sábado, abril 10, 2010

¡Échele huevos, señor Zapatero!

El pasado Domingo de Pascua, 4 de Abril de 2010, y firmada por "R.A. Quiroga", Diario de León publicaba una Tribuna que lleva este mismo título.

Señor Zapatero: no le habla ningún experto en política, soy un ciudadano corriente y me gustaría decirle algunas cosas desde el corazón y el sentido común.

Está usted perdiendo una ocasión histórica para hacer de este país un sitio mejor. No digo que no haya hecho cosas positivas, fundamentalmente en temas de derechos sociales, lucha contra el terrorismo, energías renovables, infraestructuras-¦ esto es necesario, pero no suficiente. Vivimos una fuerte crisis económica, que yo no pienso, sinceramente, que hayan provocado ustedes, pero no han sabido pronosticarla, prepararse para ella ni gestionarla. Están perdiendo una ocasión histórica para fundar las bases de una nueva sociedad, más justa e igualitaria.

Le pongo algunos ejemplos:

1º. Los derechos sociales no se deben sufragar a costa de las clases medias ni del pequeño empresario. Meta mano a los grandes de este país, a los que usted conoce muy bien, ya que se fotografía frecuentemente con ellos: grandes empresarios, banqueros, multinacionales, a los que encima hemos tenido que sacar las castañas del fuego durante la «crisis». No hay derecho a esto. Reduzca las retribuciones astronómicas, el amiguismo, la corruptela, el fraude fiscal y la economía sumergida, si quiere sacar a flote todos los recursos de este país y que los ciudadanos confiemos en nuestras instituciones.

2º. No juegue con la edad de jubilación ni con las pensiones. Solo si se demuestra que el sistema público no es viable, empezaremos a pagarnos un seguro privado. Pero no nos engañe a favor de la banca. Presente datos objetivos y proyecciones. Los que tenemos ahora sobre 45 años nos vemos dentro de 20 todavía hipotecados, habiendo cotizado toda la vida y sin la seguridad de una pensión de jubilación digna. Regule estrictamente las prejubilaciones. No olvide que con el aumento de la edad de jubilación, aumenta usted, además, el paro entre los jóvenes.

3º. Tenga el coraje de reformar la Administración pública estatal y promueva las reformas correspondientes en la autonómica y local, para que den ejemplo real de eficiencia en el servicio público y fomento del empleo estable. Pero no se cebe miserablemente con el sueldo de los funcionarios ¿o es que en época de vacas gordas repartió alguien beneficios con ellos?

4º. Dote a los Ayuntamientos de mayores recursos económicos: ahí tiene un magnífico yacimiento de empleo. Pero eso sí, establezca controles para evitar el derroche de recursos públicos al que, desgraciadamente, nos tienen tan acostumbrados los poderes locales: ¿Cuántas veces se hacen las obras en este país? ¿Por qué se les permite a los ediles megalómanos satisfacer su ego con proyectos faraónicos innecesarios y costosísimos, mientras las necesidades básicas renquean?

5º. ¿Sabe de otro magnífico yacimiento de empleo? Prohíba el pluriempleo público, que no se deriva de la necesidad, sino de la avaricia. ¿Cómo es que puede alguien estar en dos sitios a la vez, cobrando por ello? Un funcionario que ejerce de concejal o de alcalde, un médico de la seguridad social que va por la tarde a su consulta privada, un parlamentario consejero delegado de una o varias empresas-¦ deberían tener incompatibilidad, para dejar sitio a otra gente que espera por un puesto de trabajo y para cumplir mejor con su cargo público. O en misa o repicando. Elimine sueldos vitalicios y dietas injustificadas en los políticos, verá usted cómo se llena el Parlamento y se generan al mismo tiempo puestos de trabajo.

6º. Invierta en el medio rural, que fija población en el campo (sectores agrícola, forestal, ganadero y pesquero). El sistema no se puede mantener con unos desequilibrios territoriales tan grandes entre el campo y la ciudad. Su siguiente «plan anticrisis» debería ir destinado a estos sectores, fundamentalmente en el ámbito rural.

7º. Compartir y ser solidarios sí, pero no a puertas abiertas. Primero arreglar lo que tenemos en casa, y luego elaborar una política sensata de inmigración, cooperación y ayuda al desarrollo.

8º. Haga usted pinza con su amigo Obama y la UE para trasladar estas reformas a nivel mundial, se necesitan líderes con arrojo y valentía, lo que sobran son borregos encumbrados y títeres. Metan mano a los magnates de la lista Forbes, que no saben ni el dinero que tienen, a los tiburones financieros y a los magos de la «economía virtual», que tanto daño han hecho a la sociedad y a la economía.

9º. Déjese de partir piñones con la Iglesia católica ¿no estamos en un estado aconfesional? No queremos religión en los colegios públicos ¡ninguna! ni católica, ni musulmana, ni budista. La religión libre y en los templos, no en las aulas. Y el que la quiera que se la pague, está en su derecho, pero no a costa de todos.

Si no hacen ustedes nada de esto, si no contribuyen a reducir las tremendas desigualdades sociales y económicas que provoca el capitalismo, peligra el estado del bienestar y el futuro de los pueblos del mundo. Además, los ciudadanos de izquierda o de centro-izquierda, defraudados una vez más, se dejarán arrastrar por el movimiento pendular que Vd. mismo ha contribuido a crear y votarán a la derecha tradicional o ultraliberal, téngalo por seguro. Y por supuesto, pasará usted a la historia como un gobernante flojo, pusilánime y de discurso vacío.

Y finalmente, otra oportunidad que no debe dejar pasar-¦ Ya que se siente tan leonés, déle autonomía a su tierra -si el pueblo así lo decide-, mejor momento histórico que éste no creo que vaya a existir por muchos años. En otras palabras, ¡échele huevos, señor Zapatero!

No hay comentarios: