domingo, septiembre 06, 2009

¿A RODIEZMO HEMOS DE IR?

En este primer domingo de Septiembre, en que tradicionalmente se dá el pistoletazo de salida del nuevo curso político, nuestra colaboradora Lláncara nos envía unas reflexiones sobre la pertinencia o no de acudir a Rodiezmo.

El Húsar no puede estar más de acuerdo con dichas reflexiones ya que piensa que "ir de comparsas" a dicha fiesta solo sirve para hacer bulto y para que algún indocumentado, al ver media docena de banderas del Reino, piense que el leonesismo apoya a quien, siguiendo la inveterada costumbre de los políticos de "prometer hasta meter...", traiciona a su pueblo y, lo que es peor, a su propia palabra.

Llevamos una legislatura completa y año y medio de la siguiente y la lista de incumplimientos de ZP con León es casi interminable. Todavía habrá quien diga que "cumple" pero, sinceramente, el Húsar opina que, aparte de años, poco cumple con León.

En medio año cruzaremos el ecuador de la segunda legislatura y entonces volveremos sobre este tema, veremos cuantas de las promesas electorales de la primera legislatura siguen durmiendo "el sueño de los justos".

Y sin más os dejamos con el atinado artículo de Lláncara:

Eso me preguntaba un compañero de fatigas en esta lucha, fatigosa, de hacer algo por nuestra Región Leonesa. Pensábamos ir con banderas del Reino de León, a reivindicar, a pedir, a protestar... No creo que merezca la pena perder un día en este domingo a escuchar la homilía del señor Rodríguez.

Tendrá ya demasiados acólitos que le ayudarán en este acto de catequesis para convencidos. Las banderas púrpuras deberían ponerlas los del séquito presidencial, aunque de eso no se acordarán ocupados como están en llevar los pañuelines rojos y a lo mejor hasta aparecen las "servilletas a cuadros".Los que no deberían faltar son esa recua de mineros vallisoletanos que tanto tienen que agradecerle a su Ilustrísima por lo mucho que han recibido de los mineros leoneses, de sus camisas rojas y sus cabezas rotas.

No me apetece nada pasar calor en un domingo caluroso de septiembre, porque bastante caliente tengo la cabeza con tantos voltios que nos pasan por encima, a falta de hospitales en este sur de León. Bastante caliente tenemos las cabezas los padres de familia preocupados por lo que aprenden nuestros hijos en la escuela. Y ahora dicen que les van a regalar ordenadores portátiles, ¡Qué modernos! Me los imagino ya cargados de información castellana y se me ponen los ojos a cuadros.

No vale la pena sacrificar la paella familiar de este domingo para ir a ver esa ceremonia. Aunque vengan los mejores predicadores, aunque nos siga prometiendo el oro y el moro. Aunque nos profetice que se van a recortar los sueldos y a subir los impuestos para que se suban las faldas las "miembras" de su Corte y se compren casullas con reptiles boquiabiertos los caballeros.

Es una lástima que este día de amor fraterno se vea empañado por estas nubes de desconfianza en el futuro, esas esperanzas frustradas en que algo tenía que cambiar al llegar un leonés al gobierno. ¿No recuerda señor Rodríguez que aquí empezó usted a medrar en todos los sentidos?. ¿No le gustaría a usted gobernar su casa?. A nosotros sí. No nos basta con que reparta usted la tortilla de las subvenciones, ya que nosotros no pillamos caho por ninguna parte. No nos bastan las buenas intenciones, que suponemos que usted tendrá, porque aquí no nos llegan ni las migajas. Ya nos vamos hartando de ser los sacrificados por el bien de la causa.

Mejor será que me quede en casina, con la familia. Reburdiando todos a más no poder. Seguro que a más de uno le chiflarán los oídos. Ojala en esta homilía del gobierno, se den cuenta del mensaje que queremos darles y recapaciten sobre el futuro de nuestra Región olvidada de sus manos sin callos.

Voy a vigilar la paella. Creo que se me está pasando el arroz.

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