Nuestro colaborador Lluis Bayle, nos envía un artículo dedicado en bran parte al Valle de Riaño, lleno de sentido común (ése que tanto les falta a los políticos que sufrimos y alimentamos a cuerpo de rey). No esperamos que aprendan de la experiencia, puesto que la destrucción ajena les produjo pingües beneficios pero no nos resignamos a callar (lo único que nos queda en estos momentos para despertar las conciencias es "el pataleo") y con Lluis decimos: "Los políticos nos vendieron y nos siguen vendiendo. Los políticos nos condenaron a muerte." Y sin más preámbulos os dejamos el artículo prometido:
Entre los argumentos esgrimidos en su día para la construcción de la presa de Riaño por parte de políticos, figuraron incontestables argumentos de progreso, prosperidad y fijación de población joven en el sur de la provincia de León y el norte de Zamora al convertirse en regadío más de 80.000 has. de cultivos de secano. Con estos argumentos enfrentaron a leoneses del sur que se manifestaron a “billete pagado” contra una parte de la montaña, viéndose amparados con estas promesas de progreso. De esta forma se vieron así expulsados los habitantes de la comarca de Riaño a favor "del progreso, la modernidad y la solidaridad".
Sin entrar a valorar siquiera si las indemnizaciones fueron acertadas, suficientes o si estos habitantes fueron sacados a “la sillita de la reina” como presumía algún alto cargo político de la época, puesto que para ello ya se han dictado varias sentencias al respecto, lo que todos podemos afirmar es el grave daño que produjo el desarraigo provocado al verse expulsados de sus tierras, de sus casas, pero sobre todo al verse expulsados de sus medios de vida que, aunque fueran indemnizados, les obligaba a buscar nuevos medios de vida con lo incierta que tiene que ser esta situación, más cuando te ves abocado a trasladarte a tierras que ni siquiera conoces. No nos engañemos, el pueblo nuevo de Riaño se convirtió más en una urbanización vacacional (y no necesariamente para riañeses) que en un lugar capaz de generar nuevos medios de vida. Además de los bienes materiales indemnizados es evidente que hubo otros “bienes” de quienes nadie más se acordó que necesariamente tuvieron que caer en el pleno desamparo, ante lo impasible del “progreso”.
Transcurridos los años, 25 desde el cierre de la presa, muchos años sin duda, los suficientes para que políticamente nos olvidemos de todo, tenemos que asistir en un conocido medio de comunicación “castellanoleonés” a la respuesta que se da por parte de una política a un espontáneo leonés que intervino en el programa para quejarse ante la sequía existente porque “a León le robaban el agua”. Muy airosamente la política en ejercicio contestó que “el agua es de todos” no de los territorios por lo que el agua no se puede “robar”, dejando así a este espontáneo como si fuera un “insolidario leonés de esos que tanto se quejan sin razón”. Sin duda me identifiqué con la afirmación de este espontáneo, seguramente labrador afectado por la sequía existente. Esta “universalista” (político) elegida, oh casualidad, por la provincia de Valladolid, o ignora, o le interesa ignorar lo ocurrido en León, o habla “universalistamente” con muy mala fe.
La realidad es que de las más de 80.000 has. que el agua de Riaño iba supuestamente a regar en el sur de León y norte de Zamora, sólo una pequeña parte, que ronda las 8.000 has., se riega de forma constante con el agua de la discordia, el resto se trasvasa al río Carrión y sigue camino de la provincia pucelana donde sí se le da cierto aprovechamiento. ¿De verdad, después de estas promesas incumplidas, puede un político decirle a un labrador leonés que ve peligrar su cosecha por la sequía, que no le roban el agua? Discúlpeme ud. pero no prometan y luego no oirán que robaron cuando no dieron lo prometido. Con el agua prometida ¿qué se hace? ¿A dónde va? ¿Donde está ahora el agua que los pantanos rebosaban el año pasado? Porque si “el agua es de todos” y “no de los territorios” también lo es de los leoneses.
¿De verdad no hemos sido solidarios los leoneses con el agua? ¿Qué más se nos puede pedir a los leoneses para que seamos un poco más solidarios? Resulta que ese universalismo, tan políticamente correcto, procede de un político, valga la redundancia, de provincia receptora de agua que no ha tenido que sacrificarse por nadie ¡¡¡VIVA LA SOLIDARIDAD!!!
Programa grabado por la TV de Galicia en 1986
La realidad es que la justificación que dio origen a la construcción del monstruoso pantano de Riaño, en un momento que mal que pese la agricultura ya no era motor de la economía y menos con los dictados de la UE que se sabía nos iban a imponer, no existe. Y, si dicha justificación no existe ¿por qué no facilitar el ejercicio del derecho de reversión de los bienes expropiados al desaparecer la causa que justificó dicha expropiación? Según el art. 33.3 de la Constitución Española de 1978
“Nadie podrá ser privado de sus bienes y derechos sino por causa justificada de utilidad pública o interés social, mediante la correspondiente indemnización y de conformidad con lo dispuesto por las Leyes.”
