Vamos de campaña... o ¡vamos a contar mentiras!

Sonrojo, vergüenza ajena, indignación y hasta cabreo son las sensaciones que más abundan ante este circo tan poco profesional de seres humanos, hechos y derechos, que pierden hasta el "oremus" en cuanto el ambiente huele a mercadeo electoral. Sin embargo, no hay por qué preocuparse, esta casta privilegiada politiqueril (en general) está hecha de tal manera que se parece cada vez menos a los que dice representar y, por ello, no se encuentra ni aún en la antesala de esos sentimientos.

Nada de extrañar, sabiendo como sabemos, puesto que no ocultan ya ni siquiera el hecho de recordarnos que "las promesas electorales se hacen para no ser cumplidas..."

A pesar de todo, no deja de sorprendernos aún la estupidez nuestra de cada día; el 5 de Mayo, sin ir más lejos, leimos en "El Mundo-La Crónica de León que "el gobierno admite que no sabe cómo cumplirá su promesa del Centro de Denuncias de León". Sí, como lo leen, y sin movérseles un pelo de las pestañas...

"Una promesa más incumplida y un nuevo engaño del presidente del Gobierno", critican algunos. Mas, ¿será la última? Nos tememos que no.

No obstante y sin tener que hacer el esfuerzo de buscar en páginas interiores (¿para qué?) nos enteramos de que "Defensa entrega ahora a Extremadura un centro aeronáutico pionero tras arrebatar la Escuela de Pilotos a León" ¿Y seguimos tan felices en nuestra dorada rutina esperando la patada diaria en el trasero?

¡Pobre León, viejo de 1100 años de reino y tantos buitres revoloteando sobre sus despojos!