Lee el Húsar en el Diario de León de hoy, día 5 de los corrientes, los siguientes (y sorprendentes) titulares:
El PSOE de León quiere a un castellano como sustituto de Villalba para criticarle.
Villalba valora positivamente al palentino Villarrubia.
Y ante semejante alarde de... ¿"enanez mental"? entra en un estado más que atónito ¡catatónico!.
¿Cómo es posible que se prefiera "a un castellano para (poder) criticarle"? ¿No demuestra eso una total falta de ética y de criterio? (Queda aún la pregunta del millón... ¿ahora se enteran y publicitan lo de castellano separado de leonés? ¿Pero no habían conseguido ya el híbrido maravilloso, émulo del bálsamo de Fierabrás?)
No será justo pero es perfectamente normal, y humano, que un castellano busque el bienestar de Castilla y de los castellanos y se preocupe poco o nada de los colonizados leoneses. Lo que no es normal, humano, justo ni ético es que el ¿leonés? Villalba no se preocupe ni de su tierra, ni de su cultura, ni de sus paisanos y solo abra la boca para hablar de "Castilla y León", el engendro inventado hace 24 años para mayor gloria y beneficio de Pucela y en detrimento del Reino de León cuyas tres provincias de Zamora, Salamanca y León son, por este orden, las más desfavorecidas de todo el pais y las que peor tratamiento han llevado desde que existe el "Estado de las Autonomías".
Lo que tampoco es justo, normal, humano, ni ético es que ese mismo ¿leonés?, para nombrar al Reino de León lo llame "el Oeste" y siga utilizando sus acostumbradas lindezas, para hablar de la anti-comunidad en que nos metieron (de clavo), como "esta es una gran comunidad que no se puede romper", "el mapa autonómico está cerrado" o "el problema de León se solucionará cuando se incluyan en la Constitución los nombres de las comunidades autónomas".
¿Cómo es posible que ningún afiliado al PSOE haya sido capaz de desmarcarse de estas afirmaciones y sin embargo digan que van a ser críticos con un castellano? ¿Pero no reivindicaban "más presencia e importancia de León"?
No hay peor cuña que la de la misma madera y es con los leoneses que tienen cargos y poder con quienes hay que ser críticos no con aquellos que defienden lo suyo aunque sea a costa del vecino. Los mayores traidores siguen estando dentro de casa, no hay que ir a buscarlos a las orillas del Pisuerga.
En fín, parece que ahora se acuerdan nuevamente del voto leonesista y por no haberlo conseguido en el grado que ellos deseaban (Presidencia de la Diputación de León) se alzan voces que piden "radicalizar el discurso leonesista". Con esta afirmación quedan bien claros sus motivos; no les mueve su amor a León sino su necesidad de votos. ¿Cuantos leoneses seguirán dejándose engañar por esos cantos de sirena con fecha de caducidad? ¿De cara a las próximas elecciones seguiremos esperando en vano en contra de las demostraciones palpables de que "prometer... hasta meter"?
Y por último, ¿la buena opinión de Villalba sobre el palentino Villarrubia para presidir el PSOE autonómico es un aval o un rejón de muerte para el "sustituto"?
Lo dicho, si el ridículo matara nos veríamos libres de mucho impresentable a quien lo único que preocupa es su sillón y su hermosísimo sueldo a costa (siempre) de nuestros impuestos.
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