lunes, septiembre 14, 2009

Haciendo amigos... como de costumbre

El pasado 10 de septiembre, escuchamos con estupor las declaraciones del Alcalde de Valladolid (el tigre de Pucela) en las que apoyaba, «sin ningún recato», la candidatura de Santander como Capital Europea de la Cultura en 2016. El pequeño detalle de que Burgos y Segovia también aspiran a dicha capitalidad no fue óbice para la "largada" del pucelano.

Cierto es, que las tres ciudades son castellanoviejas pero no lo es menos que Santander tuvo la inmensa suerte de "escapar" de la "Castilla y León" inventada de la que forman parte Burgos y Segovia (ésta última por decreto) y que se supone debieran concitar la solidaridad del alcalde pucelano en primer lugar.

Lo único positivo de la "verborrea diarréica" del pucelano es que, espera el Húsar, debiera servir para que, de una vez por todas, burgaleses, segovianos y resto de castellanos se dieran cuenta de la realidad de esta Comunidad, inventada "ad maioren gloriam Pucelae", y en la que los sentimientos y la solidaridad "castellanos y leoneses" solo se invocan cuando se trata de conseguir alguna prebenda para Valladolid y en la que el resto de provincias castellanas, aunque mejor tratadas, indudablemente, juegan el mismo papel de comparsas que las tres provincias del Reino de León.

Pero volvamos al Alcalde de Pucela que, en vista de las reacciones adversas de la sociedad burgalesa y de las autoridades de dicha provincia que calificaron como «lamentables» sus declaraciones en una clara apuesta por una ciudad que no pertenece a la Comunidad, quiso matizar sus palabras, manifestando que su adhesión a la capital cántabra se debió la «deferencia» de los santanderinos de escoger Valladolid como segunda ciudad, tras Madrid, para promocionar su candidatura, y a una «petición expresa» del presidente de Cantabria. Afirmó, además, que no tendría «ningún problema» en defender las propuestas de Burgos y Segovia si éstas «eligieran Valladolid para promocionarse» y recordó que «en otras ocasiones» respaldó a otras ciudades que también se lo pidieron, como Pamplona o Málaga.

Opina el Húsar que estas "matizaciones" no dejan muy bien parado ni el sentimiento de comunidad ni la lealtad a sus paisanos del "Tigre de Pucela" ya que lo único que nos queda claro es que solo "pagando el peaje" de acudir a Valladolid se puede conseguir su apoyo. ¡Viva la solidaridad comunitaria!

Hay que reconocer que la actitud del Alcalde pucelano trae a la memoria del Húsar un montón de frases hechas que retratan perfectamente al Sr. de la Riva (omite el Húsar el primer apellido para no empañar el nombre glorioso que es la cruz de dicho sujeto que en su apellido lleva la penitencia):

La primera es: Donde dije "digo", digo "Diego". Al parecer, lo que mejor se le da a este "pájaro" es rectificar, matizar y cambiar de opinión, lo que nos lleva a

La segunda: De sabios es cambiar de opinión. Debe ser por eso que, en su búsqueda perpetua de la sabiduria, De la Riva cambia de opinión, cual veleta, según la dirección en que sople el viento(solo un apuntín, nunca las veletas alcanzaron la sabiduría) lo que nos conduce a

La tercera: Ni una mala palabra, ni una buena acción. En sus propias palabras, está dispuesto a apoyar a todas las ciudades que «eligieran Valladolid para promocionarse». (Hay que reconocer que pelea por su ciudad, ya nos gustaría que los políticos leoneses hicieran lo mismo). Lo que nos conduce a

La cuarta frase, especialmente dedicada a burgaleses y segovianos: Con amigos así ¿para qué necesitamos enemigos? Opina el Húsar que no precisa mayor explicación.

Y para finalizar, en lugar de frases os dejamos unos versos:
  • Especialmente dedicados al "Tigre de Pucela" y a la Junta que nos "malgobierna" los famosos versos de Antonio Machado:

Castilla miserable,
ayer dominadora,

envuelta en sus harapos
desprecia cuanto ignora.

  • Y especialmente dedicados a todos los ciudadanos del Reino de León para que, quienes no lo hayan hecho aún, despierten de su letargo, recuperen la dignidad y el orgullo perdidos y peleen por su tierra y su futuro, los no menos famosos versos de Miguel Hernández:

Leoneses, dueños del hambre, el sudor y el hacha
reyes de la minería, señores de la labranza
yugos os quieren poner, gentes de la tierra mala
yugos que habréis de dejar, rotos sobre sus espaldas.

No hay comentarios: