Crónica de las Fiestas o "Susanita" tiene un ratón

Como todos sabéis, acabamos de pasar las fiestas tradicionales de León y, siguiendo la tradición, el pasado 30 de Septiembre (domingo anterior al día de San Froilán) se celebró en León el desfile de Pendones y de Carros Engalanados.

Cada año son más los pueblos que, junto con sus pendones y pendonetas, desfilan por las calles de la ciudad de León, asombrando a propios y extraños con la habilidad de los pendoneros para bailarlos, con la facilidad con que los manejan, con la destreza con la que algunos guajes los suben y con el colorido de las telas y altura de las varas. Este año alrededor de 150 pendones con sus correspondientes agrupaciones de pendoneros, y con música tradicional dieron vistosidad y alegría a nuestra ciudad.

No puede el Húsar dejar de resaltar que cada año son más los pendones que llevan, en la cruz o en los vientos, la bandera de León, en algún caso junto a la del Bierzo, en una afirmación de nuestra identidad, que algunos tratan, por doctrina, por obediencia ciega y por sistema, de pisotear y ningunear.

También el desfile de carros engalanados sigue concitando una gran multitud de leones@s y visitantes lo que posibilita conocer un poco mejor nuestras tradiciones.

El tercer capítulo de las fiestas de San Froilán lo constituye el Cortejo de Las Cantaderas y la celebración del debate sobre el Foro u Oferta en el Claustro de La Catedral.

En este apartado, el Húsar sigue añorando aquellos años en que Las Cantaderas se celebraban en su fecha habitual y tradicional, el día de Nuestra Señora, el 15 de Agosto, fecha que fue cambiada por la comodidad de un alcalde que quería estar de vacaciones en Agosto y así quedó (¿por los siglos de los siglos?); pero ¿no sería el 2010 un buen momento para que Las Cantaderas recuperasen su fecha habitual y se aproveche la circunstancia para realizar una hermosa fiesta medieval que sirviese para animar el verano de nuestra ciudad y para atraer turismo cultural sin mezclar, como se hace ahora, "churras con merinas"?

Mas, dejando aparte este guante que el Húsar lanza, por lo que pueda valer, al Presidente de la Fundación León Real, lo que el Húsar no puede comprender es el penoso espectáculo dado este año por el cortejo de Las Cantaderas.

Los pasados años, aunque había de todo entre los trajes portados en el cortejo, una gran cantidad de ellos respondían a criterios históricos rigurosos y estaban confeccionados con buenas telas y buenos modelos de época.

Sin embargo, este año, solo pudimos ver puntillas de nylon, zapatos de tacón, zapatillas de cuña y trajes que eran más propios de una carnavalada que de una fiesta declarada de "interés turístico".

El Húsar, mientras quedaba atónito y decepcionado observaba que, al parecer, la Concejala de Fiestas se sentía "tan a gustito" con el lastimoso espectáculo que hizo exclamar a más de un espectador: "¡Cómo se nota que el ayuntamiento está arruinado, vaya birria de trajes!"

Y fue en ese momento cuando el Húsar se acordó de aquella canción "Susanita tiene un ratón, un ratón chiquitín" y pensó: ¿serán ratón y cerebro sinónimos en este caso? Porque, realmente, nadie nació enseñado y no tiene por qué saber cómo se vestía la gente en aquella época pero es de sentido común que no existía el nylon y que, en una recreación, como su mismo nombre indica, hay que RECREAR no disfrazar ni improvisar.

Claro, que como muy bien se dijo siempre: "El sentido común es el menos común de los sentidos" y por eso mismo "Susanita", que no sabe, no quiso preguntar, creyendo, al parecer, que todo vale; pero, está claro que ¡no vale todo! y el Húsar espera que, en el futuro, se hagan las cosas con un mínimo de dignidad principalmente porque San Froilán se celebra a fines de Septiembre o principios de Octubre mientras que Carnaval cae en Febrero o Marzo. ¡¡¡No mezclemos el calendario o terminaremos mezclando las pastillas!!!

El Húsar llegó a pensar que, tal vez, "Susanita" pensó que, por proximidad, se le iban a pegar los conocimientos medievales de la Cronista Oficial de la Villa, (a quien hubiera debido consultar en lugar de olvidar su existencia, como hizo al parecer y a los penosos resultados nos remitimos).

Por todo ello, el Húsar no puede acabar este "cronicón" sin dar un consejín "de gratis" a la "concejalina": No crea que "la hermosura es lo único que no se pega" tampoco se pegan ni la inteligencia ni los conocimientos; no sea tan "autosuficiente" y si no sabe, como en este caso, pregunte. Ya sabe lo que se dice: "Lo importante no es saber, sino tener el teléfono de quien sabe" y el Húsar está seguro de que Ud., cuando quiere, tiene todos los teléfonos, incluido éste al que hacemos referencia.