sábado, noviembre 14, 2009

MANIPULACIÓN MEDIÁTICA EN EL DIARIO DE LEÓN

Bajo este título, el amigo Leñador nos envía un interesante artículo en que se dicen "verdades como puños".

No podemos obviar un hecho en esta maltratada tierra nuestra, con amigos como estos ¿para qué necesitamos enemigos?

Así que, sin más preámbulos, os dejamos el artículo anunciado con la conocida salvedad de que las negrillas son del Húsar:

El Diario de Ulibarri, continúa hostigando desde su atalaya, a Abel Pardo. Ahora vienen con una noticia de hace un año, aprovechando que se va a publicar el resumen de un Congreso, pero le dan l vuelta como si fuera un tema de actualidad para seguir con sus ataques, esta vez de la pluma de Emilio Gancedo (F. Ramos se dedica a denunciar lo que cobra el concejal, sin entrar en cuanto recibe el resto del consistorio).

Hemos intentado repetidas veces, mandar comentarios al Diario digital, pero de forma sistemática son seleccionados aquellos que más apoyan las tesis del redactor, por eso lo publicamos en este muro, ya que todavía no pueden censurarnos lo que publicamos aquí:

El Sr. Morala hace unos años ni siquiera reconocía la existencia del leonés. Ahora (hace un año, porque Sr. Gancedo, esta noticia es de hace un año, pero la vuelve a sacar ahora para continuar con su campaña antiAbel) no le queda más remedio que reconocer su existencia e incluso la posibilidad de su normalización. Por otro lado tanto el Congreso citado (organizado por el Instituto Castellano y leonés de la lengua -¿de cuál?-) como gran parte de los fondos de investigación de la Universidad de León están subordinados a las directrices de la institución que los subvenciona, léase Junta de Castilla y León (¿), que ni si quiera ejerce las funciones que estatutariamente le corresponden, sobre la defensa y promoción del leonés. Los ponentes del Congreso son los mismos (salvo González-Quevedo) que hace menos de dos meses montaron la denuncia de la Llionpedia (repito que este es un tema de hace un año), luego no es de extrañar que su posición sea opuesta a las manifestadas por El Fueyu y otras asocia ciones afines al Sr. Pardo.

Es decir que la información es tendenciosa y malintencionada por parte del redactor que actúa como juez y parte en esta cuestión (usted también fue ponente). Si todo el problema de la normativa “de Pardo” son los dos puntines, desde luego es que es una norma ejemplar. Y respecto a la coherencia interna le invito a estudiar con detenimiento las obras de Xosepe Vega, por él mismo publicadas y que están llenas de contradicciones sintácticas y ortográficas. Sr. Gancedo le respeto en lo que se refiere a otros temas de cultura leonesa, pero en lo referente a la lengua se le ve el plumero a kilómetros.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Si el problema fueran los dos puntines...El caso es quítate tú pa ponerme yo. No es para ponerse a estudiar a Xosepe y al PRENCIPICU, porque esa forma de escribir no nos sirve de ejemplo. Me gustaría conocer la obra de Gancedo, que creo ganó un premio con La Caleya, pero no se ha publicado...No hay de quien fiarse, nos atacan los cacastellanos y ahora los "asturianos". Los mejores son los MEDIOS DE INCOMUNICACIÓN. Si el leonés no existe ¿por qué se preocupan? ¿NO SERÁ MIEDO?

Anónimo dijo...

Estoy contigo en que los "dos puntines" (no entiendo por qué escribiendo en castellano, sus detractores no los llaman "diéresis" que es su nombre en dicha lengua) no son el problema.

Lo que no puedo entender es por qué se dice que "profesores de la Universidad desautorizan el leonés de Pardo" cuando Morala (que, como muy bien dice Leñador, negaba la existencia del leonés hasta hace 10 minutos, aunque ahora, añado yo ande "haciendo caja" con congresos y libros sobre el mismo) dice textualmente cosas como la siguiente:

“intentamos analizar qué posibles normas entran casi en conflicto, aunque a veces ese conflicto sea más artificioso que real porque tiene que ver con aspectos estrictamente gráficos que son lo menos importante de la lengua pero que son especialmente representativos”.

Y sobre el "cabreirés" de Vega, mejor "corramos un tupido velo" (o sería mejor, en este caso, decir "estúpido velo").