jueves, febrero 19, 2009

Proverbios, refranes, adagios y aforismos (15ª entrega)

Lo que mal empieza... peor acaba

En nuestro intento de reflejar la actualidad por medio de nuestro rico refranero, traemos hoy a la consideración de nuestros seguidores uno bien conocido y, sin lugar a dudas, bien constatado puesto que es también uno de los de mayor utilización aún en la actualidad.

Y así ha sido (¿para qué engañarnos si, entre nosotros, ya no deberían tener vigencia las mentiras?); peor no pudo empezar la cosa esta de la “Comisión conmemorativa del 1100 aniversario del Reino de León”. Si ya no admite otro calificativo que el de “despropósito”, o hasta de bajada de pantalones (y ello siendo educados), el hecho de haber permitido a la Junta de los junteros que “presida” la efeméride, ¿qué se puede esperar sino meteduras de pata, “torpezas”, “gravísimos errores” (nada inocentes, sin duda) o incluso manipulaciones y desprecios por parte de esta tropa que sigue, en su fuero interno, empecinada en que, si algo de esto del “Viejo Reino” existió, hay que darlo ya por amortizado? ¿No ha sido esta su más firme obsesión, plasmada incluso en torpes y sucios manoseos de libros de texto contra los más inocentes, denunciados ya varias veces por diferentes colectivos preocupados por nuestra dignidad y nuestra existencia como pueblo?

¿Acaso hemos olvidado los reiterados tirones de orejas dialécticos del mandamás de la cosa de Valladolid, sus repetidos insultos, sus continuas vejaciones desde la tribuna de las cortes y las frecuentes salidas de tono de toda esta pandilla de cobardes que se agazapan detrás de las instituciones para asesinar, en pura orgía de complejo de Edipo, al padre que les diera la existencia? ¿Necesita alguien que le traigamos a la memoria la retahíla de tanta barbaridad hecha discurso? ¿Quién puede todavía confiar en la palabra de estos aprendices de chamarileros que, ocultos tras la hojarasca de huecos o estúpidos razonamientos, llevan 25 años asfixiando social, cultural, política y económicamente a una de las primeras (no vamos a singularizarnos más aún, ya que con esto nos basta) regiones históricas de la Península Ibérica?

Pues sí señor; aquí han venido, han sentado sus (así lo creen ellos) reales posaderas, en el corazón del Reino, en la Real Basílica, y han hincado, seguro, con la habitual prepotencia, sus banderas, despreciando la nuestra, aquella que, supuestamente, les había concitado, aquella que, según los historiadores, es una de las más antiguas de Europa. ¿Y quién se escandaliza ya? ¡Tampoco era la primera vez y “el que hace un cesto hace ciento... si le dan lugar y tiempo"!

Claro que, entonces, el hecho pasó prácticamente desapercibido (¿otra “anécdota”?, ¡mira que tiene bemoles la cosa, calificar este burdo desprecio de "anécdota"!), aunque también aquí se lo contáramos; se trataba de la reapertura al culto de la Real Basílica, después de las obras de restauración. Eran los fines del verano pasado y, también en aquella ocasión, acompañado de la parafernalia oficial y la cohorte de aduladores, se presentaba el "reyezuelo" para cortar la simbólica cinta y ocupar la cuota de pantalla y de periódicos a que tenía derecho por su colaboración económica (con dinero de todos, naturalmente). A pesar de algunos tímidos comentarios que, desgraciadamente, no pudieron llegar a la categoría de protesta, allí solo presidieron las dos únicas enseñas que parecen conocer, reconocer y aceptar esta camada de lamelibranquios.

