sábado, octubre 18, 2008

Proverbios, refranes, adagios y aforismos (12ª entrega)

¿En qué quedamos, en la burra o en los cuarenta reales?


Según los diccionarios al uso, nos encontramos ante una expresión utilizada para pedir a alguien que se aclare, que se decida definitivamente sobre algo, normalmente, contradictorio. (Tiene su origen, según parece desprenderse de la lógica, en la venta de una burra. El dueño necesitaba el dinero pero le dolía, al propio tiempo, deshacerse del animal, por lo que al rato de estar dudando, el comprador le soltó la mentada frase).

La cosa viene a cuento, lector amigo, por las curiosas, quizás inoportunas (¡verá usted de qué café se nos pone el señor ese de Valladolid con apellido de felino…! que tan atormentado le tiene, ¡pobrín!) e incluso impertinentes declaraciones de la Consejera de los dineros de esta bicéfala autonoSUYA. La señora del Olmo (tampoco vamos a pedirle peras, naturalmente…), trataba de explicar la cuadratura de la pescadilla que se muerde la cola y, aprovechando la coyuntura, el uso de los euros que se recogían en sus cuentas de suma y sigue. Aún no me he recuperado del pellizco; claro que no estaba soñando… Leía, simplemente, en el Diario de León del pasado día, que los leoneses íbamos a recibir un montonazo de millones de la Junta (¡el oro y el moro!, vamos) y la decisión se apoyaba en un sorprendente argumento: “es la más necesitada”

Transcribimos, literalmente, si es que aún no nos lo creen: “La consejera de Hacienda, Pilar del Olmo, explicó en su comparecencia ante los medios, que León recibía más dinero «porque lo necesita». «Cada Consejería ha estudiado su partida y ha estimado que es la provincia que más apoyo debe recibir», explicó Del Olmo, que quiso descartar además cualquier trato de favor a la provincia”.

¿Pero no habíamos quedado en que nos quejábamos de vicio? ¿Pero no nos habían enviado al psiquiatra por estar seriamente atacados del complejo de pedigüeños? ¿Pero no nos han martirizado con ese constante y obsesivo "victimismo"? ¿Pero no decían que estábamos en el mejor de los mundos y que, además, estábamos recibiendo más que nadie? (consúltense las hemerotecas) ¿Pero no venían cacareando algunos que “contra el vicio de pedir, la virtud de no dar"?

Ahora, sin embargo, tras sesuda constatación por todas y cada una de las consejerías, se ha llegado al convencimiento de que León “es la más necesitada” ¡Pasmao, pasmao, pasmao que me he quedao…! ¿Estará comenzando, también la Junta, a tratar de jugar la carta de un pseudoleonesismo de corte economicista? ¡Lagarto, lagarto! Oiga; algunos parecen no querer entender nada: ¡que ya no nos cambian las ideas, hombres de Dios, porque, ¡cazurro que es uno!, prefiere seguir siendo pobre PERO LEONÉS...

De cualquier modo, ¡¡¡no me lo puedo creer…!!! O esta señora ha sufrido alguna enajenación mental transitoria o están intentando colárnosla doblada, una vez más, o aquí hay felino encerrado... No tardamos en darnos cuenta, ¡la mentira tiene las patitas tan cortas...!. La explicación del periodista es asaz concluyente: “Sin embargo, León cierra el ránking de las variaciones presupuestarias, y a pesar de recibir más que nadie, también es cierto que es la provincia que menos mejora de todas, variando apenas un 3,47% respecto al año anterior; lejos queda de la cabeza de la clasificación marcada por Valladolid, que ve mejorada su inversión en más de 15 puntos, o Salamanca, que experimenta un aumento del 9,7%. Por ello, y aunque los datos absolutos son positivos, las cifras relativas que comparan los números alcanzados en el 2008 con los previstos para el 2009, nos dicen que León contará con un presupuesto muy similar al del año pasado.” ¿Quién me compra este "misterio"?

O sea, que después de tanta palabrería, de tanto titular sorpresivo, de tanto humo y de tanto incensario, nos encontramos, al final, como siempre, como el famoso gallo de Morón: “sin plumas y cacareando”. ¡Y todavía habrá algunos que espurrirán el cuello y sacarán pecho, creyéndonos pueblerinos bobalicones; mientras, otros harán genuflexiones y lamerán, si viene al caso, las botas del jefe! ¡Cuánto bobo cría el pan…!

Solo nos queda, entonces, la inocente pregunta que encabeza esta breve reflexión que resumiríamos en: ¿se aclaran ustedes o debemos seguir pensando que no han variado en su política de tomarnos el pelo?

En mi pueblo, por cierto, existía una singular variante de nuestro primer refrán; al parecer alguien (cuyo nombre, desgraciadamente, no recuerdo) le gritó a una vaca que no debía estar con ganas de seguir trabajando: “¿En qué quedamos Romera, trillas o me emborracho?”. Ante el dilema de no saber ni qué pensar, ni que elegir, ni qué hacer, ni tan siquiera qué decir… ganas le dan a uno de agarrarse a la botella, aunque sólo sea para olvidar tanto memo, tanta estupidez como nos vemos forzados a soportar cada día… ¡Qué cruz, Señor! O, dicho de otro modo ¡Virgen santa cuántas pulgas tien la manta!

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