En tiempos de tribulación... no hacer mudanza

Acaba de leer la Xana el comunicado que cuatro partidos regionalistas del "Engendro" en contra de la penúltima cacicada de la Junta (lo de penúltima es porque, sinceramente, desconocemos los leoneses cuando llegará la última, parece que algunos, como el consejero Villanueva por ejemplo, solo tiene un objetivo en esta vida, crear el mayor desierto posible alrededor de su adorada Pucela).

Hace ya unos días que sigo con auténtica avidez y tras laboriosas búsquedas (éste asunto no merece en opinión de la prensa local grandes titulares ni primeras páginas) todo lo que concierne a la fusión de Cajas en la que lleva empecinada la Junta muchos años para "dotar de músculo financiero a la Comunidad".

No es la primera vez que la Xana escribe sobre el tema y que ya fueron publicados hace un año, en Noviembre del 2008 (El interés más desinteresado I y II) (http://husartiburcio.blogspot.com/2008/11/el-inters-ms-desinteresado-i.html y http://husartiburcio.blogspot.com/2008/11/el-inters-ms-desinteresado-ii.html) siguiendo ambos, en líneas generales, de plena actualidad pero lo que encuentra sangrante la Xana, llegado este punto es que en todas las comunidades se esté procediendo a integraciones, colaboraciones o fusiones entre entidades de distintas autonomías y que, por dicho motivo, no tienen colisión alguna de intereses, mientras que en ésta las fusiones extracomunitarias son anatematizadas mientras se admite, sin sonrojo alguno, que la fusión de Caja España y Caja Duero, a la que han sumado, casi por decreto, a Caja Burgos, producirá "el recorte del 21% de la plantilla" es decir de unos 1.400 trabajadores y el cierre de unas 300 oficinas.

Dejando aparte que no han aclarado como se producirá dicho recorte, aunque suponemos que se hará mediante jubilaciones anticipadas, la realidad, pura y dura, es que se perderán 1.400 puestos de trabajo en unos momentos en los que, debido a la crisis económica mundial que se ceba especialmente en los trabajadores españoles, la citada desaparición de puestos de trabajo en unas provincias como las de Zamora, Salamanca y León que se encuentran en los últimos puestos de España en renta per-cápita, contribuirá a aumentar, aún más la brecha entre las dos regiones que forman esta autonomía inventada, mayor que muchos países de la Unión Europea y mucho más centralista que la España franquista.

Mientras Caja Navarra y Caja Canarias anuncian un acuerdo de unión de sus negocios secundarios y Caja Asturias se hace cargo de Caja Castilla-La Mancha, lo que no producirá pérdidas de empleo y la proyectada unión de las Caixas de Girona, Sabadell, Terrassa y Manlleu anuncian una reducción de 540 empleos en una zona en la que el desempleo no alcanza los niveles de nuestras provincias y mucho menos el nivel de emigración que aquí padecemos, el gobierno de la Junta observa sin despeinarse la pérdida de, como mínimo, 1.400 puestos de trabajo.

El conocido refrán que da título a este artículo lo dice claramente, "en tiempos de tribulación, no hacer mudanza". ¿Por qué entonces tanto empeño en realizar una fusión no deseada por la inmensa mayoría de los impositores que son, en última instancia, los dueños de las Entidades en cuestión?

¿Por qué los medios de comunicación de toda la comunidad no están informando todos los días sobre estos y otros planes que, a pesar de cuanto traten de decirnos, solo van encaminados a empobrecer, todavía más a los leoneses y a algunos castellanos? ¿Por qué si creen de verdad que esto es una "comunidad" se trata con esta diferencia las pérdidas de puestos de trabajo según sean en Valladolid (la SEAT es un buen ejemplo) o en Palencia (la "crisis de la galleta" fue otro ejemplo "de libro") o sean en el Reino de León y en "Caput Castella"? ¿Por qué el Banco de España no dice nada sobre este asunto?