“Lo que mal empieza, peor termina”; razones y objeciones tenemos para desconfiar del zorro que cuida las gallinas. Por si quedaba algún resquicio de esperanza o de meliflua expectativa de parte de aquellos que se siguen quemando agarrados al clavo ardiente de su falta de agallas para defender lo que es suyo, recogemos alguna de las frases desgranadas por el amo del cotarro, a manera de declaración programática:
  • Se trata, en suma, de celebrar con la grandeza que requiere un hito histórico en la existencia no sólo del Viejo Reino, sino del conjunto de la nación española, o, en la variante del otro periódico local conocer mejor, más profundamente, recrear y sentirnos orgullosos de un hito histórico en la existencia del Viejo Reino y del conjunto de la nación española. (anuncio inequívoco de que tratarán de embrollar lo más posible el tema para que nadie se entere de nada...; pero ¿qué podemos esperar de quien ni tan siquiera se atrevió a citar el “Reino de León”, quedándose en el ya manido “Viejo Reino”?).
  • Subrayó claramente la conveniencia de afrontar los actos con una «perspectiva amplia y global» de comunidad autónoma. (variante: desde una perspectiva amplia de comunidad autónoma pero también de nación). O séase, como antaño hicieron con la celebración del 800 aniversario de las Cortes de León que, pasadas por el agua vivificadora del castellanismo imperante, alienante e igualador, fueron transmutadas en “castellanoleonesas”. ¡Ya se malicia el Húsar algo así! O quizá peor porque, no cabe duda; han aprendido desde entonces y, para colmo, tienen más medios y más servidores a su cargo...
  • La celebración, recordó, se va desarrollar en un panorama económico y social “muy apremiante, de muchas dificultades, donde hay que tener muy claras las prioridades. ¡No me dirán que no está clara la cosa! Que pondrán el menor dinero posible, de manera especial para lo que pudiera menoscabar el más mínimo de los pilares sobre los que se asienta el edificio de sus mentiras... No nos equivoquemos, esto no será, ni por asomo, algo como lo acontecido en la celebración de milenario del Reino de Navarra. ¡Claro aquello no debía ser un “viejo” reino!
  • No nos tilden de exagerados...; lean, si no: El proyecto de actividades de la Junta, calificado por Herrera como «quizá excesivamente ambicioso» pero que habrá que cribar para sacar en limpio el programa definitivo. No sé yo si al final no nos quedaremos como el gallo de Morón; “sin plumas y cacareando”. Algo así como en las celebraciones del pasado año en los alrededores del 24 de abril... ¿o no Vicealcalde? O quizás el señor a quien debemos obediencia y sumisión esté pensando aquello de “mucho arroz para tan poco pollo”. La verdad es que el Húsar se fía casi tanto de él como de un bandolero de Sierra Morena... ¡Motivos hay! ¿no es cierto?
  • La comisión volverá a reunirse en el plazo de un mes, según quedaron sus miembros, para avanzar en la delimitación de actuaciones y la concreción del dinero total con el que se dispone. ¡Otra foto en los periódicos, claro está! Pero, ya vamos entendiendo “la movida”; que mucho hablar y poco hacer y que, en cuanto paralicen los actos previstos por el Ayuntamiento, pretextando que es mejor acudir todos a una, enterrarán al pobre "Viejo", con pocos honores y menos salvas, y, ya se sabe, “el muerto al hoyo y el vivo al bollo”, si bien en el caso de estos "sujetos" sería más apropiado decir aquello de "al pan, pan y al vino... como locos" por aquello de los "festivales" con que se "homenajean" el cuerpo cada vez que tienen una reunión, para las que no suelen tener problemas de crisis (¿que crisis? si eso es solo para ciudadanos comunes y no para quienes, desde "el Olimpo pucelano" dilapidan nuestros impuestos y dirigen, con mano firme y segura, todas sus actuaciones a la negación y destrucción de lo leonés) ; aunque esto no debe sonarles tampoco a nuevo, pues ya les gustaría a muchos ciudadanos disponer, para el pago de sus hipotecas, de lo que la casta política derrocha en fiestas, vinos y saraos...
Y, si tienen ustedes alguna duda, paseen sus incrédulos ojos por la listas de los "personajes", los "intelectuales" (¿eruditos a la violeta o funcionariotes bien comprados?) sobre los que apoyar la solvencia de todo este tinglado o, más bien, este sombrajo que, seguro, se les caerá encima si no rectifican (¡que no lo harán!).

En este aquelarre, naturalmente, no podían faltar algunas brujas, algunos sátiros y el séquito que les acompaña; ¿sus nombres? (les dejamos a ustedes la capacidad de discernimiento sobre lo que algunos podrán aportar de positivo a la idea): la consejera de... ¿Cultura?, María José Salgueiro, y los presidentes de las Diputaciones de León, Isabel Carrasco, Zamora, Fernando Martínez Maillo y Salamanca, Isabel Jiménez, el Vicealcalde Javier Chamorro, el miembro de la Real Academia de la Lengua, Salvador Gutiérrez, el académico de la Real Academia de la Historia, Luis Miguel Enciso, el escritor Antonio Colinas, el abogado y miembro de la comisión ejecutiva "Salamanca 2002 Ciudad de la Cultura", Alberto Estella Goytre, el director de la Fundación Siglo para las Artes de Castilla y León, José Luis Fernández de Dios, la Universidad de León, la Fundación Claudio Sánchez Albornoz y los institutos Castellano y Leonés de la Lengua y de Estudios Bercianos. A bastantes de ellos (no nos quemaremos metiendo la mano en el fuego), les importa una higa León y lo leonés; más bien todo lo contrario y así lo vienen demostrando... salvo que se hayan caído de su particular caballo camino de... Pucela.

Un tímida esperanza; al menos el comisario no puede pecar de desconocimiento. Su sentido y celebrado libro Ensayo sobre las pugnas, heridas, capturas, expolios y desolaciones del viejo Reino, en el que se apunta la reivindicación leonesa de León, es uno de nuestros primeros catecismos leonesistas. ¡A ello, Juan Pedro, la ocasión la pintan calva!

Lo visto hasta el presente, sin embargo, como broma, realmente, tiene muy poca gracia, mas, como no pretendemos dejarles a ustedes la sensación de desamparo en la que, desde hace demasiado tiempo, nos movemos, vaya una variante de nuestro refrán que hemos encontrado en la “red” que todo lo sabe. Todos estamos convencidos de que este bodrio comenzó mal (y no nos referimos exclusivamente a la ya famosa reunión), de que esta anticomunidad es anticonstitucional, opresora y aniquiladora de todo lo leonés, pero, imitando a los gitanos, y como “no quiero ver a mis hijos con buenos principios”, consolémonos mutuamente con aquello de que "no hay mal que cien años dure (ni cuerpo que lo resista)" e invoquemos esa variante aludida de nuestro refrán: “lo que mal empieza bien termina”.

Si así fuera, nos quedarían incontables días de gloria... ¡Amen!

No hay comentarios: