad?) circundante, no exento de alguna que otra sorpresa, y así (hoy día 10-8-2009), aquí en la ciudad de Zamora, después de visitar, una vez más, el castillo que aguantó el cerco de los ejércitos castellanos durante siete meses y siete días en 1072, mientras tomábamos un café en La Alhondiga, al ojear un periódico editado en Valladolid (Castilla La Vieja) e impreso en Benavente (Reino Leonés) observamos, en principio, una imagen/estampa/retrato de un Soberano del Regnum-Imperiún Leonés, el zamorano Alfonso IX, en actitud ecuestre, que rápidamente nos trajo a la memoria la imagen de este afamado Rey, muy difundida, que está en el Tumbo A de la Biblioteca de la Catedral de Santiago de Compostela, pero a tal composición pictórica se le habían hecho unos arreglos consistentes en la sustitución de la lanza en posición de ataque, que portaba tan egregia figura, por una barra (¿un palo?) que en su extremo parece llevar un lienzo en el que aparecen salteados dibujos de dos leones y dos castillos.

Cada cual que estime/valore/evalue, desde los puntos de vista cultural, social, filosófico, antropológico y político, a que razón (¿o es sinrazon?), puede venir el trastocar la imagen pública de un guerrero leonés, como fue Alfonso IX de León, que, en el dibujo del Tumbo A, porta su emblema heráldico del león rampante (que es el de la Casa Real Leonesa que es el precedente de la Casa Real Española) e identifica a la Corona Leonesa.

Tal evidente cambio/trastoque/sustitución es, parece ser, el adorno pictórico de un escrito donde el ciudadano Fernández Santiago (D. José Manuel) impulsa una curiosa visión de las Cortes Leonesas (de 1188) para terminar, en un larga cambiada literaria, en una loa de las Cortes actuales de Castilla y León, y en ello, de paso, esgrime la figura del ciudadano Sánchez Albornoz y Menduiña (D. Claudio) que nos merece algunos considerandos.

Parece que esta ya fuera de toda duda la alta importancia cultural/histórica/política de las Cortes Leonesas de 1188 que fueron convocadas por Alfonso IX de León, como también ya parece estar fuera de toda duda la plasmación, efectiva y verídica, en esas mismas Cortes de la Corona Leonesa, de la Carta Magna Leonesa, o sea que tenemos dos valores de leoneseidad de 1188, a saber:

  1. La convocatoria de los tres estados (nobles, clero,ciudades=pueblo) y

  2. La promulgación de los derechos de los individuos y ello ocurre dentro de un territorio de la península Ibérica que, tomando el final del mandato de Alfonso IX de León, se podría asimilar al espacio territorial ocupado por las Regiones Históricas de: Extremadura (Cáceres-Badajoz), Reino Leonés(Salamanca-Zamora-León), Galicia (Ourense-Pontevedra-Lugo-A Coruña) y Asturias, y sus gentes actuales, ¡ y no otras!, son las herederas directas llamadas a protagonizar situaciones/ hechos/eventos de efeméride de las Cortes Leonesas de 1188.
Las Cortes de la Corona Leonesa de 1188 no se pueden asimilar, en nuestro criterio político, a nada de otra Corona medieval de la península Ibérica [tengamos presente, a título de ejemplo, que ya en el año 1200 las provincias vascas entran voluntariamente en la Corona Castellana y forman una oposición global contra la Corona Leonesa] , y a la Carta Magna Leonesa le acontece otro tanto, y, por lo mismo, no es procedente una amalgamación de varias Coronas hasta extremos de intentar justificar los acuerdos posconstitucionales de UCD de 1981, y con ello, presuntamente, soslayar el reconocimiento, al mismo tiempo, de las cuatro Regiones Históricas de la Corona Leonesas: Extremadura-Reino Leonés-Galicia-Asturias el día 6-12-1978 junto al resto de todas las Nacionalidades y Regiones de la España Nación.

Las herederas de las Cortes Leonesas de 1188 [con ese umbral aprioristico extremeño, leonés, gallego y asturiano] como de otras Cortes de otros territorios históricos de España, son, en nuestro criterio particular, las Cortes Españolas, donde esta la convergencia, a lo largo del proceso histórico, de todos y cada uno de los Pueblos de la España Nación.

Al ilustre ciudadano Sánchez Albornoz y Menduiña (D., Claudio) le podemos poner todos los laudes que se estimen en su labor como investigador histórico, amén de las controversias que sobre diversos asuntos mantuvo con sus colegas, pero podemos discrepar, de hecho así lo hicimos, sobre sus criterios políticos, pues a raíz de una carta pública que me remitió [que fue publicada por El Correo de Zamora en la fecha de 4-11-1980] ,disentí de sus argumentos [en carta pública editada en El Correo de Zamora de fecha 5-11-1980], pues tanto entonces como ahora mantenemos la idea de la formación plural de la España Nación, y donde todos los Pueblos de la misma son respetados y tiene un trato equipotencial para lograr su desarrollo y calidad de vida en forma análoga.

Pertenecemos a esa generación que considera que las barras catalanas del escudo de Salamanca deben permanecer, que la franja verde de la Enseña Bermeja –la bandera de Zamora- debe seguir aunque fuera puesta por el aragonés Fernando El Católico después de ganar la Batalla de Toro (y forjar la unidad de España), que el vasco Unamuno y Jugo (D. Miguel) fue un gran Rector de la Universidad Salmantina, que la catalana Agustina de Aragón fue una gran heroína, que el valenciano San Vicente Ferrer-que predicó en valénciano en Zamora- logró un magnifico Compromiso en Caspe, que el acento andaluz de Bailén hizo temblar a los invasores franceses, que San Isidoro desde Sevilla alumbró a la península y a toda Europa, que muchos de los que conquistaron América hablaban leonés (fuera extremeño, sanabrés, carballés, o bable) etc. y con ello estamos por la convergencia y la solidaridad entre todos, como señala el propio texto de la Constitución Española de 1978.

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