Tras el penoso espectáculo dado en las Cortes de Fuensaldaña por el Presidente de la Junta de Castilla ¿y León? al permitirse llamar, con expresión desabrida y despreciativa, “cavernario” al procurador de UPL Joaquín Otero por el mero hecho de haber reclamado la celebración de un referéndum para que la Región Leonesa pueda tener su propia autonomía, me veo en la obligación de hacer las siguientes puntualizaciones:
- Cualquier Procurador lo es porque una parte de la ciudadanía de esta Comunidad le votó.
- Quien insulta a un representante del pueblo está insultando a los ciudadanos a quienes representa.
- El insulto en sede parlamentaria tienen mucha mayor carga despectiva que en el calor de una discusión en la calle.
- Curioso que ningún compañero de Cámara del Sr. Otero pìdiera la palabra para defender la dignidad de dicho procurador y pedir el amparo del Presidente de las Cortes.
Sr. Herrera, si insultar al oponente es “moderno”, ¡PREFIERO SER CAVERNARIA!
Si menospreciar a los ciudadanos, votantes del Sr. Otero, es “educado”, ¡PREFIERO SER CAVERNARIA!
Si, en fin, abusar de una mayoría absoluta para reirse de los derechos de las minorias es “demócrata” ¡PREFIERO SER CAVERNARIA!
Por último, Srs. Procuradores, si sonreir ante el insulto a un compañero es “defender la dignidad de los Procuradores y por ende de la Cámara” ¡PREFIERO SER CAVERNARIA!
Al menos sé que, gracias a la evolución, podré algún día situarme "al nivel de los tiempos", cosa que para algunos, verdaderos CAVERNÍCOLAS y de la peor especie, será algo metafísicamente imposible.
Xana
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