Cuando las barbas de tu vecino veas quemar... ¡pon las tuyas a remojar!
Nuevos vientos parecen soplar sobre la historia del viejo continente que deberían hacer reflexionar a la sociedad leonesa (si es que aún le queda capacidad para ello).
Nos referimos, en concreto, a las recientes elecciones británicas; en ellas se han dado resultados que vienen a contradecir, una vez más (y ya van...) el tan repetido "atado y bien atado" (¿Verdad VILLAalba?) de esta absurda, antinatural y parademocrática comunidad (que de autónoma no tiene más que el nombre).
"Por primera vez, en 50 años, el Partido Laborista ha dejado de ser la fuerza principal política en Escocia". Así es, en efecto, pues el Partido Nacionalista Escocés ha obtenido 47 escaños, uno más que los Laboristas y a gran distancia del resto (Conservadores, 17 y Liberal Democrático, 16)
Estos resultados revisten, pues, una enorme importancia y aventuran unas consecuencias imprevisibles, a día de hoy. Hasta tal punto que, de esta situación podría derivarse, en 2010, curiosamente el mismo año de la celebración del 1100 aniversario del Reino de León, la decisión de "poner fin a la unión entre Escocia e Inglaterra".
Se nota que allí no hay ni un PP ni un PSOE (un PEPOE, vamos) empeñados, desde la "la nueva capital del mundo mundial", en acabar con la identidad de un pueblo. El problema es que, para acabar con su tiranía (democráticamente, se entiende) habría que constituir una auténtica alternativa política, creérselo, insuflar ánimo y esperanza en el cuerpo electoral y recolectar el suficiente número de votos para quebrar voluntades.
No basta ya con manifestaciones; hacen falta compromiso y "votaciones".
¡Y nosotros con estos pelos... o estas barbas! pero eso sí, avisando a los "navegantes" que pongan las suyas a remojar no vaya a ser que les alcance el incendio.
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