¿Cuál es la
utilidad pública o el interés social a día de hoy de esta infraestructura? ¿es suficiente para justificar el daño causado? ¿Engañaron, robando así a labradores y montañeses que enfrentaron entre sí?
Los políticos nos vendieron.
El ferrocarril de la “Vía de la Plata” fue cerrado a la par que se cerraba la presa de Riaño, esta vez bajo argumentos económicos de falta de rentabilidad. Los leoneses de las tres provincias del Reino de León, no encontramos solidaridad para el mantenimiento de esta vía, su modernización o puesta en valor para que mediante una política de modernización de comunicaciones, contribuyera a revitalizar o al menos mantener la situación de estas provincias. De esta forma quedaban así aisladas por ferrocarril y desvertebrada la Región Leonesa. Donde no llegan las comunicaciones está claro que no se van a instalar industrias, y las que hay antes o después terminarán marchando a otras zonas logísticamente más interesantes. En otras zonas del país se mantuvieron y se mantienen líneas no rentables por su capacidad de “revertir” recursos a las zonas por donde discurren.
Los políticos nos vendieron.
También en virtud de motivos de progreso y ecología, al tratarse de energías “verdes”, se pretendían instalar varios parques eólicos en la montaña de Omaña. Todos sabemos que se trata de un hábitat muy importante para los urogallos y los osos. Estos parques se iban aprobando en virtud de licencias individuales sin observarse el impacto que, de forma global, tendrían todos estos parques. Actualmente estos parques se encuentran parados vía judicial por falta de estudio de un impacto global. Veremos en que queda, ¿pero no era la Junta de Castilla y León la encargada de velar por este tipo de informes en vía administrativa? Se ve que Valladolid queda muy lejos de Omaña.
Los políticos nos vendieron.
Igualmente en materia de carreteras parecen muy preocupados los políticos actuales por la autovía Valladolid-León (que no León-Valladolid, -vaya insolidaridad la mía por decir esto). Si coges la Ctra. nacional León-Valladolid un día de diario, la realidad es que suele estar muy colapsada hasta aproximadamente la localidad de Santas Martas, donde se coge la autovía de Burgos. Hasta aquí es indiscutible la necesidad de la autovía, eso sí, dejando a salvo los restos arqueológicos de Lancia. El resto es una nacional más bien poco transitada que, como mucho, necesitaría algunas circunvalaciones a pueblos, lo que sería un escaso gasto en relación a la construcción completa de la autovía. Sin embargo nada se habla dentro de ese mundo globalizado, “universalista” y por ende políticamente correcto, de la autovía internacional León-Braganza. Esta autovía sí sería necesaria para situar a León en el mapa, sin duda sería la salida de la riqueza del norte de Portugal con Europa pasando por León donde se podría situar un puerto seco capaz de dar cientos de puestos de trabajo. De esto no se oye hablar, ni creo que esta autovía se materialice, al menos por León.
Los políticos nos siguen vendiendo.
Asistimos a ver como la autovía León-Valladolid dejó al descubierto parte del yacimiento arqueológico de Lancia, declarado Bien de Interés Cultural por la propia Junta de Castilla y León. Estos restos según diferentes expertos son de incalculable valor, y buena muestra del valor del resto del yacimiento. Lejos de poner manos a la obra para descubrir, poner en valor, y explotar intelectual y turísticamente este recurso que podría revertir más riqueza y puestos de trabajo que muchas industrias se convierte en un “pim, pam, pum” entre políticos. Tras la resolución de la Comisión de Patrimonio Autonómico, dando la razón a colectivos leoneses que reclamaban la puesta en valor de todos los restos en lugar de su “aplastamiento” con una autovía, lejos de excavarse y explotarse cultural y económicamente el resto del yacimiento, los restos descubiertos han estado a la intemperie durante casi dos años, con el consiguiente deterioro que ello conlleva, mientras los ciudadanos asistíamos a continuas promesas de “salvación” que, hasta la fecha, no se han materializado, si bien, estos últimos días procedieron a cubrirlos, esperemos que con la intención de preservarlos y digo yo, ¿Cuántas veces piensan los políticos salvar Lancia antes de hacer algo con los restos?
Los políticos nos siguen vendiendo.
Asistimos también a la protesta en la Comarca de El Bierzo, por la próxima quema de residuos en la incineradora “Cosmos”, con la consiguiente emisión de residuos a la atmósfera, emisiones contaminantes que, a pesar de todo lo avanzadas que puedan ser estas incineradoras, se producirían. El Bierzo, es una de las comarcas más ricas de la provincia de León en muchos sentidos. Sólo hay que pensar en el perjuicio que ocasionaría a la imagen de El Bierzo, como productora de vino con D.O. propia, la instalación de este tipo de industrias contaminantes, sin entrar a valorar la repercusión directa sobre las propias cosechas y (repercusión) en la calidad de la uva. ¿Somos insolidarios los ciudadanos por oponernos a esta industria en el Bierzo? Cuando en otras regiones se rechaza la quema de residuos, aquí se convalida desde las propias administraciones ¿esto se haría en Valladolid en la zona Rueda? Veremos en qué termina la cuestión en el caso de El Bierzo, pero cuando es la fuerte oposición ciudadana en El Bierzo y no la Junta la que se opone, podemos decir
que los políticos nos siguen vendiendo.
