Mi bandera no miente, no engaña, no se esconde, se alza majestuosa al viento proclamando mi orgullo de ser leonesa. Mi bandera lleva un lazo verde y mucho, muchísimo corazón.
Mi bandera no pesa, mi bandera se pliega pero no se arruga. Algunos días está a media asta y otros la llevo al hombro.
Mi bandera tiene ya muchos años, pero es joven de espíritu. Mi bandera ha luchado en muchas batallas y no se rendirá ante ninguna guerra.
Ha sido retratada en muchos sitios, ha acompañado muchas fiestas, ha apoyado muchas reivindicaciones.
Hoy no. Hoy mi bandera no estará presente en la Ceremonia de las Cabezadas. Hoy no sé si habrá otras banderas. La mía no.
Hoy discutirán el clero y los políticos. Hablarán y hablarán con más o menos acierto. Harán alardes de efectos especiales, sacarán a relucir frases ingeniosas, querrán que cante el gallo o que aparezca aquel vino añejo. Porfiarán por el peso de las velas y harán juegos malabares con ellas. Como siempre jugarán al desconfío Buscarán el aplauso y las risas del pueblo que asiste al espectáculo.
Y terminarán en tablas. Como siempre. Como todos los años. Darán cabezadas y más cabezadas. Yo no. Yo recuerdo las palabras de un ¿lider? que mandaba a “no sé quien y no sé porqué a darse cabezazos”.
Este domingo soleado de Abril estoy escribiendo estas líneas después de un día de emociones intensas, de charlas con amigos, de banderas carmesíes alzadas al viento. 24 de abril DÍA DE HÉROES Y DE …TUMBAS. Día de coronas de laurel, de bandos, de bandas...
Cada pardal a su espiga. El tiempo de juego terminó. Las piezas de ajedrez jugaron una partida intensa. Ahora vuelven a la caja los reyes y los peones. Todos al mismo sitio pero no al punto de encuentro. ¿Quedarán algunas piezas fuera?. ¿Dónde quedarán los peones?
Los que ganaron la partida hoy agacharán teatralmente la cabeza y si tuvieran un mínimo de dignidad, en el día de hoy, pedirían disculpas. Porque hoy es el día de las Cabezadas, no de las cabezonadas. Por eso hoy no estará mi bandera púrpura. Ni tampoco mi bandera blanca.
El tiempo, que según dicen pone a cada uno en su lugar, dará la razón a quien la tenga. Habrá que mantenerse unidos en la espera y pacientemente ver como unos vienen y otros van en una especie de baile de máscaras.
Por debajo de la máscara está el frío rostro de la soledad.
LLÁNCARA, día de San Marcos de 2010. Seguimos celebrando el 1100 aniversario del Reino de León
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