martes, octubre 13, 2009

DEMASIU GRANDE

El collaciu "Leñador" nos envía una carta, que ha sido publicada en diversos medios de comunicación, junto con el mapa autonómico que, más pronto que tarde, tendrán que estudiar los niños en la escuela.

Como de costumbre, las negrillas son del Húsar:



Recientemente acudía a un curso sobre asistencia a accidentes con múltiples victimas, organizado por una instancia sanitaria de la Junta de Castilla y León y donde se nos mostraban los dispositivos que ésta dispone para hacer frente a estos eventos. Entre ellos figuraban unos vehículos dotados de material especial para enfrentarse a estas situaciones, denominados vehículos de apoyo logístico. Resulta que la Comunidad dispone en su vasto territorio de dos unidades de este tipo y que tienen su base respectivamente, en Burgos y Valladolid.

Uno de mis compañeros preguntó incautamente que por qué ahí. La repuesta sin entrar en detalles técnicos, era simple: estos vehículos son muy caros y dada la extensión de la Comunidad en algún sitio tenían que estar.

Hoy nos enteramos por boca del Señor Villanueva de que gracias a los desorbitados precios que tenemos que pagar, a causa de una antigua concesión administrativa efectuada en condiciones cuando menos dudosas, disfrutamos de unos servicios de inspección técnica de vehículos (I.T.V.) de primera calidad, muy próximos al usuario, pero que tienen ese sobrecoste por la gran extensión de la Comunidad la cual los hace innegociables, aparte de las discutidas condiciones con las que en su día, se firmó la concesión.

Estos son sólo dos ejemplos, pero estoy seguro que todo aquel que no viva en Valladolid, se ha desayunado más de una vez con el consabido, es que la Comunidad es muy grande, es que hay que racionalizar los recursos en función de la dispersión geográfica, es imposible llevar estos servicios a todos los rincones, hay que centralizar esto o aquello. Y resulta que siempre la razón última es la misma: es una Comunidad muy grande, la más extensa de Europa, y por ello frente a unas ventajas más virtuales que reales, debemos sufrir este absurdo record, ante la inoperancia de las distintas administraciones, a las cuales el territorio les queda grande.

Y yo me pregunto ante esta condición que una y otra vez es reconocida como un problema ¿nadie se plantea una solución? Resulta que quienes tendrían que hacerlo van muy cómodos montados en la burra y no siente como propios los problemas de los demás ciudadanos contribuyentes, que somos adjetivados con el eufemismo de periféricos. Somos periféricos respecto a un supuesto centro, pero pagamos nuestros impuestos y contribuciones como los demás, por unos servicios que recibimos en precario por nuestra condición periférica.

Seriamos fatalistas si nos enfrentáramos a algo irresoluble, o a una fuerza de la naturaleza incontrolable, pero tenemos la suerte de que esto no es así. Vivimos en esta Comunidad como quien vive con un estigma… demasiado grande, pero en el mismo nombre del ente autonómico tenemos la solución para nuestra penitencia. Señores políticos, si la Comunidad es muy grande, dividámosla en dos. A una parte llámenla ustedes como quieran y al resto León, todos seremos menos periféricos y todo nos quedará mejor.

1 comentario:

HúsarTiburcio dijo...

No estaría de más que todos nos pusiéramos a pensar en todos esos "agravios" que supone esta "indivisible unidad de destino en lo universal" (¿de qué me suena esto?), esta comunidad "una, grande" y nada libre, pues ni siquiera hemos tenido el derecho de aceptar el casorio a empellones con la "vieja" del lugar.
Es conocido, por ejemplo, que la mayor parte de las reuniones que tienen que ver con asuntos de la administración (y de algunas empresas) deben hacerse OBLIGATORIAMENTE en Fachadolid, con el consiguiente perjuicio para los de siempre; a lo que hay que sumar lo que perciben los hosteleros de esta ciudad y no los otros, los texistas, los etc. etc.
¿Para cuándo una desobediencia civil por parte de esta sociedad subvencionada, anestesiada y amodorrada que no ve que camina hacia su propia destrucción?
Y mientras tanto, algunos dándose coces por debajo de la mesa con asuntos como la llingua, el poder, el puestín y el sueldín. ¡Qué pena!