Hace más de medio año que terminaron las obras en la Plaza de las Cortes Leonesas de la ciudad de León sin que, hasta la fecha, se haya repuesto el cartel con el nombre de la misma.
¿Tiene miedo el equipo de gobierno del Ayuntamiento de que el nombre resulte "subversivo" y por eso se abstiene de colocar la respectiva placa? ¿Temerá alguien perder determinada subvención? ¿A cuánto se cotiza el kilo de cobardía política?
¿Estarán cavilando, quizá, si cambiar el nombre para llamarla Plaza de las Cortes de "Castilla y León", no vaya a ser que a los niños leoneses se les ocurra que, pese a lo que digan los libros de texto, "Castilla y León" no existe desde "la noche de los tiempos?
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