En esta ocasión el nominado es José María Rodríguez de Francisco, alias "Pelines", secretario general del PAL-UL, concejal de Deportes del Ayuntamiento de León y conocido TRÁNSFUGA, merecedor de este lugar destacado por sus declaraciones, el pasado día 23 de Abril; lean y no se froten los ojos, él es así...
«No renunciamos a nada y nuestro objetivo es recuperar a los 90.000 que sacamos a la calle en la manifestación leonesista del 84 y no presumir por haber logrado que más de 6.000 estuvieran ayer por las calles de León»
Explicó también que el domingo había sentido la necesidad de salir a la calle a manifestarse, pero que no lo había hecho porque sabía que los miembros de su antiguo partido -la UPL- «no buscaban más que la confrontación política».
«Yo organicé la marcha del 84 y saqué a 90.000 personas a la calle», finalizó.
El Húsar, una vez más, se quedó boquiabierto y ojiplático tras leer estas declaraciones y se hace las siguientes preguntas:
¿Qué "necesidad" sintió el inefable "Pelines" en las dos manifestaciones anteriores a las que tampoco acudió? ¿Quizás alguna que debía resolver él mismo en un pequeño cuarto? ¿También en aquellas fechas temía la confrontación con sus antiguos compañeros de partido? ¿Para qué envió entonces a alguno de sus acólitos?
¿Cómo es posible que cuando los políticos sucursalistas en Villalar hablaban de 10.000 leoneses en la calle, él (que se pretende leonesista "auténtico") rebaje la cifra a 6.000? ¿Quién es el que atribuye este marchamo de autenticidad? ¿"El dedo de Dios"?
¿Hasta donde llega la caradura de un sujeto que se adjudica la organización de la multitudinaria manifestación del 84, cuando conocemos la realidad de los hechos, hemos tenido acceso al documento que propició la misma y sabemos los nombres de los partidos y asociaciones que la convocaron y hasta de los firmantes de la solicitud ante el Gobierno Civil? Queremos recordar, a este respecto, que, el mentado sujeto, en aquel entonces, simplemente "llevaba el botijo" a un tal Morano, vividor de la política, hábil en cambiarse de chaqueta y manipulador del sentimiento leonesista del cual se sirvió para su provecho particular y al que abandonó traidoramente, en la cuneta de la historia, camino de una sinecura en la Carrera de San Jerónimo. Lo que sí ha quedado claro es que, heredero de aquel, este segundón, durante los últimos años, siguió, cual rey absoluto, haciendo y deshaciendo (más bien esto último), en la UPL, y practicando un "leonesismo de Ordoño II" (quede claro que el Húsar habla del nombre de la Avenida, no de uno de nuestros más insignes reyes), que solo contribuye al deterioro de las posibilidad de autogobierno de todo el País Leonés.
Naturalmente, eso es lo que pretende, pero mientras pueda seguir "gobernando el Ayuntamiento", aunque sólo sea con dos concejales, ¿qué le importa todo lo demás? Como ególatra, petulante y presuntuoso no tiene precio...
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