Ojiplático quedó el Húsar, una vez más (por los sustos que nos dan, puede que termine siendo su estado natural...), tras leer, en la portada de La Crónica del 24 de Enero, que "Historiadores de toda la Comunidad avisan del fraude del 24 de Abril leonés".
Leído el artículo al completo, su perplejidad, lejos de desaparecer, aumentó en varios grados, ya que el primer párrafo del mismo dice textualmente:
"Los principales expertos de Historia Contemporánea de Valladolid, Burgos, Salamanca y Segovia coinciden en señalar que no existen pruebas documentadas de un presunto levantamiento leonés contra los franceses en abril de 1808." Por cierto que, si hubiera que hacer caso de todo lo que dicen los "historiadores" y algunos expertos... aviados iríamos. Alguno, cualquier día, llegará a pedir a un tal Herodoto que muestre su título de licenciado en tal materia, y, a ser posible, por la Universidad de Valladolid... Y con las preceptivas bendiciones de la Fundición de Villalar... ¡Faltaría más!
El Húsar, en su inocencia, siempre creyó que, en materia histórica, no debía existir mejor prueba que la prueba documental y, para mayor abundamiento, que no se pueden sumar "peras con manzanas", mezclar "churras con merinas" o confundir "esa cosa de atrás con las témporas", pero es evidente que algunos no se enteraron de esto (el día que se habló de ética, faltaron al "cole") y... ¡así nos va!
Partiendo de estas premisas, el pobre Húsar no consigue comprender cómo los principales "expertos" pueden negar la existencia de pruebas cuando existen documentos desde el mismo día 24 de Abril de 1808 y se han ido acumulando durante 200 años. Claro que es preciso ir a buscarlas a los archivos (que es donde suelen estar) y parece que esa callada labor de investigación no es tan gratificante, para algunos, como salir en "los papeles", incluso atribuyéndose títulos académicos de los que carecen.
No deja de resultar curioso que se intente comparar ahora los sucesos de Burgos con los de León y además se diga que estos últimos no son en nada equiparables a los primeros, porque "en León no había franceses", algo a lo que únicamente ellos o sus campaneros han aludido... Nosotros no, por ahora.
Hagamos, si les parece, un poco de historia; si queremos hablar de incidentes con franceses en los que hubo escaramuzas y muertos, es incomprensible que no se hable de lo sucedido, en Noviembre de 1807, en Peñaparda (Salamanca), donde los vecinos del pueblo, soliviantados por el robo de sus ganados por parte del ejército francés que se dirigía desde Ciudad Rodrigo hasta Almeida, en la vecina Portugal, se armaron y, según cuentan, mataron a un centenar de franceses. Tal vez este suceso tampoco sea importante dado que sucedió en el Reino de León, pero cualquiera, mínimamente imparcial, podría perfectamente compararlo con lo sucedido en Burgos cinco meses después, con la única salvedad de que los leoneses de Salamanca salieron bastante mejor parados que los castellanos de Burgos.
Mas, lo sucedido en la ciudad de León en 1808 tiene otro carácter diferente y nunca lo hemos negado. Se trata, en suma, de la proclamación de Fernando VII como rey de León. Para quien intenta rechazar hasta la existencia misma del citado reino, en cualquier época de la historia, dicha proclamación probablemente carecerá de importancia, pero la realidad es tozuda y hay que recordar que los reyes de España, tras ser coronados en Madrid, venían a León para ser ungidos en la Catedral y tomar posesión del cargo de "canónigo perpetuo" que también ostentaban. Con ocasión de dicha unción, se levantaban pendones por el Rey, siguiendo la ancestral costumbre leonesa. Por cierto que la última en cumplir con dicho rito fue Isabel II.
El 24 de Abril, el rey, como es evidente, no estaba en León y por ello se llevó un retrato acompañado por los pendones. Asimismo, según consta en el Acta municipal de dicho día, se alistaron mozos solteros e incluso casados que estaban dispuestos a dar la vida por su rey; ¡sería combatiendo contra alguien, cabe suponer...! (el harakiri nunca existió en nuestra cultura).
Un alistamiento de mozos debería ser interpretado como un acto de guerra y solo en caso de guerra, como el que comentamos, los mozos sienten necesidad de manifestar su resolución de dar la vida por su monarca, que no era otra cosa que hacerlo por su patria.
Decir que son elucubraciones hablar de listas de reclutamiento, cuando su realización consta fehacientemente en un Acta Municipal es acusar al Ayuntamiento de la ciudad de León, de la época, de falsedad en documento público y, curiosamente, esto se hace sin tener una sola prueba en contra de dicho Acta.
En cuanto a descalificar la celebración del 24 de Abril, porque Fernando VII fue el peor rey de la historia de España, es el argumento más peregrino, más burdo y más cateto de cuantos podríamos imaginar. ¿Quien habría sido capaz de adivinar, en 1808 y en un contexto como el que se estaba dando, si iba a ser un rey bueno, malo o simplemente regular? En fechas inmediatamente posteriores, Fernando VII fue conocido como "El Deseado" y en el transcurso de la Guerra de la Indepencia fue proclamado rey en multitud de ciudades y pueblos sin que por ello, hoy día, ninguno de ellos se sienta avergonzado ¿por qué hemos de sentirnos, entonces, avergonzados los leoneses por el simple hecho de haberlo manifestado, al parecer, antes que ningún otro o de la manera que lo hicimos? o ¿es que solo fue malo para los leoneses y el resto del país tiene que sentirse orgulloso de haberlo proclamado? ¿qué decir, por cierto, del famoso grito de los madrileños de ¡"Vivan las caenas"!, que, de mala fe, algunos nos han pretendido colgar como inmerecido y manipulador sambenito?
Por otra parte, además de determinados historiadores, si hacemos caso de las opiniones de un doctorando con nombre de premio de cine, que afirmaba hace unas semanas que el 24 de Abril era un invento de los leonesistas, nos encontramos con una noticia de primera página, ésta para encuadrar: El leonesismo surgió hace 200 años, ya que desde entonces León lleva diciendo que: "Fue la primera en lanzar el grito de independencia en 1808".
¡Hay que ver cómo son estos "peligrosos" leonesistas! Hace 200 años ya previeron que 175 años después se crearía una Comunidad en la que no iban a sentirse representados y que establecería, además, como fiesta de la misma la fecha del 23 de Abril, así que decidieron gritar "¡Muera el invasor!" un 24 de Abril. ¡Son capaces de cualquier cosa con tal de seguir fastidiando!
2 comentarios:
Ojiplático me has dejado con el relato respecto a la fiesta del 24.
¿No será que los acérrimos defensores de sus privilegiados puestos en esta autono-tuya de Castilla y NO León tienen un embudo con el que calibrar los temas históricos?
Debe ser el embudo que sirve para interpretar los hechos históricos y que usan el orificio estrecho para hacerlo son todo lo que huela a leonés (24-Levantamiento Leonés) y sin embargo se aplica el ancho para lo que se considera castellanoleonés o simplemente castellano (23-Villalar).
Ya lo dice el refrán ancha es Castilla y ancho es el embudo que usan para justificar y ensalzar lo castellano.
el artículo de las eminencias castellanas no tiene desperdicio.Es una ofensa a la inteligencia de cualquiier persona.Procede buscar y estudiar las pruebas de las que carecen estos catetos y sin miramientos....machacarles.............animo
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