El que no se consuela es porque no quiere
Coincidiendo con la “magistral” (aunque muy irreal) exposición, sobre la situación económica española, llevada a cabo, en el día de hoy, por nuestro dilecto presidente Z (antes ZP, parece que la inflación llega hasta a las iniciales), leemos en el Diario de León una noticia que no viene sino a incidir en algo ya más que visto y oído: León pierde fuerza económica, poder político, fuelle social y con ello atractivo inversor. Llegar a constatar que “Sólo siete de cada cien empresarios de la comunidad invertiría en León”, es altamente descorazonador, pues, seguramente, entre los entrevistados se encontraban los propios empresarios leoneses (?) en un número mayor que los que apostarían por el sí.
¿Tenemos, una vez más, lo que nos merecemos? ¿Será cierto aquello de que hay que quejarse menos y trabajar más? Sí, claro; pero ¿dónde está el trabajo cuando lo que se constata es, precisamente, lo contrario, y todos los indicadores no hacen sino incidir en cifras cada vez más negativas en materia de crecimiento económico y demográfico? ¡Bonita manera de ser, de nuevo, solidarios! ¡Pero no nos damos cuenta de que siempre se benefician los mismos! ¿Cómo explicar, sino, que, por el contrario, “Valladolid y Burgos absorben el atractivo inversor de la comunidad, especialmente la provincia vallisoletana, en la que apostarían por invertir la mitad de los empresarios”? ¿Pero es que somos más tontos o más inútiles que el resto? ¿O será, sencillamente, que nos siguen tomando el pelo y no se desarrollan nuestros polígonos, no presionan nuestros políticos y no avanzan nuestras infraestructuras? ¿Pero no nos habían vendido siempre que “la provincia de León es rica y variada” o que incluso un preboste pasado, tiempo ha, al castellanismo, llegó a afirmar que “la Región Leonesa podía ser el Kuwait español”? ¿Y hacia dónde se van nuestra energía, nuestra agua, o nuestra gente? ¿Será, como en aquellas conocidas “coplas” de Jorge Manrique que nuestros recursos “son los ríos que van a dar a la mar”, que es Valladolid? A nosotros no nos queda, al parecer, más que el papel de comparsa, de tontos del bote o de colonia que, además, obedece de forma perruna a sus nuevos dueños, incluso con marcado síndrome de Estocolmo; o, como mucho, la segunda parte del verso que nos hemos permitido la licencia de cambiar… Sí, "el morir", y no precisamente de entusiasmo o de satistacción.
Si a lo ya dicho, sumamos otras “noticias relacionadas” como que “El 34% de los empresarios votará al PP, el 7,65% al PSOE” o que “Los empresarios (están) a favor de la fusión de las cajas de ahorro”, nos encontramos ante un fantástico panorama de inmovilismo, de subsidio colectivo, de servilismo ante el poder, de manipulación consentida, de democracia vigilada y de apatía generalizada que no hacen presagiar nada bueno. Perdone el lector mi equivocación; claro que barruntan algo: el beneficio para los de siempre.
¿Cómo es posible que con esta penosa situación en León, el presidente del gobierno esté tan contento con la situación económica o será, quizá, más bien que lo que le tiene contento son las noticias económicas sobre la situación pucelana? Ya sabeis, cada vez que va a Pucela "se siente en casa".
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