El esperpento de la prensa viene dado éstos días por el cómo hay que tratar en León el horror de la fiesta del degollamiento de los pobres Padilla, Bravo y Maldonado. Pues, sencillamente, como eso, ¡como un horror!
Representan en la campa, con gran detalle, el paso del cuchillo por las gargantas de los pobres infelices. Sólo falta el jaleo de la gente, del pueblo que, por entonces, celebraba también la degollación como una fiesta. Tristes recuerdos me traen al comparar hechos tan reprobables con los que cometen ante las cámaras los malvados terroristas de Al-Qaeda.
Tras el ajusticiamiento, la fiesta. ¿Ajusticiamiento? Sí. Y con todas las de la Ley. Pero no se horrorizan cuando ven caer sus cuerpos cual mártires, no. Grita el pueblo por boca de sus representantes: ¡Se ha hecho justicia!
... Y el pueblo calla. Que siga la fiesta. Llenemos sus estómagos para que nos sigan apoyando. Atizad las brasas y que no se enfríen los rescoldos. El año que viene seguiremos ajusticiando a los mismos: al pueblo. Y que disfruten con los "chorizos" que les sigamos dando.
Tratan de inculcar que la muerte fue martirio. Lo que fue lo sabemos todos. Lo que es hoy también. Nos lo quieren adornar con no sé qué sentimiento. Pero afortunadamente, hoy, nos asiste la razón de la verdad que llevan ocultando tantos años. Ocurrió lo que ocurrió. Se incumplió la Ley y se administró justicia.
¿Era injusta la ley impuesta entonces? Pues claro. Tan injusta como la que se impone hoy a los leoneses que, en democracia de 2010 padecemos las injusticias de 1521. Es decir, la imposición de la ley. El problema es que hoy tenemos derecho a decidir nuestro futuro, no a que nos lo impongan. Tenemos derecho a cambiar cuanto nos dé la gana, mientras nos asista la Constitución. Gritaban los comuneros: ¡Viva la libertad! ¿Qué gritarían hoy? ¿Libertad para los leoneses? ¿Dejad de oprimir al pueblo leonés? ¿Devolvedles lo suyo?
Hoy, los leoneses, padecemos el degollamiento diario de nuestra identidad, cultura, historia, ... y no nos vemos reflejados en los ajusticiados comuneros. Sólo pensamos que si nos rebelamos nos pasarán a cuchillo como a ellos.
¿De verdad pensáis que es una fiesta?
1 comentario:
Es un placer volver a leerte Roberto, el Húsar te echaba de menos y esperamos que vuelvas a deleitarnos con tus certeras opiniones.
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