domingo, julio 12, 2009

Las Edades Leonesas

Bajo este título, publica Paco Antón en La Opinión de Zamora un artículo que publicamos a continuación, no resistiéndose el Húsar a comentar la situación que origina el mencionado artículo.

Cuando hace unos días saltó la noticia de que los Obispos de Canastilla y León habían decidido trasladar la sede de las Edades del Hombre desde Valladolid a Zamora, nadie imaginaba que los "pobres pucelanos que no tienen nada que rascar en esta autonomía", iban a salir en tromba, empezando por el portavoz socialista en la Diputación de Valladolid, para protestar por semejante "agravio comparativo". ¡Como los pobres no tienen una mala sede, ni institución autonómica, ni nada de nada, pues claro, se rebotan! ¿Pero no habíamos quedado en que los victimistas eran otros?

Lo que ni mucho menos imaginaba nadie es que incluso desde las instancias oficiales de la Junta iban a responder con algo tan de "juzgado de guardia" como las declaraciones del Consejero de Presidencia y Portavoz de la Junta del Este y León que "advirtió" que si se produce el traslado de la sede, la Junta podrá reclamar la devolución de los 1,8 millones de euros que aportó (de los 9 millones invertidos) para la adecuación de la sede de Valbuena de Duero.

Lo que no aclara José Antonio de Santiago-Juarez es lo que hará con ese dinero ¿será tal vez para compensar a los "pobres pucelanos" que no tienen una mala sede que llevarse a la boca"? ¡probines y desamparados ellos!

En la tierra del Húsar, a eso se le llama chantaje y, sinceramente, vergüenza debiera darles racanear con la sede de Las Edades del Hombre. Sin embargo ¿que se puede esperar de una Junta, más centralista que la España de Franco, de unos consejeros que creen que "esto es la finca del abuelo" y que practican la política de "tierra quemada" en todo el País Leonés en beneficio únicamente de la provincia de Valladolid? Algunos la calificarían de la ley del embudo... ¿o no?

En este sentido el Húsar se hace una pregunta, inocente como todas las suyas. ¿Necesitan algunos zamoranos (otros lo tienen muy claro hace tiempo) algo más para darse cuenta de que desde la Junta, a pesar de bombardearles, y bombardearnos, constantemente con la Semana Santa "castellana" de Zamora, la cocina "castellana" de Zamora, la Misa "castellana" de Zamora, etc., etc., etc., en un planeado intento de eliminar cualquier sentimiento leonés en dicha provincia, la realidad es que les tratan como a lo que son, LEONESES, castigándoles con la misma política colonialista que aplican a las otras dos provincias leonesas?

Y sin más, os dejamos con el artículo anunciado, con el preceptivo recordatorio de que las negrillas son del Húsar:


PACO ANTÓN

Ahora resulta que los zamoranos vamos a ser los únicos culpables de nuestro atraso

Ahora va a resultar que los zamoranos somos los malos de la película, los únicos culpables de nuestro atraso, de haber perdido el tren del desarrollo y de ser los últimos de la Comunidad en la convergencia económica con Europa. Los rasgos más visibles de nuestra idiosincrasia eran, hasta hoy, el victimismo, la desgana, la apatía, la indolencia e incluso la pereza, acostumbrados a no dar palo al agua y a esperar a que todo nos venga dado desde arriba, antes del Gobierno de España y ahora de la Junta. Pero a partir del lío éste por el traslado de la sede de «Las Edades» a Zamora, además de todo lo anterior, por lo visto también somos unos demagogos, unos charlatanes exigentes y unos peligrosos provincianos que estamos incitando a una guerra civil dentro de la autonomía. O casi. Y los obispos que han decidido esa mudanza —aunque no sean de aquí— tampoco salen bien librados. Son unos pecadores y unos irreflexivos. Por eso, quienes dirigen el cotarro político y mediático, quienes son infalibles en el análisis de la realidad, quienes tienen el auténtico sentido de Estado y de Comunidad, quienes sólo persiguen el bien común y no esconden intereses espurios… todos éstos, les piden a los prelados que se arrepientan cuanto antes de tamaño pecado y se pongan a reflexionar, o sea, que den marcha atrás en su decisión de traerse a Zamora el invento.

Ya sé que a estas alturas de la polémica y ante los talibanes del centralismo no sirve ningún argumento. La Fundación de Las Edades no es una entidad pública, aunque reciba subvenciones de la Junta y apoyo financiero de un par de cajas de ahorros, y ha decidido el cambio de su sede permanente en función de las ventajas económicas y de funcionamiento que supone. Igual que algunas de las empresas punteras zamoranas que, espoleadas con incentivos oficiales autonómicos, decidieron abrir fábricas y oficinas en Valladolid o patrocinar a clubes deportivos pucelanos, sin que nadie haya abierto la boca para quejarse. O de la misma forma que emporios privados como Iberdrola y Telefónica «levantaron» sus chiringuitos en Zamora para concentrar empleo y actividad en Pucela, en base a motivaciones de rentabilidad económica. Y no recuerdo tampoco que desde las riberas del Pisuerga se les pidiera a estas empresas «reflexión», que los ministros autonómicos les amenazasen con cerrarles el grifo o que invocasen los males del desequilibrio interprovincial para disuadir a esos directivos de sus planes de deslocalización.

No. Aquí, por lo menos hasta ahora, no hay animadversión hacia Valladolid ni esa tirria visceral hacia todo lo vallisoletano que sí se detecta en la provincia del norte, por ejemplo. Pero se están empecinando en desparramar esa semilla precisamente los que nos acusan de demagogos sólo por aceptar el regalo de los obispos. Y hasta puede que el asunto tenga consecuencias políticas. De momento, el Prepal y Ciudadanos Zamoranos ya hablan de Las Edades Leonesas: que las cinco diócesis del Reino de León pongan sede en Zamora y a Burgos, como cabeza de Castilla-La Vieja, vaya el resto. No tienen, los autores de esta propuesta, ni fuerza ni representación para que cuaje su idea. Pero eso ya es más y mejor que la subsede de tercera regional que nos quieren endosar desde la Junta para conformarnos. Sin quererlo, al enseñar el plumero con ese descaro, están alimentando el leonesismo por estas tierras. Si se consuma este nuevo episodio de favoritismo por Valladolid, habrá que ponerse en lo peor. Hasta hoy no han conseguido ponerle ruedas a la catedral de León para llevársela al Campo Grande, como dicen por ahí arriba. Pero yo no descartaría que si se salen con la suya en esto de «Las Edades», se comiencen a plantear el trasvase del Lago de Sanabria. O algo por el estilo.

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