miércoles, marzo 18, 2009

¿Incineración de neumáticos? NO, GRACIAS

Nuestro amigo Yago nos envía un enlace al artículo que copiamos a continuación sobre esta nueva agresión a los leoneses y a su territorio por parte de la "Junta PPucelana". Como es habitual las negrillas son del Húsar:

Aquí quieren quemar 200 toneladas de ruedas al día

• Entre las comarcas de El Bierzo y la Cepeda, una planta que quemará 70.000 toneladas de neumáticos viejos al año irrumpirá en el paisaje de lo que otrora fueron pueblos mineros. A sus vecinos empiezan a sonarles palabras como polución y dioxina.

Sobre dos hectáreas de Brañuelas-Villagatón rodeadas de pinares, en el puerto del Manzanal, límite de las comarcas leonesas del Bierzo y la Cepeda, Ecospanus SL –una firma con sólo 3.100 euros de capital depositado– proyecta con el Ayuntamiento instalar una planta de incineración de neumáticos, una central capaz de quemar 200 toneladas de ruedas viejas al día; 69.600 toneladas en los 348 días al año que funcionará. “Si la Comunidad de Castilla y León produce anualmente 13.000 toneladas de neumáticos de desecho, según cifras oficiales, ¿de dónde vendrá el resto? ¿De dónde salen tantas toneladas de neumáticos al año?, ¿Pretenden convertirnos en los importadores mundiales de basura?”, se pregunta Javier Pérez, dueño de una casa rural en el pueblo.Pese a lo enorme del proyecto, reina el desconocimiento entre los 250 habitantes de Brañuelas y los 25 de Villagatón. “Nadie nos ha contado nada –dice una vecina de Brañuelas que pide permanecer en el anonimato–. El alcalde lo lleva en secreto”. El socialista Benjamín Geijo preside el Ayuntamiento de Brañuelas-Villagatón desde 1982. “Desde que soy alcalde sólo miro por el bien de mi pueblo”, dice en su enorme restaurante, a las puertas de Brañuelas. “La planta es un proyecto nuevo en Europa –apunta–. Sólo hay una instalación así en Los Ángeles (Estados Unidos) y otra en Japón. El objetivo es restaurar la economía de Brañuelas y crear cien empleos, lo que contribuiría a la repoblación. Además, la planta no desprenderá contaminantes, ya que no es una incineradora”.

Se lo replican Ismael González, profesor de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de la Universidad de León, y Manuel Durruti, naturalista y doctor en Bioquímica por la Universidad de Heidelberg (Alemania), ambos de Ecologistas en Acción. “Si el alcalde dice que la planta no emitirá gases, ¿por qué en el proyecto que expuso al público el Ayuntamiento un gráfico habla de un 17 por ciento de emisión de gases, y de instalar chimeneas? –se pregunta Ismael–. Decir que se queman 200 toneladas al día y que no sale nada, o sea, que es un ciclo cerrado, supone el ‘aeternum mobile’: un ciclo infinito donde, tras quemar la materia una vez, sus gases resultantes pasarían nuevamente a la cámara de combustión para volver a ser quemados, y así eternamente. Eso es imposible”. A Ismael y Manuel les sorprende que la Junta de Castilla y León emitiera un informe favorable de impacto ambiental en octubre. “¿Cómo puede aprobar algo así Medio Ambiente? –dice Manuel–. Desde Ecologistas en Acción acusamos a la Junta de prevaricación, por aprobarlo a sabiendas de que incumple disposiciones legales”. Se refiere a detalles como la temperatura a la que funcionará la planta, o a algo que ha sorprendido a quienes se acercaron a leer el proyecto: algunos documentos están en inglés, y otros hasta en japonés.

¿Planta o incineradora?

El hotelero Javier Pérez no entiende el ocultismo del proyecto. Está convencido de que, de construirse la incineradora, su casa rural caería en picado. “¿Quién querría pasar un fin de semana en un pueblo contaminado? ¿Y qué anciano querrá seguir viviendo en el asilo?”, pregunta señalando una residencia que hay a escasos metros. Desde el primer momento, cuenta, intuyó que el proyecto es en realidad el de una incineradora. “¡Cómo no va a ser una incineradora un planta que emite gases! –espeta Javier–. Si no es contaminante, ¿dónde está el interés de los promotores por colocarla en un lugar tan aislado? Si no es contaminante y todo son ventajas, ¿qué impide ponerla en León capital, o en Valladolid, o en Benavente, con un mejor acceso a las comunicaciones, la mano de obra y las materias primas? ¿Qué tiene Brañuelas que no tengan esas otras posibilidades? Así, de partida, da un poco de miedo”. Los opositores al proyecto en todo León se preguntan por qué, si la idea es tan buena y positiva, no se le da ninguna publicidad, hay tanto silencio alrededor.

La declaración de impacto ambiental, publicada en el Boletín Oficial de Castilla y León el 6 de octubre de 2008, dice que la planta –o incineradora– ocupará 18 parcelas del polígono industrial “y una parte de los terrenos catalogados como MUP”. Las siglas hacen referencia al Monte de Utilidad Pública que pertenece a las Juntas Vecinales de Brañuelas y Villagatón. Raúl Blanco Fernández, presidente de la Junta de Brañuelas, y Manuel de la Torre, de Villagatón, aseguran que el Ayuntamiento ni siquiera les ha comunicado que se utilizará parte de esos terrenos para el proyecto. “Las fincas afectadas en el proyecto se encuentran en el polígono industrial, cuyas tierras forman parte del Monte de Utilidad Pública de la Junta Vecinal –dice Manuel de la Torre–. Para que se pueda construir algo ahí tenemos que dar primero nuestro consentimiento. Y ni el presidente de la junta vecinal de Brañuelas ni yo hemos dado permiso”. La Junta ha contestado a las preguntas de interviú sobre el asunto. “Todos los terrenos a ocupar por la instalación forman parte del polígono industrial de Villagatón-Brañuelas. Se trata de unos terrenos degradados por actividades anteriores mineras y carentes de vegetación significativa”, argumenta un portavoz del Gobierno castellano-leonés, pese a lo que dijo el propio Boletín Oficial. Le contesta De la Torre: “El Ayuntamiento se hace con las tierras, y la Junta de Castilla y León ya ha emitido un informe favorable de impacto ambiental. ¿Porqué no se preocupa la Junta de aplicar la Ley de Montes?”. Y recita el texto legal: “Los montes del dominio público forestal son inalienables, imprescriptibles e inembargables”.

Reportaje por: Karin CABRERA - Interviú - 09/03/2009

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