Recobra fuerza en estos días la amenaza de la autopista de energía Sama-Velilla. Nuevamente se vuelven a invocar razones de interés público, progreso y economía para exigir la solidaridad de los leoneses con esta infraestructura, supuestamente para exportar energía eléctrica desde Asturias si bien noticias periodísticas a veces alegan que es Asturias la que quedaría “a oscuras” por falta de esta infraestructura. El Informe Lago ha demostrado lo innecesario de esta infraestructura eléctrica que trataría de atravesar la montaña leonesa, produciendo en ella incalculables daños medioambientales al romper el paisaje y daños incalculables sobre el turismo, de lo poco que nos queda en esta provincia, al instalar torres de alta tensión de dimensiones inexistentes en Europa. Medioambientalmente los daños son incalculables, lo que le ha costado a este proyecto ser tumbado en varios de sus intentos desde instituciones europeas. Esta infraestructura podría hacerse soterrada, lo que incrementaría fuertemente los costes, por lo que al parecer no merece la pena, mejor exigir solidaridad leonesa y que pierdan una parte importante de sus recursos. Los políticos vuelven a hablar de este proyecto sin ni siquiera encontrarse resueltas las más de 27.500 alegaciones presentadas por colectivos y particulares leoneses contra este proyecto. Los políticos parecen seguir empeñados en este proyecto.
Los políticos nos siguen vendiendo.
Un nuevo proyecto de “desarrollo y progreso” se cierne sobre nuestra tierra, la estación de esquí de San Glorio. A pesar de que León aporta más del 80% de la superficie de la estación de esquí, los principales accesos se encuentran por la vertiente palentina, siendo precisamente estos accesos la única aportación de dicha provincia al proyecto de San Glorio, donde el valor del suelo ha llegado a “calentarse” hasta límites insospechables, no así en la vertiente leonesa. Igualmente el domicilio social (o lo que es lo mismo, el lugar que se beneficiará de sus tributos), de la empresa “Tres Provincias” encargada del proyecto, para el que ya ha solicitado subvenciones multimillonarias por parte de la Junta, se sitúa en Palencia. Nuevamente a pesar de ser los leoneses quienes más aportamos, somos los que menos recibimos. Por no hablar de los daños medioambientales de este proyecto, que ha necesitado de la modificación de la normativa autonómica para su aprobación, si bien le queda el trámite más complicado, superar la normativa europea. ¿Podemos ser más solidarios? Los políticos ante todo esto permanecen genuflexos ante el expolio leonés.
Los políticos nos siguen vendiendo.
Milagrosamente nos hemos librado de la instalación de un cementerio nuclear, esta vez en la provincia de Valladolid para que veamos que todo lo malo no nos toca sólo a los leoneses. Debe ser que la solidaridad de las políticas procedentes de Valladolid existe. Sin embargo cogiendo el mapa vemos que se trata de un rincón de esta provincia metido en la de León. El cementerio se situaría a unos pocos kilómetros de Sahagún, incluso existió un proyecto de instalar un reactor nuclear en su polígono industrial.
Los políticos nos vendieron.
La lista interminable continúa, reparto de Fondos Miner, de Convergencia, y del propio presupuesto de la Junta, la ubicación de sedes de instituciones, empresas, etc. que han ido en favor de otros que no son los leoneses.
Los políticos nos vendieron y nos siguen vendiendo.
Finalmente el art. 2 de la Constitución Española de 1978, recoge el siguiente tenor literal:
“La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas.” En 1978, entre el resto de regiones de España, existen dos perfectamente diferenciadas, una es Castilla la Vieja y la otra es el Reino de León. Si la Constitución reconoce el derecho a la autonomía de estas regiones, ¿Por qué se parte de un ente preautonómico compartido entre las mismas? Tras la aprobación de este ente preautonómico era necesario entre otros requisitos la aprobación de esta iniciativa por al menos 2/3 partes de los ayuntamientos que representen, al menos, la mayoría del censo electoral de la provincia. En un porcentaje cercano al 80% los municipios leoneses votaron negativamente a esta integración sin que estos acuerdos fueran elevados a públicos. Sin embargo por mandato de Madrid orquestado por un diputado de Valladolid, los representantes políticos leoneses votaron favorablemente, no sin disidencias ni polémicas. ¿Es casual que se parta de una preautonomía compartida? ¿Es casual que se forzara la permanencia de la provincia de León mientras se permitía el abandono por parte de Logroño y Santander? ¿Sufriríamos los leoneses las amenazas anteriores? ¿Tendríamos algo que decir los leoneses ante todas estas amenazas? ¿Pintaríamos algo más a nivel
nacional? ¿Nuestra situación sería esta? ¿Nuestra situación laboral y económica
sería esta?
Los políticos nos condenaron a muerte.