lunes, julio 20, 2009

La letra pequeña

Este es el título de la columna publicada el pasado sábado, 18 de Julio, en La Opinión de Zamora, firmada por Paco Antón que lleva camino de convertirse en el "columnista de cabecera" del Húsar, por lo que, como primer paso, hemos abierto una etiqueta con su nombre para poder acceder con mayor facilidad a sus atinados artículos.

La verdad es que la "retranca leonesa" de Paco, además de no tener desperdicio, conecta perfectamente con el "humor satírico" del Húsar que cree que la frase resaltada como subtítulo del artículo (y que el Húsar puso en negrillas) resume, sin más rodeos, la situación.

La Junta tiene entre "sus" provincias a tres enfermas de UCI y a la más grave, Zamora, le ofrece como "gran solución" lo que Paco llama "chiringuito con postales y catálogos", ¡vamos! como si a un africano, a punto de perecer de hambre, en cualquier país azotado por la sequía, le ofrecemos un paquete de pipas ¡saladas! para más INRI.

No queremos "calentarnos" más la boca, es más oportuno dar la palabra a un zamorano de pro como es Paco Antón, no sin avisar que, como es habitual, las negrillas (que en esta ocasión jalonan casi todo el artículo) son del Húsar.

PACO ANTÓN

Nada teníamos y a partir de ahora podemos tener un chiringuito con postales y catálogos del rico arte sacro de León

La alcaldesa de Zamora
comprende la polémica y la inquietud que reina por aquí, entre la mayoría de los colectivos, por la decisión de mantener la sede de Las Edades del Hombre en Valladolid. Pero rechaza el «pesimismo existencial» de los zamoranos, que no sé muy bien qué es eso, aunque, de cuando mi época de estudiante, me suena un poco a Pío Baroja y a un tal Schopenhauer (o como se escriba). No sé cómo andarán de ánimo el resto de mis paisanos (menos de doscientos mil), pero les aseguro que a mí ya se me ha pasado el cabreo inicial. No me queda en el cuerpo ni rastro de decepción, desilusión, tristeza, desmoralización, consternación o cosa que se le parezca. Y hasta me empiezan a parecer excesivas las campañas emprendidas por Adeiza, el Foro, Ciudadanos del Reino de León y compañía para protestar por este nuevo revolcón que nos han propinado. Hay que ser positivistas y prácticos: nada teníamos y a partir de ahora podemos tener un chiringuito con postales y catálogos del rico arte sacro de León y de Castilla. Como mínimo.

Que no se inquiete demasiado por nosotros doña Rosa Valdeón, que somos duros y ya estamos superando el revés con entereza. Deberíamos ser los zamoranos, incluidos los que se tienen por rivales políticos suyos, quienes nos mostrásemos compresivos y nos preocupásemos por el estado anímico de la alcaldesa, que no la noto yo muy sobrada ni con la alegría existencial de hace una semana. Hay que reconocer que está pasando por un trance peliagudo, que la papeleta es dura, aunque la comparta con Martínez Maíllo, Alberto Castro y Juan Vicente Herrera. Que yo recuerde, y les sigo desde que Santos Borbujo mandaba en Víctor Gallego y Fraga nos visitaba casi todos los meses, el PP zamorano no atravesaba por un «marrón» político de este calibre desde el «caso Zamora» y la rebelión aquélla de los agrarios y el innombrable que llegó a ser alcalde. Aunque ahora la procesión vaya por dentro y el disgusto no trascienda de los despachos del partido. Y menos mal —para ellos— que este fiasco les ha pillado lejos de consultas electorales y con la despensa repleta de votos, que en esto aquí van más que sobrados. Pero está claro que uno se pasa la vida aprendiendo y aun así nunca está exento de meter la pata.

Da igual. Fuera pesimismo, victimismo y esas zarandajas, que siempre que ha llovido escampa. Y si no podemos con ellos, vamos a unirnos a ellos. Con Valladolid, digo. Porque Herrera y Zapatero han acordado por teléfono dotar el Plan Plurianual de Convergencia Interior con 900 millones euros para invertir en los próximos tres años. Son dineros que, en teoría, se destinarán a las provincias más desfavorecidas de la Comunidad, «ranking» que encabeza Zamora, por lo que, también en buena lógica, la nuestra debería ser la mayor receptora de esos fondos. Dicen las crónicas que la letra grande de ese acuerdo está apalabrada entre ambos presidentes. Y que el lunes se comenzará a redactar la letra pequeña, negociación donde nos representará un viejo conocido, el consejero y portavoz pucelano De Santiago-Juárez, el mismo que llevó la voz cantante y dio la cara en la presión a los obispos. Seamos confiados. No se atreverá a hacernos la puñeta dos veces tan seguidas, estando tan reciente la cusca ésta de «Las Edades». Y si para ganarnos su voluntad y aprecio, los zamoranos tenemos que celebrar el Día de la Provincia en la Plaza Mayor de Valladolid, pues allí estaremos todos como una piña, para mayor gloria del consejero. Y yo el primero.

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