viernes, junio 11, 2010

Sinvergüenzas

Con este título, nuestro amigo, Carlos Bouza, publicaba el pasado día 8 en Leonoticias un artículo que no nos resistimos a copiar. Cierto es, como por otra parte es natural y lógico, que no lo compartimos al 100% ya que en nuestra opinión los porcentajes de responsabilidad (en este caso mejor sería decir de irresponsabilidad) entre los políticos son del 100% en todos los casos, sobre todo si nos referimos a los dos grandes partidos ya que, si bien es cierto que no es lo mismo ser gobierno que ser oposición, en cuanto se refiere al País Leonés y la penosa situación que padece, los dos grandes partidos son igualmente responsables porque, aparte de ser el único territorio en que siempre están de acuerdo para ningunear y ocultar la cultura e identidad propias, uno de ellos es gobierno estatal y el otro es gobierno autonómico así que, como suele decirse por nuestro pueblos "tanto peca el que mata como el que tira de la pata".

Pero sin extendernos más os dejamos con el artículo prometido que, estamos seguros os prestará leer.

No hace falta ser más explícito...

... Yo titulo este artículo con uno de los muchos adjetivos “descalificativos” posibles y, ustedes, amigos lectores de Leonoticias.com, mirarán a derecha e izquierda e irán poniendo los nombres y los apellidos, y los hábitats donde anidan y se reproducen todos estos pajarracos de plumajes diversos que, desgraciadamente, no corren ningún peligro de extinción, pues cada vez viven mejor, a sus anchas, dentro de la corrupción y la podredumbre.

«Cuando se tienen pocas ideas se las adorna más», dijo Bouza Pol. Claro que, cuando son malas, cuanto menos mejor. Las “pajines, cospedales, carrascos, bonos” no me convencerán si sólo se rebajan un misérrimo 15% el súper-sueldazo que disfrutan, tampoco si es un 50%, ni siquiera un 70%. Tienen, tenemos que rebajárselo el 90%, de tal manera que el que “atraca” las arruinadas arcas del Estado llevándose para sus confortables madrigueras 3 ó 4 millones de pesetas al mes, se le queden en trescientas o cuatrocientas mil, que ya está bien, y van que arden, y viento en popa…, y si no están conformes, que se busquen trabajo en la empresa privada, que les pagará más cuando demuestren lo mucho que valen y producen.

Los sueldos de los políticos en general y en especial los de los que más mandan, son siempre insultantes y provocadores, y mucho más ahora. Háganme caso, queridos lectores, y no a ese tal Pedro J. Ramírez que se atreve a decir ante las cámaras de Veo7 que los “servidores de la patria” ganan poco. Claro está que lo dice para congraciarse con ellos y, al mismo tiempo, para intentar justificar y disimular la “gran talegada” que cobra él. ¡Oh el periodismo!, miles de periodistas sin trabajo; miles esclavizados currando en precario con contratos leoninos para ganar “cuatro euros”, en jornadas tan largas y tristes como aquellos días sin pan de la postguerra. ¿Dónde está la solidaridad?

Lo tengo escrito muchas veces, y así lo expuse el otro día en el Club de Prensa de Diario de León: «Señores empresarios, soy un trabajador por cuenta ajena, siempre lo he sido y estoy orgulloso. No obstante, por haber desarrollado y gestionado altos puestos de responsabilidad, por haber conocido al detalle las tripas de las empresas, por mi fidelidad; me he sentido y considerado empresario. Cierto es que algunos trabajadores tienen poca formación, que a veces se escaquean, que abusan de la ILT, que rinden poco; pero a pesar de todo son los mejores, infinitamente mejores, más baratos y productivos que todos esos “trabajadores” que tienen el poder de fijar sus propios sueldos, sus dilatadas vacaciones, sus horarios de trabajo, sus jubilaciones y pensiones, sus privilegios y derroches, es decir: los políticos…, con sus asesores… »

Como prestaban atención y no me interrumpían, continué: «A estos malos empleados es a los que hay que formar. Sólo un gobierno de necios es capaz de enfrentar a empresarios y trabajadores y, ustedes, empresarios, se dejan engañar y, en vez de hacer causa común con nosotros, les hacen el juego a los irresponsables, a los peores “trabajadores”, los de postín, que les chulean a ustedes y a nosotros, nos coaccionan, nos presionan y nos corrompen. Por eso, nada de reforma laboral: lo que hay que hacer es una reforma política, una regeneración, porque esta pseudo-democracia, además de carísima es, más que nada, un “golpe de estado” permanente».

De esta ruina moral, social, política, económica, son responsables los políticos. Los empresarios (aunque hay muchos canallas), en líneas generales, no tienen culpa, ni siquiera los del sector de la construcción y del sector financiero privado. Los constructores son también víctimas del sistema descontrolado promovido por todas las administraciones públicas, y por sus cajas de ahorros que son el cincuenta y dos por ciento de todo el problema financiero. Nadie puede negar que estas “obras pías” de antaño, andan ahora como “putas por rastrojos”, intervenidas y arruinadas. Ninguno de sus dirigentes acabará en la cárcel.

En mi opinión (esto sí es una opinión), el ochenta por ciento de la culpa es del PSOE, y el veinte por ciento restante es del PP, que también gobierna en algunas Autonomías.

Lo escribo con toda burbialidad, como siempre.

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