Me dió la luz leonesa de la capital una madrugada de hace medio siglo. Mi familia materna, en concreto mis abuelos, eran de la misma capital.
Desde pequeño recuerdo que mi abuela, oriunda del barrio de Santa Ana, me confeccionaba lo que ella llamaba la "Colga".
La "Colga" consistía en una cinta que, unida por sus extremos, quedaba a modo de collar. A esta cinta, mi abuela iba cosiendo caramelos, monedas de chocolate (las más preciadas para mí), bombones y todo tipo de chucherías que en aquellos tiempos tenía a su alcance.
El hecho de imponérte la "Colga" era como una condecoración que suponía la declaración de que yo, ese día, el día de mi cumpleaños, era alguien importante. Debo reconocer que durante unos largos e interminables instantes no me permitía deshacer la "Colga" mostrándola orgulloso, pero momentos después iba arrancando aquellos preciosos tesoros cosidos a la cinta e iba repartiéndolos a mi antojo y haciendo válido el refrán: " Quién parte y reparte se lleva la mejor parte".
Gracias Abuela.
Xanin
Deciros a tod@s l@s visitantes que ésta es una tradición que se mantiene todavía hoy día y podemos ver en varios establecimientos de la ciudad de León un cartelín que reza: "Se preparan cuelgas" y las hacen con más chuches para los pequeños y con más bombones para los mayores.
Por otra parte es una costumbre muy fácil de mantener también para quienes se encuentran en la diáspora pues, tal y como nos explica Xanín, se puede hacer en casa y simplemente necesitamos para ello una cinta hermosa, bombones, caramelos, unas bolsinas de patatas o gusanitos...
Así que ya sabeis, en los próximos cumpleaños que celebréis en vuestras casas, ¡¡¡obsequiad al "cumpleañero" con una cuelga!!!
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